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Críticas ordenadas por utilidad
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5,6
3.001
6
10 de octubre de 2012
10 de octubre de 2012
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un treintañero perdedor que cree en el destino por sobre todas las cosas, su hermano un tipo con un matrimonio fallido que quiere mantener las apariencias, y la madre una mujer que recientemente ha descubierto que tiene un admirador secreto; son los protagonistas de una historia sobre gente que no sabe nada sobre el amor pero que quiere experimentarlo.
La sencillez es la clave para identificarte con los personajes, sin duda el film pende del hilo del destino, nada es casual todo está escrito.
La música es un acompañamiento necesario que todo el tiempo le da el aire de comedia que requiere el film y ayuda a que las risas salgan con más ganas.
La escena final en el embotellamiento, todavía no sé por qué, me hizo llorar, ese choque entre los protagonistas y su destino, ese momento en que todo cuadra (¿homenaje a "Señales"?).
Lo mejor: el reparto, todos muy comprometidos con su rol.
Lo peor: le falta garra a algunos gags que daban para más.
La sencillez es la clave para identificarte con los personajes, sin duda el film pende del hilo del destino, nada es casual todo está escrito.
La música es un acompañamiento necesario que todo el tiempo le da el aire de comedia que requiere el film y ayuda a que las risas salgan con más ganas.
La escena final en el embotellamiento, todavía no sé por qué, me hizo llorar, ese choque entre los protagonistas y su destino, ese momento en que todo cuadra (¿homenaje a "Señales"?).
Lo mejor: el reparto, todos muy comprometidos con su rol.
Lo peor: le falta garra a algunos gags que daban para más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final donde Jeff arregla el armario, es una metáfora sensacional que indica que todos arreglaron lo que tenían roto.
2 de noviembre de 2013
2 de noviembre de 2013
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film que se presenta en un principio como un ejercicio de espías en plena Guerra Fría pero que de a poco se va transformando en un drama mucho más íntimo sobre las dolencias de un hombre del cual se sospecha pueda no ser justamente un ser humano.
La riqueza de esta desconocida película británica radica en las cuestiones que pone sobre el tapete. ¿Qué parte de nosotros nos dice quiénes somos? ¿Es el cerebro? ¿Acaso no pueden "lavarnos" la mente? o ¿No puede un robot entrenado hacer de nosotros y engañar a los demás? ¿Es acaso nuestra alma? ¿Pero cómo comprobar que dentro de un muñeco de metal se halla nuestra alma? ¿Está en la mirada? ¿Y los que usan lentes de contacto? ¿En nuestra voz? ¿No puede ser también manipulada?
En fin, un montón de preguntas que en si el film no llega a responder pero que inteligentemente las sugiere sin siquiera explicitarlas. Es realmente un ejercicio bastante filosófico que viene en paquete de intriga o incluso de ciencia ficción pero que está muy lejos de ello.
Lo más feo es el montaje confuso, claramente deliberado pero desacertado en mi opinión ya que no cuenta ni tan siquiera con recursos estéticos que ayuden a diferenciar los flashbacks del presente. Uno sólo pude valerse de dos o tres medios: el presente es Gould, el pasado soviético es Howard, y el pasado del personaje es la cámara subjetiva.
La riqueza de esta desconocida película británica radica en las cuestiones que pone sobre el tapete. ¿Qué parte de nosotros nos dice quiénes somos? ¿Es el cerebro? ¿Acaso no pueden "lavarnos" la mente? o ¿No puede un robot entrenado hacer de nosotros y engañar a los demás? ¿Es acaso nuestra alma? ¿Pero cómo comprobar que dentro de un muñeco de metal se halla nuestra alma? ¿Está en la mirada? ¿Y los que usan lentes de contacto? ¿En nuestra voz? ¿No puede ser también manipulada?
En fin, un montón de preguntas que en si el film no llega a responder pero que inteligentemente las sugiere sin siquiera explicitarlas. Es realmente un ejercicio bastante filosófico que viene en paquete de intriga o incluso de ciencia ficción pero que está muy lejos de ello.
Lo más feo es el montaje confuso, claramente deliberado pero desacertado en mi opinión ya que no cuenta ni tan siquiera con recursos estéticos que ayuden a diferenciar los flashbacks del presente. Uno sólo pude valerse de dos o tres medios: el presente es Gould, el pasado soviético es Howard, y el pasado del personaje es la cámara subjetiva.
5
4 de junio de 2012
4 de junio de 2012
34 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, con todo respeto (no puedo pasar desapercibidas 8 estrellas en 21.000 votos de FA), éste film está sobrevalorado por dos grandes razones:
1. La época que retrata y a la que pertenece.
2. La nostalgia que genera.
La historia o argumento sobre el que se construye el film es tan sencillo que si alguien lo filmara hoy sería aplastado por la crítica y tachado de insustancial.
El problema no es la sencillez sino el hecho de que no pase demasiado en la cinta. A cualquiera le pueden robar una bicicleta (supongamos que en la época tener bici era como tener moto hoy en día) y hacer un film sobre como buscamos la bici es algo que no aporta mucho que digamos.
Tiene momentos logrados sobretodo al comienzo donde no le puedes sacar los ojos de encima a la bicicleta (pensando en todo momento que se la van a robar) viendo siempre si se va o no del plano del director. Y la presencia del niño es lo que más aporta al film por el ejemplo que el padre pueda darle en todo momento.
Lo mejor: el comienzo.
Lo peor: la falta de una historia contundente que además de retratar la época no te deje mover del asiento.
1. La época que retrata y a la que pertenece.
2. La nostalgia que genera.
La historia o argumento sobre el que se construye el film es tan sencillo que si alguien lo filmara hoy sería aplastado por la crítica y tachado de insustancial.
El problema no es la sencillez sino el hecho de que no pase demasiado en la cinta. A cualquiera le pueden robar una bicicleta (supongamos que en la época tener bici era como tener moto hoy en día) y hacer un film sobre como buscamos la bici es algo que no aporta mucho que digamos.
Tiene momentos logrados sobretodo al comienzo donde no le puedes sacar los ojos de encima a la bicicleta (pensando en todo momento que se la van a robar) viendo siempre si se va o no del plano del director. Y la presencia del niño es lo que más aporta al film por el ejemplo que el padre pueda darle en todo momento.
Lo mejor: el comienzo.
Lo peor: la falta de una historia contundente que además de retratar la época no te deje mover del asiento.
18 de enero de 2013
18 de enero de 2013
22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que me cuesta describir porque el planteamiento es tan atípico para mí que el hecho de que no siga ninguna regla no la hace precisamente imprevisible sino que al contrario termina cayendo en algunas obviedades.
La primera mitad del film me resultó aburrida y casi nula en contenido, un montón de alumnos siguen los "consejos" de un joven profesor y se les ocurre hacer un pijama party de lectura. No sé porqué no me creo ese amor repentino de esos jóvenes por la poesía.
La segunda parte (después de la obra de teatro), me pareció mucho más enérgica y con mayores aportes filosóficos.
Sin dudas el final es el punto más alto del film, que hará llorar a muchos por el gran y controlado clímax dramático que logra Weir.
Tampoco me gusta la forma en que se trata la relación del profesor con sus alumnos, se muestra muy poco de los métodos que Williams tiene, apenas si vemos que rompen las hojas o marchan como militares pero muy poca cosa más. Es decir, se muestran más escenas de como avanza la "liberación" de los alumnos que las escenas donde se forja ese proceso.
Vemos al chico que se atreve a decirle a su chica que está enamorado, o las escenas de Leonard cuando va a la obra de teatro, pero y ¿los métodos poco ortodoxos del profesor? ¿no se desarrollan en el film?
Las actuaciones son buenas, destaca Williams pero no mucho más allá de lo que le veríamos después en "Patch Adams" o en "Mrs. Doubtfire".
Reconozco que es una visión muy subjetiva la que planteo, ya que es clarísimo que la mayoría ha preferido la narración tal y como la ha pensado Schulman, pero yo creo que debió dar vuelta sus prioridades para generar un film sobre la educación y no tanto sobre algunas de las posibles consecuencias de ésta.
Lo mejor: el final.
Lo peor: creo que el guión desconoce sus prioridades.
La primera mitad del film me resultó aburrida y casi nula en contenido, un montón de alumnos siguen los "consejos" de un joven profesor y se les ocurre hacer un pijama party de lectura. No sé porqué no me creo ese amor repentino de esos jóvenes por la poesía.
La segunda parte (después de la obra de teatro), me pareció mucho más enérgica y con mayores aportes filosóficos.
Sin dudas el final es el punto más alto del film, que hará llorar a muchos por el gran y controlado clímax dramático que logra Weir.
Tampoco me gusta la forma en que se trata la relación del profesor con sus alumnos, se muestra muy poco de los métodos que Williams tiene, apenas si vemos que rompen las hojas o marchan como militares pero muy poca cosa más. Es decir, se muestran más escenas de como avanza la "liberación" de los alumnos que las escenas donde se forja ese proceso.
Vemos al chico que se atreve a decirle a su chica que está enamorado, o las escenas de Leonard cuando va a la obra de teatro, pero y ¿los métodos poco ortodoxos del profesor? ¿no se desarrollan en el film?
Las actuaciones son buenas, destaca Williams pero no mucho más allá de lo que le veríamos después en "Patch Adams" o en "Mrs. Doubtfire".
Reconozco que es una visión muy subjetiva la que planteo, ya que es clarísimo que la mayoría ha preferido la narración tal y como la ha pensado Schulman, pero yo creo que debió dar vuelta sus prioridades para generar un film sobre la educación y no tanto sobre algunas de las posibles consecuencias de ésta.
Lo mejor: el final.
Lo peor: creo que el guión desconoce sus prioridades.

6,3
15.577
8
13 de agosto de 2013
13 de agosto de 2013
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días escribiendo sobre "Cloud atlas. La red invisible" (Wachoswki brothers & Tom Tykwer, 2012) decía que entre dicho film y el que nos ocupa se encuentra la película más innovadora del año. No caben dudas de que para bien o para mal son los films más "raros" que se estrenaron en 2012. Mientras el film de ciencia ficción busca abrirnos la mente en materia de reencarnación, una persona reviviendo en otra y manteniendo su esencia; la de Carax habla de los álter egos, una persona que se camufla y termina por perder su esencia.
Carax maquilla al cine como una forma de vida en la que un actor es alguien que debe vivir su performance como si fuera algo real. Tiene una agenda diaria con eventos -películas- a los que debe concurrir, y luego -Carax- hace referencias claras al "cine dentro del cine", la charla que Levant mantiene con su mánager sobre porqué sigue haciendo su trabajo a lo que este responde: "por la misma razón que comencé" y la charla termina con una frase imponente: "dicen que la magia del cine radica en el ojo del espectador", "y ¿si ya no hubiera espectadores?". El comienzo en esa sala -donde todos están dormidos- es una clara autoconciencia de que lo que veremos es cine, es ficción. El interludio es otra muestra de la autoconciencia de estar haciendo cine.
Ahora analicemos por partes -las más importantes a mi modo de ver-:
El evento con Eva Mendes. Nuestro protagonista debe interpretar a un mendigo sucio e inadaptado, la Mendes es una modelo literalmente, ella se deja llevar por el artista de un modo tan brusco que estos -primero el fotógrafo, luego nuestro prota- la manejan a su antojo como si de su propia obra se tratase. Ella no tiene personalidad, tan sólo se deja "modelar" hasta que el prota compone el cuadro final. Gran crítica/homenaje a dicha actividad.
Evento con la sobrina. El protagonista es un viejo moribundo que mantiene una charla "final" con su sobrina. En este episodio se vuelve a remarcar la idea de "estar actuando", al final Levant le pregunta el nombre como si no la conociera, es decir, lo que acabamos de ver -toda una escena cargada de emociones- no fue sino un trabajo más que ha realizado y en el que él desconocía a su colega.
"Musical" con Kylie. Dejando de lado el "guiño" (pedorro, si me lo preguntan) de poner la canción más conocida de la australiana como ringtone. En un momento de descanso donde el protagonista se topa con Minogue, se da un episodio en "la vida real" donde éste no interpreta a nadie al tiempo que Minogue tampoco lo hace. Entre ellos se da una charla sobre lo laboral donde evidencian la cantidad de maquillaje -color de ojos y peluca- que adquieren para personificar a otros, él se queja de que lo hacen parecer viejo, etc. Ahí vemos que el protagonista no tiene vida social, que le es difícil encontrar tiempo para él, lo mismo le pasa a ella que está a la espera de su colega para realizar su próximo personaje.
El final. Luego de terminar su agenda del día el personaje entra a su casa. Vemos como la cámara no lo acompaña, es decir, ya no está actuando.
Confieso que no he entendido a que hacen referencias las limusinas, sin duda significan algo dentro del séptimo arte pero no he terminado de captar exactamente qué. De todos modos es un film que puede interpretarse de varias otras formas, como una colección de sueños por ejemplo.
Como otras tantas es una película que no está hecha tanto para ser explicada como sí para ser sentida. Tiene algunas escenas un tanto anodinas, una gran BSO y momentos muy bien fotografiados.
Lo mejor: la inventiva de su creador.
Lo peor: episodios que pueden ser algo aburridos como el del padre y la hija.
Carax maquilla al cine como una forma de vida en la que un actor es alguien que debe vivir su performance como si fuera algo real. Tiene una agenda diaria con eventos -películas- a los que debe concurrir, y luego -Carax- hace referencias claras al "cine dentro del cine", la charla que Levant mantiene con su mánager sobre porqué sigue haciendo su trabajo a lo que este responde: "por la misma razón que comencé" y la charla termina con una frase imponente: "dicen que la magia del cine radica en el ojo del espectador", "y ¿si ya no hubiera espectadores?". El comienzo en esa sala -donde todos están dormidos- es una clara autoconciencia de que lo que veremos es cine, es ficción. El interludio es otra muestra de la autoconciencia de estar haciendo cine.
Ahora analicemos por partes -las más importantes a mi modo de ver-:
El evento con Eva Mendes. Nuestro protagonista debe interpretar a un mendigo sucio e inadaptado, la Mendes es una modelo literalmente, ella se deja llevar por el artista de un modo tan brusco que estos -primero el fotógrafo, luego nuestro prota- la manejan a su antojo como si de su propia obra se tratase. Ella no tiene personalidad, tan sólo se deja "modelar" hasta que el prota compone el cuadro final. Gran crítica/homenaje a dicha actividad.
Evento con la sobrina. El protagonista es un viejo moribundo que mantiene una charla "final" con su sobrina. En este episodio se vuelve a remarcar la idea de "estar actuando", al final Levant le pregunta el nombre como si no la conociera, es decir, lo que acabamos de ver -toda una escena cargada de emociones- no fue sino un trabajo más que ha realizado y en el que él desconocía a su colega.
"Musical" con Kylie. Dejando de lado el "guiño" (pedorro, si me lo preguntan) de poner la canción más conocida de la australiana como ringtone. En un momento de descanso donde el protagonista se topa con Minogue, se da un episodio en "la vida real" donde éste no interpreta a nadie al tiempo que Minogue tampoco lo hace. Entre ellos se da una charla sobre lo laboral donde evidencian la cantidad de maquillaje -color de ojos y peluca- que adquieren para personificar a otros, él se queja de que lo hacen parecer viejo, etc. Ahí vemos que el protagonista no tiene vida social, que le es difícil encontrar tiempo para él, lo mismo le pasa a ella que está a la espera de su colega para realizar su próximo personaje.
El final. Luego de terminar su agenda del día el personaje entra a su casa. Vemos como la cámara no lo acompaña, es decir, ya no está actuando.
Confieso que no he entendido a que hacen referencias las limusinas, sin duda significan algo dentro del séptimo arte pero no he terminado de captar exactamente qué. De todos modos es un film que puede interpretarse de varias otras formas, como una colección de sueños por ejemplo.
Como otras tantas es una película que no está hecha tanto para ser explicada como sí para ser sentida. Tiene algunas escenas un tanto anodinas, una gran BSO y momentos muy bien fotografiados.
Lo mejor: la inventiva de su creador.
Lo peor: episodios que pueden ser algo aburridos como el del padre y la hija.
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