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4
16 de octubre de 2022
16 de octubre de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curse of Bridge Hollow huele a la inminente fiesta de Halloween, donde desde ahora nos bombardearan con pelis de igual procedimiento. El director Jeff Wadlow (Kick-Ass 2, 2013) esta su película más laureada, nos trae para la plataforma Netflix una comedia juvenil y familiar con Marlon Wayans (Scary Movie, 2000) a la cabeza haciendo de cojonudo padre de familia. Este filme no tiene mas que cursiladas de tipo juvenil y no me refiero a lo de ser una película llena de energía y repleta de frescura, porque realmente no aporta nada nuevo al cine púber. Los más pequeños de la casa serán los mayores beneficiados espectadores de esta cinta, que es exactamente elaborada para el disfrute de los más pequeños. La hora y media que dura el largometraje se les pasará volando a los niños, que luego recordarán en el patio del colegio con los amigos cada escena de Curse of Bridge Hollow. Kelly Rowland que desconocía que fuera actriz además de cantante, tiene aquí un papel que no será tan recordado como su trabajo en Freddy contra Jason (2003). Las características de esta infantil cinta más consabidas son por supuesto el humor, su naturaleza inclinada hacia el sector de los niños y el talante de su director por filmar este cuento dirigido especialmente para esos locos bajitos de corta edad. Los de párvulo disfrutarán de este filme como enanos, nunca mejor dicho, pero para los de mas avanzada edad puede que sea un tostón y un sufrimiento bastante latoso según el mimetismo que tengan los padres con sus hijos.

6,8
130.081
7
17 de mayo de 2025
17 de mayo de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Moulin Rouge! " es como una fiesta para los ojos y los oídos, que cambia la forma en que vemos las películas musicales con su energía contagiosa. Baz Luhrmann dirigió esta película que mezcla la extravagancia barroca con un intenso y trágico romance, situada en el vibrante escenario bohemio de París en los albores del siglo XX. Una de las brillantes elecciones de la película es su banda sonora: un variado y sorprendente conjunto de éxitos musicales reinventados con pasión y dramatismo. Desde la famosa canción "Lady Marmalade" hasta el icónico tema "Come What May", las canciones no solo son pegajosas, sino que se integran perfectamente en la historia, agregando energía y emociones profundas. Nicole Kidman destaca de manera excepcional en su interpretación de Satine. Con un equilibrio entre vulnerabilidad, carisma y presencia en el escenario, su actuación fusiona dramatismo y humor con elegancia. La química que comparte con Ewan McGregor añade autenticidad y pasión a una historia de amor que, a pesar de sus raíces clásicas, resulta dinámica y fresca en su ejecución. En pocas palabras, Moulin Rouge! es un musical impresionante por su originalidad, sus canciones inolvidables y la increíble interpretación de Nicole Kidman. Un espectáculo que toca tu corazón, te mantiene entretenido y deja una impresión duradera.
Si disfrutas de los musicales de calidad, definitivamente no deberías perderte Moulin Rouge! Es una experiencia cautivadora para los sentidos, que transforma el género al combinar romance, drama y humor en un entorno visual y auditivo vibrante. Las canciones, reinterpretaciones contemporáneas de éxitos del pop y rock, no solo son pegajosas, sino también conmovedoras, integrándose a la perfección en la historia. Nicole Kidman brilla en esta actuación, demostrando su talento con fuerza, sensibilidad y carisma. Es una elección perfecta para los amantes de musicales con intensidad emocional y una presentación impresionante. ¡No te la pierdas! Si te encantaron películas como La La Land, Chicago o The Greatest Showman, entonces Moulin Rouge! es una opción que no puedes perderte.
Si disfrutas de los musicales de calidad, definitivamente no deberías perderte Moulin Rouge! Es una experiencia cautivadora para los sentidos, que transforma el género al combinar romance, drama y humor en un entorno visual y auditivo vibrante. Las canciones, reinterpretaciones contemporáneas de éxitos del pop y rock, no solo son pegajosas, sino también conmovedoras, integrándose a la perfección en la historia. Nicole Kidman brilla en esta actuación, demostrando su talento con fuerza, sensibilidad y carisma. Es una elección perfecta para los amantes de musicales con intensidad emocional y una presentación impresionante. ¡No te la pierdas! Si te encantaron películas como La La Land, Chicago o The Greatest Showman, entonces Moulin Rouge! es una opción que no puedes perderte.
10
5 de mayo de 2025
5 de mayo de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manhunt, lanzado por Rockstar en 2003, no es un juego que busque entretener al uso: es una experiencia que incomoda, que perturba y que deliberadamente desafía los límites morales del jugador. Mientras otros títulos de la época apostaban por la fantasía o la acción heroica, Manhunt se sumerge de lleno en la oscuridad de la psique humana, colocando al jugador en el rol de un asesino forzado a cometer actos atroces frente a la cámara, al servicio de un director de cine snuff.
La mecánica de Manhunt no se sustenta únicamente en el sigilo, sino en la brutalidad con la que se ejecutan los asesinatos. Lejos de ser rápidos o funcionales, estos actos se convierten en rituales sádicos: bolsas de plástico, bates de béisbol, alambres, machetes... Cada arma tiene su propia coreografía de muerte, grabada con un estilo visual que emula una cinta VHS deteriorada, lo que aumenta la sensación de estar viendo algo que no deberíamos ver. No es violencia decorativa: es el corazón del juego.
Esta representación tan cruda y explícita no busca redención, ni siquiera una reflexión moral. El jugador es cómplice, pero también víctima de un sistema que lo usa como herramienta de espectáculo. Y en ese proceso, Manhunt se vuelve profundamente incómodo.
La reacción fue inmediata y feroz. Varios países prohibieron su venta, alegando que promovía la violencia gratuita y que era potencialmente dañino, especialmente para los jóvenes. En el Reino Unido, se convirtió en el blanco de campañas mediáticas y políticas. En Nueva Zelanda, poseerlo fue considerado ilegal. Y en Estados Unidos, fue uno de los juegos que más alimentó el debate sobre la necesidad de regulación en la industria.
La censura, lejos de destruirlo, lo convirtió en un mito. Muchos lo buscaron por el morbo, por lo prohibido. Y eso solo amplificó su impacto cultural.
Manhunt no es divertido en el sentido convencional. Es un juego que te obliga a cuestionarte por qué sigues jugando. Su brutalidad no es estilizada, sino sucia, visceral, directa. Y aunque muchos lo ven como una provocación vacía, también puede leerse como una denuncia al voyeurismo mediático y al consumo deshumanizado de violencia.
Aunque han pasado más de dos décadas desde su lanzamiento, Manhunt sigue siendo un juego relevante. Es una obra que no busca complacer, sino desafiar al jugador. Si te interesa la historia del medio, si te atraen los títulos controversiales y si puedes soportar una experiencia dura e intensa, Manhunt es una parada obligada.
Más allá de su brutalidad, plantea preguntas importantes: ¿Qué estamos dispuestos a hacer por sobrevivir? ¿Qué significa ser un espectador en un mundo que se alimenta de la violencia? ¿Y hasta qué punto un videojuego puede incomodar para hacernos reflexionar?
Advertencia: Manhunt no es recomendable para personas sensibles a la violencia gráfica o que buscan una experiencia ligera. Es un juego maduro, polémico y emocionalmente denso. Pero si lo aceptas por lo que es, puede ser una de las experiencias más impactantes y memorables de tu vida como jugador.
La mecánica de Manhunt no se sustenta únicamente en el sigilo, sino en la brutalidad con la que se ejecutan los asesinatos. Lejos de ser rápidos o funcionales, estos actos se convierten en rituales sádicos: bolsas de plástico, bates de béisbol, alambres, machetes... Cada arma tiene su propia coreografía de muerte, grabada con un estilo visual que emula una cinta VHS deteriorada, lo que aumenta la sensación de estar viendo algo que no deberíamos ver. No es violencia decorativa: es el corazón del juego.
Esta representación tan cruda y explícita no busca redención, ni siquiera una reflexión moral. El jugador es cómplice, pero también víctima de un sistema que lo usa como herramienta de espectáculo. Y en ese proceso, Manhunt se vuelve profundamente incómodo.
La reacción fue inmediata y feroz. Varios países prohibieron su venta, alegando que promovía la violencia gratuita y que era potencialmente dañino, especialmente para los jóvenes. En el Reino Unido, se convirtió en el blanco de campañas mediáticas y políticas. En Nueva Zelanda, poseerlo fue considerado ilegal. Y en Estados Unidos, fue uno de los juegos que más alimentó el debate sobre la necesidad de regulación en la industria.
La censura, lejos de destruirlo, lo convirtió en un mito. Muchos lo buscaron por el morbo, por lo prohibido. Y eso solo amplificó su impacto cultural.
Manhunt no es divertido en el sentido convencional. Es un juego que te obliga a cuestionarte por qué sigues jugando. Su brutalidad no es estilizada, sino sucia, visceral, directa. Y aunque muchos lo ven como una provocación vacía, también puede leerse como una denuncia al voyeurismo mediático y al consumo deshumanizado de violencia.
Aunque han pasado más de dos décadas desde su lanzamiento, Manhunt sigue siendo un juego relevante. Es una obra que no busca complacer, sino desafiar al jugador. Si te interesa la historia del medio, si te atraen los títulos controversiales y si puedes soportar una experiencia dura e intensa, Manhunt es una parada obligada.
Más allá de su brutalidad, plantea preguntas importantes: ¿Qué estamos dispuestos a hacer por sobrevivir? ¿Qué significa ser un espectador en un mundo que se alimenta de la violencia? ¿Y hasta qué punto un videojuego puede incomodar para hacernos reflexionar?
Advertencia: Manhunt no es recomendable para personas sensibles a la violencia gráfica o que buscan una experiencia ligera. Es un juego maduro, polémico y emocionalmente denso. Pero si lo aceptas por lo que es, puede ser una de las experiencias más impactantes y memorables de tu vida como jugador.

3,5
406
2
19 de abril de 2025
19 de abril de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Troles pueden causar mucho daño a las personas sensibles y receptivas, cosa que los más impasibles podemos pasar por alto y que estas personas dedicadas a polemizar o publicar mensajes molestos no nos atañan sus provocaciones ni sus malas intenciones. El escocés John McPhail de Ana y El Apocalipsis (2017) nos trae tras un largo tiempo la película Dear David, una de fantasmas mezclado con las redes sociales y las luchas y situaciones sociales de manera positiva. La premisa es una historia alargada de un creepypasta con la intención de asustarnos, con el elemento ficticio de la leyenda de un niño mentado David, que nos producirá el desagrado mas que causarnos el susto. El argumento es malo a rabiar porque está mil veces visto y su ambientación es oscura que nó cubierta de tinieblas ni nada tétrica, sino toda una fatalidad de errores y desaciertos con una continuidad cinematográfica muy mal filmada y que rompe la verosimilitud en algunas secuencias. Bueno, me estoy enchipando, lo que quiero expresar es que Dear David huele a tufillo de pescado podrido y no me refiero al Surströmming sueco, es una deposición de largometraje que con treinta minutos sobraba para contarlo todo. Es para llorar de gran tristeza, porque pudo y no lo fue, con esto no digo que tuvieran una buena historia entre manos porque es para darles un puntapié en sus mismísimos a los que urdieron este despropósito. Vamos, que para mí fue una amargura contemplar esta inmundicia de peli de terror cutre y mugrienta, que creo que no debería experimentar nadie.
SerieAnimación

5,4
1.566
Animación
7
23 de mayo de 2024
23 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert E. Howard, uno de los literatos con tanta fuerza moral como Tolkien, fue un creador de populares personajes del subgénero espada y brujería, entre ellos y del que escribo en estas líneas, Conan El Bárbaro. Aparecido por vez primera en revistas de papel barato (Pulps) y puede que su semejante y referencia fuera Crom The Barbarian, un personaje anterior a Conan y que se dejó ver en la revista estadounidense de fantasía y terror, Weird Tales. Con todo esto, he tenido la posibilidad de visualizar la serie animada de Conan, una popular serie de 1992 que constaba de 65 episodios y he obtenido unos cuantos capítulos para revivir momentos de aquella época. Al ver a nuestro héroe en esta serie, me recuerda enormemente a los dibujos animados de Rambo del año 1986, creados por la productora de Ruby-Spears y Carolco, pero los dibujos del cimmerio son posteriores y de otras compañías. Aquí los antagonistas de Conan son hombres serpiente, con los que luchará a espadazos enviándoles a la muerte, en compañía de Needle (un pequeño fénix) y otros amigos que irá encontrando por el camino, para acabar con los planes de su archienemigo Wrath-Amon, principal servidor del dios serpiente Set. Ya en 1994, tuvimos un spin-off de estas aventuras de Conan que no funcionó bien, donde Conan adiestraba y daba lecciones como mentor a unos jóvenes muchachos, que solo tuvo 13 capítulos en emisión. Conan del 92 fue mucho más entretenida y con mayor aceptación para el público infantil, que son más fáciles de distraer y mejor llevadero para ellos como fuente perfecta para las marcas. Me gustó ver nuevamente esta serie animada para pequeños, pues disfruté reiteradamente como un enano.
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