Los planos secuencia están muy bien cuando se desarrolla la acción pero en una sala de interrogatorio el transcurso de la historia se hace muy plana.

En los dos primeros capítulos funcionan muy bien, moviendose por diversas habitaciones y siguiendo a varios personajes en la comisaría y el colegio. Sin embargo, en los dos restantes, aunque dramaticamente y a nivel de actuación son más que notables, el plano secuencia no aporta nada, y se hace muy monótono el capítulo.

Stephen Graham, veterano en la actuación, y Owen Cooper, nueva promesa de la interpretación, hacen muy creíbles sus personajes. Pero todos los demás también están a la altura.

En resumen a nivel técnico es una maravilla, con unas magnificas actuaciones y es de lo mejor que llevamos de año.

Entretenida. Fuera de polémicas ajenas a la trama de la película, es un film dirigido a un público infantil y cumple su papel. Más detalladamente, es uno de los pocos 'Live Action' que intenta aportar algo más con alguna escena o canción nueva dando un pequeño giro a la trama vista en la cinta de animación, antes que hacer un copia y pega como 'La Bella y la Bestia' o 'El Rey León'. Sin embargo, como los demás, está carente de alma y personalidad.

Rachel Zegler es la mejor de la película mientras que Gal Gadot aporta bien poco con su sobreactuación de Reina mala. Aún así tiene su encanto en lo que hace.

Resumiendo, hay que politizar menos las películas y disfrutarlas más. Y más aún cuando son dirigidas a un público infantil.