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7,2
6.626
8
5 de enero de 2020
5 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El erotismo es el tema central de esta comedia de Billy Wilder. La película comienza con un travelling sobre una enorme grúa en el exterior del club de Las Vegas donde realiza su última actuación Dino (un Dean Martin haciendo de sí mismo en brillante autoparodia). El empleado de gasolinera y músico aficionado Barney Millsap (Cliff Osmond) se desplaza siempre en un vehículo que dispone también de una grúa. Al llegar a la casa de su compañero de aficiones musicales, Orville J. Spooner (Ray Walston), nos dan la bienvenida dos cactus bastante prominentes. Al atender a Dino en su estación de servicio, Barney olvida sus obligaciones y la manguera chorrea abundantemente sugiriendo el orgasmo que le produce la presencia del famoso cantante. Para agasajar a éste compra una botella de vino italiano de larguísimo cuello. Casi todas las bailarinas del club se insinúan a Dino. La mujer de Orville, Zelda (Felicia Farr), es una esposa extremadamente activa. Y Polly (Kim Novak) es, con justicia, la máxima atracción de "The belly button".
La obsesión por triunfar de la pareja de músicos aficionados es un detonante para la acción pero no el eje central de la película. Como tampoco lo son los celos obsesivos ( y divertidísimos para el espectador) de Orville con su mujer. De nuevo, son necesarios para provocar la inesperada situación y casi desaparecen a partir de un cierto momento.
Walston está genial encarnando al neurótico Spooner. Realmente algunos de sus arranques parecen beethovenianos aunque, en lo musical, esté lejos de su modelo. Su pareja con Osmond recuerda un poco a la de Lemmon y Matthau en "En bandeja de plata" pero no creo que este tándem mítico lo hubiera hecho mejor que ellos. Farr es un encanto pues es al mismo tiempo esposa cariñosa y mujer seductora. Kim Novak borda el papel de prostituta inocente, aunque diferente de la Irma de Shirley MacLaine. Y Dean Martin se burla un poco de sí mismo. El director se encarga de decirnos lo que opina de sus chistes a través del camarero que no se ríe.
Lo único que le reprocharía a esta película (como a otras de Wilder) es que es demasiado larga, especialmente la cena.
La obsesión por triunfar de la pareja de músicos aficionados es un detonante para la acción pero no el eje central de la película. Como tampoco lo son los celos obsesivos ( y divertidísimos para el espectador) de Orville con su mujer. De nuevo, son necesarios para provocar la inesperada situación y casi desaparecen a partir de un cierto momento.
Walston está genial encarnando al neurótico Spooner. Realmente algunos de sus arranques parecen beethovenianos aunque, en lo musical, esté lejos de su modelo. Su pareja con Osmond recuerda un poco a la de Lemmon y Matthau en "En bandeja de plata" pero no creo que este tándem mítico lo hubiera hecho mejor que ellos. Farr es un encanto pues es al mismo tiempo esposa cariñosa y mujer seductora. Kim Novak borda el papel de prostituta inocente, aunque diferente de la Irma de Shirley MacLaine. Y Dean Martin se burla un poco de sí mismo. El director se encarga de decirnos lo que opina de sus chistes a través del camarero que no se ríe.
Lo único que le reprocharía a esta película (como a otras de Wilder) es que es demasiado larga, especialmente la cena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay gags geniales como cuando Spooner quiere que su mujer se vaya de casa y hace él mismo las maletas. Al decir una de las señoras que acompañan al párroco que en "The belly button" el amor está en venta, contesta: "Amor en venta, Cole Porter, dos millones de copias vendidas". Polly se va al final en un coche que lleva todavía la etiqueta del precio, exactamente un dólar menos de lo que ha pagado Dino por los servicios de Zelda.
Lo que más se recuerda de esta película es el intercambio de roles entre Farr y Novak y lo bien que se adaptan ambas a la nueva situación. Sin embargo, sería exagerado decir que la conclusión del film es que las amas de casa desean ser prostitutas y viceversa. Zelda volverá a ser la esposa perfecta, aunque algo coqueta, del neurótico Orville y Polly dejará de trabajar en el club pero no me la imagino tan modosita como en la cena en casa de Spooner. Todo ha sido un pequeño clímax en Climax (Nevada), ese pueblo donde las mayores diversiones son jugar a los bolos, ver la televisión en color en los grandes almacenes y visitar "The belly button".
Lo que más se recuerda de esta película es el intercambio de roles entre Farr y Novak y lo bien que se adaptan ambas a la nueva situación. Sin embargo, sería exagerado decir que la conclusión del film es que las amas de casa desean ser prostitutas y viceversa. Zelda volverá a ser la esposa perfecta, aunque algo coqueta, del neurótico Orville y Polly dejará de trabajar en el club pero no me la imagino tan modosita como en la cena en casa de Spooner. Todo ha sido un pequeño clímax en Climax (Nevada), ese pueblo donde las mayores diversiones son jugar a los bolos, ver la televisión en color en los grandes almacenes y visitar "The belly button".

7,3
898
8
30 de mayo de 2018
30 de mayo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El espionaje universal es el tema de esta película. Al principio el banquero Haghi (inspirado en Mabuse y encarnado por el propio Klein-Rogge) parece llevar la delantera pero el agente 326 se revelará como un digno rival. La película es ambigua políticamente pues no sabemos a quién representa cada uno y yo creo que es algo intencionado para darle un cosmopolitismo que sería muy atractivo para el público de la época.
El film comienza de manera trepidante para ir luego alternando las acciones de uno y otro bando. En un determinado momento se introduce una trama amorosa que parece un poco fuera de lugar. Es tratada con ironía: Para indicar lo prolongado del encuentro de la pareja en la casa de la chica, la cámara sale en dos ocasiones a la calle para asistir a la publicación de las ediciones vespertina y nocturna de los diarios. El tramo final, con las escenas en el tren, la persecución automovilística y el registro del banco, tiene un ritmo endiablado.
La cámara permanece fija casi toda la película (sólo hay dos travellings; uno cuando la linterna de 326 recorre la casa vacía de Sonja y otro cuando la mirada de Kitty hace lo propio con la de Matsumoto) pero Lang la coloca en posiciones originales, muchas veces en diagonal, es decir, apuntando hacia un rincón de la habitación. Hay un impresionante picado cuando Sonja recuerda la lectura de la sentencia de muerte a su padre y a su hermano. Otras veces el director filma a través de la ventana de un coche. Los enfrentamientos entre Sonja y Haghi, tomados desde detrás de la silla de éste, oponiendo el negro de él al blanco de ella, son notables visualmente
Klein-Rogge está excelente aunque su personaje no sea tan fascinante como Mabuse. Fritsch lo hace bien, primero como mendigo y luego como galán. Gerda Maurus está espléndida en el papel de Sonja, especialmente cuando planta cara a Haghi. Lien Deyers es muy seductora y resulta verosímil que Matsumoto (un sobrio Lupu Pick, del que podemos creernos que sea japonés) sucumba a sus encantos.
El film comienza de manera trepidante para ir luego alternando las acciones de uno y otro bando. En un determinado momento se introduce una trama amorosa que parece un poco fuera de lugar. Es tratada con ironía: Para indicar lo prolongado del encuentro de la pareja en la casa de la chica, la cámara sale en dos ocasiones a la calle para asistir a la publicación de las ediciones vespertina y nocturna de los diarios. El tramo final, con las escenas en el tren, la persecución automovilística y el registro del banco, tiene un ritmo endiablado.
La cámara permanece fija casi toda la película (sólo hay dos travellings; uno cuando la linterna de 326 recorre la casa vacía de Sonja y otro cuando la mirada de Kitty hace lo propio con la de Matsumoto) pero Lang la coloca en posiciones originales, muchas veces en diagonal, es decir, apuntando hacia un rincón de la habitación. Hay un impresionante picado cuando Sonja recuerda la lectura de la sentencia de muerte a su padre y a su hermano. Otras veces el director filma a través de la ventana de un coche. Los enfrentamientos entre Sonja y Haghi, tomados desde detrás de la silla de éste, oponiendo el negro de él al blanco de ella, son notables visualmente
Klein-Rogge está excelente aunque su personaje no sea tan fascinante como Mabuse. Fritsch lo hace bien, primero como mendigo y luego como galán. Gerda Maurus está espléndida en el papel de Sonja, especialmente cuando planta cara a Haghi. Lien Deyers es muy seductora y resulta verosímil que Matsumoto (un sobrio Lupu Pick, del que podemos creernos que sea japonés) sucumba a sus encantos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muy impactante es la escena que precede al suicidio de Matsumoto, con la bandera japonesa al fondo y la aparición de los tres mensajeros ahorcados. También es brillante, de un ritmo endiablado, la del tugurio al que acude 326 al verse decepcionado por Sonja. Todas las relaciones amorosas son tratadas con ironía: Sonja pone un mohín de asco cuando ve la foto de 326 disfrazado de mendigo pero se encandila de él en cuanto se da un baño. Matsumoto advierte al agente de lo peligrosas que son las mujeres para caer él mismo en la trampa de la deliciosa Kitty momentos después. . Como detalle de la época, ese cuadrilátero de boxeo que se convierte, un segundo después de terminado el combate, en pista de baile. Todas las escenas del tren son espectaculares, así como las de la persecución del motocarro de 326 al automóvil de Morrier y, sobre todo, el atropello de éste a los policías. El final, con el descubrimiento de que Haghi es el payaso y, en consecuencia, un agente de los "buenos" , es un giro de guion y su suicidio, como parte de su número circense , un buen colofón a esta magnífica película, quizás no tan buena como "Mabuse" (a la que tanto debe) pero un poco más moderna en lo visual.

7,6
5.631
8
1 de abril de 2018
1 de abril de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una película muy típica de Buñuel pues combina elementos surrealistas (deseo sexual, fetichismo, cierto carácter onírico, impulsos sin control ) con la crítica política (a la burguesía, al clero, a la judicatura...).
Archibaldo es un niño mimado acostumbrado a que su mamá no le niegue nada y, al recibir como regalo una cajita de música que permite matar a alguien con sólo desearlo al escuchar la melodía, decide comprobarlo. La inmediata efectividad del artilugio marcará para siempre su vida. Cuando muchos años después se reencuentre con la cajita en la tienda de un anticuario, volverá a intentar comprobar si sigue conservando sus poderes mágicos. Empezarán una serie de asesinatos "virtuales" en los que diversas mujeres irán muriendo sin que él llegue a intervenir efectivamente.
Buñuel nos presenta al personaje como un hipócrita , con sus modales corteses, sus vasitos de leche, su deseo hacia las mujeres que pretende matar... Viene a decirnos que la burguesía es, en el fondo, inofensiva. Pero, y aquí entra en juego el lado surrealista, los deseos y los impulsos, por irracionales que sean, son sagrados, y verlos realizados es profundamente gratificante.
Archibaldo es un niño mimado acostumbrado a que su mamá no le niegue nada y, al recibir como regalo una cajita de música que permite matar a alguien con sólo desearlo al escuchar la melodía, decide comprobarlo. La inmediata efectividad del artilugio marcará para siempre su vida. Cuando muchos años después se reencuentre con la cajita en la tienda de un anticuario, volverá a intentar comprobar si sigue conservando sus poderes mágicos. Empezarán una serie de asesinatos "virtuales" en los que diversas mujeres irán muriendo sin que él llegue a intervenir efectivamente.
Buñuel nos presenta al personaje como un hipócrita , con sus modales corteses, sus vasitos de leche, su deseo hacia las mujeres que pretende matar... Viene a decirnos que la burguesía es, en el fondo, inofensiva. Pero, y aquí entra en juego el lado surrealista, los deseos y los impulsos, por irracionales que sean, son sagrados, y verlos realizados es profundamente gratificante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Buñuel presenta una galería de personajes femeninos muy interesante. Empezando por la institutriz, que detesta al niño, y que inventa el cuento de la cajita que acarreará su propia muerte. A nadie puede extrañar que el irreverente cineasta arroje a la monja por el hueco del ascensor. La señorita Terrazas merece ser degollada y es una suerte que ella misma facilite la labor. Lavinia es deliciosa, una chica guapa, inteligente, moderna.... No es casualidad que sea la única que se salve. En cuanto a la novia de Archibaldo, su hipocresía al combinar la oración con una relación con un hombre casado, también la hace merecedora de la ejecución.
Tanta crueldad con los personajes femeninos contrasta con la benevolencia hacia el protagonista. El juez, tras escuchar su inquietante relato, se limita a recomendarle que se rasure con máquina.
Tanta crueldad con los personajes femeninos contrasta con la benevolencia hacia el protagonista. El juez, tras escuchar su inquietante relato, se limita a recomendarle que se rasure con máquina.

8,2
71.662
9
3 de marzo de 2018
3 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece difícil imaginar una película más entretenida que "Con la muerte en los talones". Las diferentes escenas se ensamblan a la perfección y el interés no decae en ningún momento. Cary Grant demuestra una vez más sus portentosas dotes para la comedia y Eva Marie Saint está más atractiva que nunca, sin duda debido a las habilidades de Hitchcock al elegir vestuario, maquillaje... (y de las que nos habló con todo detalle en "Vértigo"). Mason está magnífico en su papel de malo refinado e inteligente, aunque también enamorado.
¿Tiene la película otra finalidad que la de entretener al espectador? Seguramente su director diría que no por sus tendencias poco "intelectuales" pero sí se aprecia un poco su lado moralista al "castigar" a la protagonista femenina por su pasada frivolidad y las peripecias del personaje encarnado por Cary Grant son todo menos amables. Puestos a interpretar la película, yo la vería como una especie de curso prematrimonial para ambos protagonistas en el que tienen que superar una serie de pruebas (un poco como en "La flauta mágica" de Mozart).
Se ha señalado que algunas escenas carecen de suficiente lógica y efectivamente es así, pero es que la película tiene un ligero toque onírico (menos evidente que en "Treinta y nueve escalones", a la que se considera su modelo y referencia).
Formidable la música de Herrmann, que te llama la atención ya desde los títulos de crédito.
Sigo en spoiler.
¿Tiene la película otra finalidad que la de entretener al espectador? Seguramente su director diría que no por sus tendencias poco "intelectuales" pero sí se aprecia un poco su lado moralista al "castigar" a la protagonista femenina por su pasada frivolidad y las peripecias del personaje encarnado por Cary Grant son todo menos amables. Puestos a interpretar la película, yo la vería como una especie de curso prematrimonial para ambos protagonistas en el que tienen que superar una serie de pruebas (un poco como en "La flauta mágica" de Mozart).
Se ha señalado que algunas escenas carecen de suficiente lógica y efectivamente es así, pero es que la película tiene un ligero toque onírico (menos evidente que en "Treinta y nueve escalones", a la que se considera su modelo y referencia).
Formidable la música de Herrmann, que te llama la atención ya desde los títulos de crédito.
Sigo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Qué escena es más memorable? ¿La de Grant conduciendo borracho, la del cuchillo clavado en la espalda del miembro de la ONU, la cena de los protagonistas en el tren, la de la policía tratando de encontrar al protagonista disfrazado de mozo, la de la subasta o la persecución en el monte Rushmore?

7,8
3.164
9
10 de abril de 2018
10 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para rescatar a su prometido de la Muerte (caracterizada aquí por un inolvidable Bernhard Goetzke)), la protagonista tiene que intentar salvar al menos a uno de tres jóvenes que están a punto de morir. Esto lleva a que, dentro de la película, tengamos tres aventuras diferentes que se desarrollan, respectivamente, en un país árabe, en Venecia y en China. De esta manera se conjuga una cierta profundidad "filosófica" al reflexionar sobre lo inevitable de la muerte, sobre el amor que, de alguna manera, puede sobrevivir a ésta (tema típico del Romanticismo alemán, llevado a sus últimas consecuencias en el "Tristán e Isolda" wagneriano) con unas concesiones al puro entretenimiento de las películas de aventuras en lugares exóticos.
Desde la aparición de la Muerte, que se materializa al comienzo de la película, hasta el final con el vigilante nocturno (otro homenaje a Wagner, esta vez a los "Maestros Cantores de Nuremberg"), asistimos a una exhibición de talento cinematográfico, con imágenes inolvidables como la del vaso de cerveza que se transforma en reloj de arena o la del muro que sólo pueden cruzar las almas de los difuntos, o la de la inmensa sala donde las velas representan las vidas de los hombres. En la primera historia es notable la persecución del infiel y la imagen final, de una inusual crueldad por parte del Califa. El episodio veneciano comienza con un contraluz en un puente y son brillantes las escenas carnavalescas, así como igualmente cruel el final. El episodio que transcurre en China está lleno de divertidos efectos especiales.
Desde la aparición de la Muerte, que se materializa al comienzo de la película, hasta el final con el vigilante nocturno (otro homenaje a Wagner, esta vez a los "Maestros Cantores de Nuremberg"), asistimos a una exhibición de talento cinematográfico, con imágenes inolvidables como la del vaso de cerveza que se transforma en reloj de arena o la del muro que sólo pueden cruzar las almas de los difuntos, o la de la inmensa sala donde las velas representan las vidas de los hombres. En la primera historia es notable la persecución del infiel y la imagen final, de una inusual crueldad por parte del Califa. El episodio veneciano comienza con un contraluz en un puente y son brillantes las escenas carnavalescas, así como igualmente cruel el final. El episodio que transcurre en China está lleno de divertidos efectos especiales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al no conseguir salvar ninguna de estas tres vidas en peligro (por supuesto, la heroína es siempre Lil Dagover y el chico al que hay que rescatar es, invariablemente, Walter Janssen), la Muerte, conmovida por el amor de la protagonista, le da la oportunidad de devolverle a su prometido a cambio de la vida de cualquier otro. Tras conseguir salvar a un niño en la brillante escena del incendio del hospital, su bondad natural le impide entregarlo a la Muerte. Sólo queda pues reunirse con su amado en el Más Allá.
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