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Voto de Caligari58:
8
7,3
842
Thriller. Drama
El agente 326 de la Policía Estatal (Willy Fritsch) debe desbaratar una red de espionaje y detener a su cabecilla. El nº 326 desconoce que se trata del banquero Haghi (Rudolf Kein Rogge), quien trata por todos los medios de confundir al Servicio Secreto y neutralizar al nº 326, especialmente tras saber que su mejor espía, Sonja (Gerda Maurus), se ha enamorado del agente... (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El espionaje universal es el tema de esta película. Al principio el banquero Haghi (inspirado en Mabuse y encarnado por el propio Klein-Rogge) parece llevar la delantera pero el agente 326 se revelará como un digno rival. La película es ambigua políticamente pues no sabemos a quién representa cada uno y yo creo que es algo intencionado para darle un cosmopolitismo que sería muy atractivo para el público de la época.
El film comienza de manera trepidante para ir luego alternando las acciones de uno y otro bando. En un determinado momento se introduce una trama amorosa que parece un poco fuera de lugar. Es tratada con ironía: Para indicar lo prolongado del encuentro de la pareja en la casa de la chica, la cámara sale en dos ocasiones a la calle para asistir a la publicación de las ediciones vespertina y nocturna de los diarios. El tramo final, con las escenas en el tren, la persecución automovilística y el registro del banco, tiene un ritmo endiablado.
La cámara permanece fija casi toda la película (sólo hay dos travellings; uno cuando la linterna de 326 recorre la casa vacía de Sonja y otro cuando la mirada de Kitty hace lo propio con la de Matsumoto) pero Lang la coloca en posiciones originales, muchas veces en diagonal, es decir, apuntando hacia un rincón de la habitación. Hay un impresionante picado cuando Sonja recuerda la lectura de la sentencia de muerte a su padre y a su hermano. Otras veces el director filma a través de la ventana de un coche. Los enfrentamientos entre Sonja y Haghi, tomados desde detrás de la silla de éste, oponiendo el negro de él al blanco de ella, son notables visualmente
Klein-Rogge está excelente aunque su personaje no sea tan fascinante como Mabuse. Fritsch lo hace bien, primero como mendigo y luego como galán. Gerda Maurus está espléndida en el papel de Sonja, especialmente cuando planta cara a Haghi. Lien Deyers es muy seductora y resulta verosímil que Matsumoto (un sobrio Lupu Pick, del que podemos creernos que sea japonés) sucumba a sus encantos.
El film comienza de manera trepidante para ir luego alternando las acciones de uno y otro bando. En un determinado momento se introduce una trama amorosa que parece un poco fuera de lugar. Es tratada con ironía: Para indicar lo prolongado del encuentro de la pareja en la casa de la chica, la cámara sale en dos ocasiones a la calle para asistir a la publicación de las ediciones vespertina y nocturna de los diarios. El tramo final, con las escenas en el tren, la persecución automovilística y el registro del banco, tiene un ritmo endiablado.
La cámara permanece fija casi toda la película (sólo hay dos travellings; uno cuando la linterna de 326 recorre la casa vacía de Sonja y otro cuando la mirada de Kitty hace lo propio con la de Matsumoto) pero Lang la coloca en posiciones originales, muchas veces en diagonal, es decir, apuntando hacia un rincón de la habitación. Hay un impresionante picado cuando Sonja recuerda la lectura de la sentencia de muerte a su padre y a su hermano. Otras veces el director filma a través de la ventana de un coche. Los enfrentamientos entre Sonja y Haghi, tomados desde detrás de la silla de éste, oponiendo el negro de él al blanco de ella, son notables visualmente
Klein-Rogge está excelente aunque su personaje no sea tan fascinante como Mabuse. Fritsch lo hace bien, primero como mendigo y luego como galán. Gerda Maurus está espléndida en el papel de Sonja, especialmente cuando planta cara a Haghi. Lien Deyers es muy seductora y resulta verosímil que Matsumoto (un sobrio Lupu Pick, del que podemos creernos que sea japonés) sucumba a sus encantos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Muy impactante es la escena que precede al suicidio de Matsumoto, con la bandera japonesa al fondo y la aparición de los tres mensajeros ahorcados. También es brillante, de un ritmo endiablado, la del tugurio al que acude 326 al verse decepcionado por Sonja. Todas las relaciones amorosas son tratadas con ironía: Sonja pone un mohín de asco cuando ve la foto de 326 disfrazado de mendigo pero se encandila de él en cuanto se da un baño. Matsumoto advierte al agente de lo peligrosas que son las mujeres para caer él mismo en la trampa de la deliciosa Kitty momentos después. . Como detalle de la época, ese cuadrilátero de boxeo que se convierte, un segundo después de terminado el combate, en pista de baile. Todas las escenas del tren son espectaculares, así como las de la persecución del motocarro de 326 al automóvil de Morrier y, sobre todo, el atropello de éste a los policías. El final, con el descubrimiento de que Haghi es el payaso y, en consecuencia, un agente de los "buenos" , es un giro de guion y su suicidio, como parte de su número circense , un buen colofón a esta magnífica película, quizás no tan buena como "Mabuse" (a la que tanto debe) pero un poco más moderna en lo visual.