Impactante thriller con tintes dramáticos desarrollado en una cárcel. Un funcionario de prisiones vestido de paisano se ve envuelto en un motín de los presos, encabezados por el ya mítico "Malamadre" (Luis Tosar). A partir de ahí, el funcionario debe hacerse pasar por un preso más sin que su "juego" se descubra. Partiendo de estas premisas, el film tiene giros inesperados con bastante carga dramática. A destacar la actuación de un Luis Tosar enorme en su papel de cabecilla de la revuelta. Si esta película fuera norteamericana, sin duda que "Malamadre" sería uno de los candidatos a mejor actor para el Oscar.

... me interesa más la versión actual que la antigua. Me quedo con Michael Caine en la película del siglo XXI: mejor ambientada en el Vietnam de los 50´s, mucho mas "política", mejor desarrollo de la trama (la "3ª vía vietnamita"en la película de Mankiewicz apenas se desarrolla, la sociedad no parece que esté en guerra...). Esta versión "original" es para verla una vez y almacenarla.

Biografía de la ex-primera ministra inglesa en la cual la protagonista, ya en su ancianidad, recuerda los episodios más importantes de su vida política.

Lo mejor: la interpretación de Meryl Streep, el Óscar a la mejor actriz ya está asegurado. La soledad del político cuando ya es anciano. El marido de la Thatcher que es un auténtico cachondo (o al menos así lo pintan), parece salido de una barriada sevillana con la guasa que tiene.

Lo peor: presentarla como un adalid del feminismo. No es una mujer que reivindique los derechos de su género, sino una mujer que representa el papel de un hombre. Las medias verdades históricas: se presenta a los sindicalistas, a los laboristas, a los argentinos de Las Malvinas o al IRA como demonios pero no se añade ningún argumento de sus "enemigos" (los mineros que van al paro, la política exterior imperialista inglesa o la opresión del ejército británico en Irlanda del Norte).

Nota: 6/10

pd: hubiera estado muy bien que al final de la peli se la hubiera presentado con su amigo Pinochet en Londres, con la de visitas que se prodigaban, pero claro, eso es políticamente incorrecto... :D

Espías comunistas en la Manchuria de los años 30: se traicionan entre ellos, ahora soy un doble agente, ahora no lo soy... Y todo el mundo viste igual, a lo Bogart: chaqueta de cuero y sombrero, casi imposible distinguir a alguien.

De la ambientación histórica mejor ni hablamos: estamos hablando de un territorio conquistado por los japoneses en 1931 y no se ve ni un solo soldado japonés, ni banderas, ni carteles nipones, nada de nada. Uséase que podrían estar en Manchuria que en Cuenca, da igual.

Intentaré olvidarla lo antes posible.

... decía el poeta ruso Tiuchev. Y de la película de Erkenov se puede decir lo mismo. Sumándome a la línea de Del Mar, nos encontramos en una producción más propia del surrealismo abstracto, algo así como una pintura de Pollock en un sueño de Dalí. Apenas hay coherencia entre una escena y otra. Los planos fijos, el silencio y el rostro de los protagonistas en primera plana copan los escasos 71 minutos del filme. Lo único reseñable para un servidor es la muestra que hace el director de la decadencia del Ejército Rojo en 1990, poco antes de la caída de la URSS. La pobreza de las instalaciones militares, la falta de motivación de los cadetes, la crueldad de los instructores, la soledad del recluta... Pero sin duda me parece una de las peores formas de contarlo. Si le gusta el cine lento hasta la exasperación no lo dude, 100 días es su película.