Había oído comentarios muy positivos sobre este trabajo de Iñarritu, y vaya, es una maldita obra de arte. Es de esas películas que aunque duren 2 horas, el tiempo pasa como si de un minuto se tratase.
El ritmo del film es genial, no tiene ningún momento en el cual a uno se le hace lento la película,
Otro aspecto a tener en cuenta es las fenomenales actuaciones, sobre todo de dos actores: Edward Norton y Michael Keaton. El segundo citado no es que haya sido un actor que me parecía de una calidad inmensa, pero con esta película tengo que reconocer que me ha callado la boca, y ha demostrado estar a la altura o ser incluso superior al bueno de Norton.
Otro punto que ha favorecido a la cinta ha sido el genial trabajo de fotografía, es su punto fuerte,(a parte de la actuación). Es un film que está grabado casi en su totalidad en plano secuencia, y ¡caramba!, qué maestría lleva cada fotograma.
Creo que será dentro de unos años una de esos clásicos que todos deberían de ver.

Encontré por casualidad esta película, pensé que iba a consumir una gran basura dado que mis anteriores experiencias con films de Netflix fueron pésimas.

Sin pretensiones en esta obra comencé a verla, me encantó y calló mi boca ante el prejuicio que los otros trabajos de la plataforma había creado en mi persona.

Lo que menos me gusta podría decir,fueron los primeros diez minutos dado que según mi gusto era un inicio un poco lento pero a partir del secuestro del hermano empieza a adquirir un ritmo vertiginoso acompañado de una banda sonora loable.

Tiene giros de guión brutales, cambian la orientación de la historia pero ello no la convierte en una basura pretenciosa como puede resultar esa táctica en otros trabajos, sino que capta la atención creando un magnetismo en la audiencia-al menos en mi-.

Las actuaciones son bastante atractivas, me han gustado y en cierto modo rompe con la actuación convencional asiática, por lo tanto este film lo debería de ver cualquier persona y ojalá en un futuro sea una "cinta de culto".