Sorpresa me llevé al ver esta cinta. Y estaba reticente. Después de la soporífera No es país para viejos (y eso que me encantan los hermanos Cohen) y de todo el bombo que le dieron, me alegro de volver a ver un film como este. Me encanta Jeff Bridges (el nota forever), me encanta Josh Brolin (breve intervención pero intensa). No me dijo mucho la actuación de Matt Damon (y eso que me gusta este actor) parecía que pasaba por allí, pero sobre todo, me enamoró Hailee Steinfeld.

Sobre ella recae casi todo el peso de la película. Digo casi, porque Bridges anda por ahí todo el tiempo y Bridges es mucho Bridges. Es de agradecer cada vez que salen los dos juntos en pantalla, (Jeff Bridges y Hailee Steinfeld) el duelo dialéctico que hay entre los dos.

Espero, que esta chica, tenga un futuro prometedor en esto del cine, porque lo vale.

Seré breve porque la ocasión lo merece.
Lo de que Spielberg sea el productor y que dijera que el guión era la creme de la creme y que lo acojonó vivo cuando lo leyó, ¿era marketing verdad? porque sino, es que no lo entiendo.