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Críticas ordenadas por utilidad
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8,2
81.477
10
5 de junio de 2008
5 de junio de 2008
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco puedo decir que no se haya dicho ya por los demás usuarios. Acabo de ver la película otra vez hará unos minutos. Muchísimas emociones afloran con este soberbio alegato por la justicia. Quince años en prisión siendo inocente... ¿cómo se puede asimilar algo así? Jim Sheridan dirige con un respeto arrollador (hacia estas personas inocentes) que cautiva de principio a fin. Ésta es una de esas películas que cuando acaba sólo puedes seguir mirando la pantalla con la boca abierta y un atisbo de lágrimas a punto de resbalar por la mejilla. No lo hace con recursos efectistas, ni mediante sensiblería barata. Cuando se habla de este tipo de temas, es fácil caer en la caricatura de la verdad. Esta película te llega de un modo que te taladra por dentro con su crudeza y desde luego no te deja indiferente.
Magnífica banda sonora. Guión sublime. Daniel Day-Lewis, inmenso (la escena del interrogatorio te pone los pelos de punta). Postlethwaite... la primera vez que lo vi fue en "Dragonheart", pese a que fue gracioso, se me olvidó tan rápido como la película. Aquí es imposible olvidarlo, sencillamente increíble. Respecto a Emma Thompson, su papel es tan corto que acaba sepultado bajo las interpretaciones de los dos anteriores, y eso que es también maravilloso.
Magnífica banda sonora. Guión sublime. Daniel Day-Lewis, inmenso (la escena del interrogatorio te pone los pelos de punta). Postlethwaite... la primera vez que lo vi fue en "Dragonheart", pese a que fue gracioso, se me olvidó tan rápido como la película. Aquí es imposible olvidarlo, sencillamente increíble. Respecto a Emma Thompson, su papel es tan corto que acaba sepultado bajo las interpretaciones de los dos anteriores, y eso que es también maravilloso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Guiussepe muere en prisión, y los presos se despiden a su manera dejando caer bolas de papel en llamas por sus ventanas. La música no toma protagonismo, sino que envuelve la escena creando una atmósfera sobrecogedora. ¿Cómo es posible desatar tantos sentimientos de esa manera? Jim Sheridan... simplemente sabía lo que se hacía.
1
14 de febrero de 2023
14 de febrero de 2023
49 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es nefasto lo que están intentando hacer con nuestras mentes, pero vamos allá con esta crítica. Me morderé la lengua un poco... Me encantó el tratamiento que se le da a la figura del vampiro en la película de 1994, película en la que Kirsten Dunst hizo uno de los mejores y más memorables papeles infantiles que recuerdo (con perdón de Haley Joel Osment en 'El sexto sentido' y Keisha Castle-Hughes en 'Whale rider'). Esa naturaleza vampírica que maldice su propia inmortalidad, porque el hastío y el aburrimiento se convierten en losas muy pesadas con el paso de los siglos. Como amante de este género, uno espera ver desarrollada en esta serie una historia sobre la melancolía, las tinieblas, el hambre y la pérdida. ¡Me encantan ese tipo de historias! Vampiros que miran retratos viejos en una pared durante largas horas; seres conscientes de que todo cuanto han amado y amarán jamás se convertirá en cenizas, mientras que ellos seguirán viviendo; seres solitarios, carentes de afecto y estímulo, así como también de motivos para seguir viviendo. ¡Me resulta interesantísimo y quiero que me hablen más de ello! Pero me pongo en el televisor el primer capítulo y no es eso lo que veo.
Comienza el primer capítulo de esta abominación y me tengo que tragar que Louis ya no es Brad Pitt, ahora es un hombre negro (me da igual la raza, yo solo veo que me están tratando de taladrar la cabeza con lo oprimido de la comunidad negra y lo culpable que se supone que me tengo que sentir). Ya no es propietario de una plantación de algodón, sino que ahora es un proxeneta que está obligado a mostrarse más duro de lo que es, ya que los hombres blancos con los que juega al póquer lo desdeñan por ser negro (porque yo soy heredero de todo el mal que cualquier hombre blanco haya perpetrado jamás, por lo que debo sentirme aún más culpable). Y además, el oprimido de Louis resulta que es un homosexual que no termina de salir del armario, pero que en medio del primer capítulo ya protagoniza una escena de desnudos homosexual con Lestat. No es que yo haya estado en la cama con pocos hombres, sino que a las personas como yo se nos está instrumentalizando sin nuestro consentimiento para esparcir la idea de que ser no-heterosexual, como yo, te convierte en una buena persona. Pero si resulta que no es como yo, entonces seguramente es un ricachón gordo y bien vestido que juega al póquer con un 'negro liberto' al que tolera porque le ofrece prostitutas en sus múltiples burdeles de una calle de Nueva Orleans, financiada con una plantación de algodón de 'negreros' (al menos así es en la novela), todo para poder taladrarme los sesos con la idea de que me tengo que sentir culpable por lo que personas con un tono de piel similar al mío le hicieron a un montón de personas de piel oscurita hace como 200 años. Sí, ya... inténtalo de nuevo, que no cuela. Más bien yo digo que es repugnante sentirse obligado a dejar de ver una serie basada en tus gustos más profundos porque está corrompida por el parásito Woke, que todo lo destroza a su paso como un tsunami. ¿También soy enanófobo por no querer ver la serie de Willow? Esa película forma parte de mi infancia, no tengo fobia a los enanos, sino a lo Woke. Ya basta de justificar lo injustificable. No me vale la retórica de que resulta que soy un bisexual homofóbico o que 'ya había un Superman gay en la década de 1980', ¡todos sabemos de qué va esto! ¡Ya está bien de tanta locura, el cine no puede convertirse en un panfleto comunista, yo no paso por ese aro, lo siento!
Y es que se acaba ahí la serie para mí. Un producto woke más cuyo objetivo es educar a las generaciones que están por venir en los dogmas anti hombre blanco heterosexual. No pienso ni ver el segundo capítulo de esta infamia porque estoy en contra de que me intenten lavar el cerebro a mí o a las generaciones futuras a través de lo que antes solía ser entretenimiento, pero que ahora solo es propaganda disfrazada como tal.
Esta serie es un insulto para los amantes de Anne Rice, de las crónicas de Louis y Lestat y del género vampírico. Esta serie es a Anne Rice lo que 'El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder' es a Tolkien: un insulto.
Y es un hecho más que probado ya que, si haces críticas como esta, alzando la voz en contra de que el cine y la televisión se conviertan en vehículos de propaganda ideológica-política para lavarle el cerebro a la gente, entonces eres automáticamente calificado de 'racista' y 'homófobo', como bien queda probado en algunas críticas. Es decir, arrodíllate ante la dictadura Woke o vas a ser cancelado. Yo no trago con dictaduras de ningún tipo. Lo que han hecho con esta serie de Entrevista con el Vampiro, de la maravillosa escritora Anne Rice, es corromper su genial obra para convertirla en un panfleto político. No me voy a callar. Es necesario tener el valor de proteger el cine de estos ataques constantes.
Me resulta imposible dedicar más líneas de esta crítica a comentar si me ha parecido bien el vestuario, el ritmo del guión, la banda sonora o el parecido del elenco con la imagen que guardo en mi mente de estos personajes de las novelas (¡y eso que es lo que más me apasiona de escribir críticas!). Ninguna de esas cosas es digna de comentar cuando ya no quieres ver un capítulo más de esta putrefacta serie, por la indignación que supone tener que elegir entre tragarte propaganda subliminal asquerosa con tal de poder ver algo en el televisor antes de irte a la cama, o contribuir a bajar los índices de audiencia hasta que la cancelen. Esta serie debe ser cancelada inmediatamente. Y si consientes, mañana comerás lo mismo y el doble. Que cada cual mire qué tal le sabe la dictadura woke en formato 16:9 panorámico 4k a cambio de sacrificar buenas historias.
Comienza el primer capítulo de esta abominación y me tengo que tragar que Louis ya no es Brad Pitt, ahora es un hombre negro (me da igual la raza, yo solo veo que me están tratando de taladrar la cabeza con lo oprimido de la comunidad negra y lo culpable que se supone que me tengo que sentir). Ya no es propietario de una plantación de algodón, sino que ahora es un proxeneta que está obligado a mostrarse más duro de lo que es, ya que los hombres blancos con los que juega al póquer lo desdeñan por ser negro (porque yo soy heredero de todo el mal que cualquier hombre blanco haya perpetrado jamás, por lo que debo sentirme aún más culpable). Y además, el oprimido de Louis resulta que es un homosexual que no termina de salir del armario, pero que en medio del primer capítulo ya protagoniza una escena de desnudos homosexual con Lestat. No es que yo haya estado en la cama con pocos hombres, sino que a las personas como yo se nos está instrumentalizando sin nuestro consentimiento para esparcir la idea de que ser no-heterosexual, como yo, te convierte en una buena persona. Pero si resulta que no es como yo, entonces seguramente es un ricachón gordo y bien vestido que juega al póquer con un 'negro liberto' al que tolera porque le ofrece prostitutas en sus múltiples burdeles de una calle de Nueva Orleans, financiada con una plantación de algodón de 'negreros' (al menos así es en la novela), todo para poder taladrarme los sesos con la idea de que me tengo que sentir culpable por lo que personas con un tono de piel similar al mío le hicieron a un montón de personas de piel oscurita hace como 200 años. Sí, ya... inténtalo de nuevo, que no cuela. Más bien yo digo que es repugnante sentirse obligado a dejar de ver una serie basada en tus gustos más profundos porque está corrompida por el parásito Woke, que todo lo destroza a su paso como un tsunami. ¿También soy enanófobo por no querer ver la serie de Willow? Esa película forma parte de mi infancia, no tengo fobia a los enanos, sino a lo Woke. Ya basta de justificar lo injustificable. No me vale la retórica de que resulta que soy un bisexual homofóbico o que 'ya había un Superman gay en la década de 1980', ¡todos sabemos de qué va esto! ¡Ya está bien de tanta locura, el cine no puede convertirse en un panfleto comunista, yo no paso por ese aro, lo siento!
Y es que se acaba ahí la serie para mí. Un producto woke más cuyo objetivo es educar a las generaciones que están por venir en los dogmas anti hombre blanco heterosexual. No pienso ni ver el segundo capítulo de esta infamia porque estoy en contra de que me intenten lavar el cerebro a mí o a las generaciones futuras a través de lo que antes solía ser entretenimiento, pero que ahora solo es propaganda disfrazada como tal.
Esta serie es un insulto para los amantes de Anne Rice, de las crónicas de Louis y Lestat y del género vampírico. Esta serie es a Anne Rice lo que 'El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder' es a Tolkien: un insulto.
Y es un hecho más que probado ya que, si haces críticas como esta, alzando la voz en contra de que el cine y la televisión se conviertan en vehículos de propaganda ideológica-política para lavarle el cerebro a la gente, entonces eres automáticamente calificado de 'racista' y 'homófobo', como bien queda probado en algunas críticas. Es decir, arrodíllate ante la dictadura Woke o vas a ser cancelado. Yo no trago con dictaduras de ningún tipo. Lo que han hecho con esta serie de Entrevista con el Vampiro, de la maravillosa escritora Anne Rice, es corromper su genial obra para convertirla en un panfleto político. No me voy a callar. Es necesario tener el valor de proteger el cine de estos ataques constantes.
Me resulta imposible dedicar más líneas de esta crítica a comentar si me ha parecido bien el vestuario, el ritmo del guión, la banda sonora o el parecido del elenco con la imagen que guardo en mi mente de estos personajes de las novelas (¡y eso que es lo que más me apasiona de escribir críticas!). Ninguna de esas cosas es digna de comentar cuando ya no quieres ver un capítulo más de esta putrefacta serie, por la indignación que supone tener que elegir entre tragarte propaganda subliminal asquerosa con tal de poder ver algo en el televisor antes de irte a la cama, o contribuir a bajar los índices de audiencia hasta que la cancelen. Esta serie debe ser cancelada inmediatamente. Y si consientes, mañana comerás lo mismo y el doble. Que cada cual mire qué tal le sabe la dictadura woke en formato 16:9 panorámico 4k a cambio de sacrificar buenas historias.
4
18 de agosto de 2017
18 de agosto de 2017
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace bastante tiempo que no escribo una crítica, pero el malestar que me ha causado esta nueva versión del trepamuros me obliga a escribir algo. Empezaré diciendo que, si eres fan de este personaje de Marvel, no vayas a verla o saldrás decepcionado y te sentirás como un idiota por haber pagado por ver semejante bodrio. ¿En qué fundamento esta opinión? Pues allá vamos:
La película posee un ritmo desastroso, absolutamente nefasto. Pasa mucho tiempo de metraje hasta que realmente empiezan a suceder cosas que realmente atraigan la atención. Es como una presentación escesivamente larga de los personajes principales, que tampoco es que sean interesantes o fieles al cómic. Una del grupo es una completa borde, que no sé de dónde sale, aunque es la que más gracia tiene (que no es decir mucho). Flash Thompson, que en el cómic es un deportista cachas y un poco tonto (que posteriormente se uniría al simbionte Venom), en la película es un indio tirillas que va de cerebrito. ¿Alguien lo entiende? La "chica del prota" no es Mary Jane Watson, no es Felicia Harvey, no es Gwen Stacy... es una tía llamada Liz Allan,, que nunca tuvo mucha trascendencia en los cómics.
La personalidad de Spider-Man. El Spider-Man de los comics posee la misma personalidad que le han puesto a Robert Downey Jr. en el papel de Iron Man: vacilón, sobrado, genio súperdotado, con iniciativa... Pues en esta película, todo lo que tiene de "súper" o se lo hace o se lo regala Iron Man. ¿Dónde está el Peter Parker genio, que inventa cosas? Absolutamente todos los cacharritos de que dispone se los ha fabricado Tony Stark, de modo que Peter Parker es un lerdo, así de triste. Por no hablar de que el famoso sentido arácnido del trepamuros brilla por su ausencia durante toda la película. ¿Por qué?
En cuanto a los villanos, debo decir que el Shocker, lo único que conserva del cómic es el nombre y uno de los puños electrificados (porque sólo lleva uno, inexplicablemente). Ni traje, ni trasfondo, ni nada. Eso sí, el personaje del Buitre, interpretado por Michael Keaton tiene mucha profundidad, el diseño de su traje es espectacular y su personalidad es realmente interesante y atrayente.
Si tuviera que narrar cómo fue para mí la experiencia de ver esta película en el cine, lo resumiría así: que pasen ya a la siguiente escena, ésta me aburre. Siguiente, siguiente, siguiente... ¡Oh, esto mola! Ups, pues la verdad es que no molaba tanto. ¡Por dios, que termine ya! ¡Anda, parece que está remontando, igual sí merece la pena! No, falsa alarma... y luego aparecen los créditos y acaba la película. Jamás en toda mi vida me he largado de una película de Marvel sin quedarme a ver las escenas ocultas después de los créditos. Esta fue mi primera vez. Creo que debería ponerle un 3 en vez de un 4...
Nada recomendable para auténticos fans de Spiderman, poco recomendable para fans de Marvel y totalmente imprescindible para aquellos que no disfruten de los cómics.
La película posee un ritmo desastroso, absolutamente nefasto. Pasa mucho tiempo de metraje hasta que realmente empiezan a suceder cosas que realmente atraigan la atención. Es como una presentación escesivamente larga de los personajes principales, que tampoco es que sean interesantes o fieles al cómic. Una del grupo es una completa borde, que no sé de dónde sale, aunque es la que más gracia tiene (que no es decir mucho). Flash Thompson, que en el cómic es un deportista cachas y un poco tonto (que posteriormente se uniría al simbionte Venom), en la película es un indio tirillas que va de cerebrito. ¿Alguien lo entiende? La "chica del prota" no es Mary Jane Watson, no es Felicia Harvey, no es Gwen Stacy... es una tía llamada Liz Allan,, que nunca tuvo mucha trascendencia en los cómics.
La personalidad de Spider-Man. El Spider-Man de los comics posee la misma personalidad que le han puesto a Robert Downey Jr. en el papel de Iron Man: vacilón, sobrado, genio súperdotado, con iniciativa... Pues en esta película, todo lo que tiene de "súper" o se lo hace o se lo regala Iron Man. ¿Dónde está el Peter Parker genio, que inventa cosas? Absolutamente todos los cacharritos de que dispone se los ha fabricado Tony Stark, de modo que Peter Parker es un lerdo, así de triste. Por no hablar de que el famoso sentido arácnido del trepamuros brilla por su ausencia durante toda la película. ¿Por qué?
En cuanto a los villanos, debo decir que el Shocker, lo único que conserva del cómic es el nombre y uno de los puños electrificados (porque sólo lleva uno, inexplicablemente). Ni traje, ni trasfondo, ni nada. Eso sí, el personaje del Buitre, interpretado por Michael Keaton tiene mucha profundidad, el diseño de su traje es espectacular y su personalidad es realmente interesante y atrayente.
Si tuviera que narrar cómo fue para mí la experiencia de ver esta película en el cine, lo resumiría así: que pasen ya a la siguiente escena, ésta me aburre. Siguiente, siguiente, siguiente... ¡Oh, esto mola! Ups, pues la verdad es que no molaba tanto. ¡Por dios, que termine ya! ¡Anda, parece que está remontando, igual sí merece la pena! No, falsa alarma... y luego aparecen los créditos y acaba la película. Jamás en toda mi vida me he largado de una película de Marvel sin quedarme a ver las escenas ocultas después de los créditos. Esta fue mi primera vez. Creo que debería ponerle un 3 en vez de un 4...
Nada recomendable para auténticos fans de Spiderman, poco recomendable para fans de Marvel y totalmente imprescindible para aquellos que no disfruten de los cómics.
4
1 de marzo de 2019
1 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ser muy conciso en esta crítica. La película es tan, tan, tan estúpida, que tienes que mantener el cerebro apagado para poder verla. Y me encanta Batman y me encanta DC Animation (en general). No soy un hater. Esta cinta es sencillamente absurda de principio a fin. Eso sí, tiene una animación que es espectacular, es una pasada. En mi opinión, la peor película de animación de Batman con diferencia. No voy a examinarla en detalle, porque es que no merece la pena.

4,0
2.568
6
15 de noviembre de 2010
15 de noviembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejemos clara una cosa: está el cine "artístico", donde se buscan los mejores planos, las actuaciones más logradas y los giros de guión magistrales... y está el cine "palomitero". No me voy a meter ni con uno ni con otro, porque, como a todo hijo de vecino, me gustan los dos según el momento. Lo que no se puede hacer es juzgar esta cinta como si se tratara de El Padrino. Eso me resultaría un ejercicio de pedantería barata y está claro que esta película no trata de eso.
¿De qué trata? Trata de todo aquello que hace disfrutar a un friki de la ciencia ficción: zombies mutantes, profecías, salvadores de la humanidad con espada en mano, de monjes guerreros y navecitas espaciales. ¿Que tiene fallos a patadas? Sí, obviamente. Pero también posee algunas dosis de "esas" cosas que nos gustaría ver en una película, de "esas" que uno sabe que, aunque rompan el guión, nos deleitan con lo que nos gustaría ver alguna vez en el cine (que no dejan de ser topicazos, pero igualmente el friki que llevamos dentro no deja de verlas con cierta ternura).
Sí, sí, personajes estereotipados, diálogos de besugo y todo lo que queráis, pero esta película entretiene. No se hace pesada en ningún momento. Sacada del mismo molde que Starship Troopers o Mad Max, esta película sin duda no es El Padrino, pero con unas palomitas y unos cuantos amigos te hará pasar una buena tarde.
¿De qué trata? Trata de todo aquello que hace disfrutar a un friki de la ciencia ficción: zombies mutantes, profecías, salvadores de la humanidad con espada en mano, de monjes guerreros y navecitas espaciales. ¿Que tiene fallos a patadas? Sí, obviamente. Pero también posee algunas dosis de "esas" cosas que nos gustaría ver en una película, de "esas" que uno sabe que, aunque rompan el guión, nos deleitan con lo que nos gustaría ver alguna vez en el cine (que no dejan de ser topicazos, pero igualmente el friki que llevamos dentro no deja de verlas con cierta ternura).
Sí, sí, personajes estereotipados, diálogos de besugo y todo lo que queráis, pero esta película entretiene. No se hace pesada en ningún momento. Sacada del mismo molde que Starship Troopers o Mad Max, esta película sin duda no es El Padrino, pero con unas palomitas y unos cuantos amigos te hará pasar una buena tarde.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esos detalles frikis de los que hablaba:
- Ron Pearlman haciendo de monje, con una espada en una mano y un tocho-libro de profecías apocalípticas en la otra, recuerda mucho a los bibliotecarios de la saga Warhammer 40.000.
- Thomas Jane, en su papel de gran héroe de la película, al final acaba convertido en medio zombie-mutante (transformación parcial, conservando su libre albedrío) es clavadito al prota del videojuego Quake 4 (también semi transformado en bicho raro)
- Devon Aoki, abandona su katana como Miho en Sin City para seguir repartiendo mandoblazos en Mutant Chronicles, esta vez con una espada un poquito más grande.
- John Malkovich, infumable papel. Aparte de que no me gusta nada ese actor, su papel sobra excepto por el hecho de que, justo antes de palmarla, se despide con la frase "¿Al menos tenéis nombre?" Me recordó al Cantar de Beowulf, cuando éste exige saber el nombre del soldado que intenta acabar con su vida, ya que su verdugo no debería ser anónimo de cara a la Historia. Malkovich no tiene tanta suerte...
- Ron Pearlman haciendo de monje, con una espada en una mano y un tocho-libro de profecías apocalípticas en la otra, recuerda mucho a los bibliotecarios de la saga Warhammer 40.000.
- Thomas Jane, en su papel de gran héroe de la película, al final acaba convertido en medio zombie-mutante (transformación parcial, conservando su libre albedrío) es clavadito al prota del videojuego Quake 4 (también semi transformado en bicho raro)
- Devon Aoki, abandona su katana como Miho en Sin City para seguir repartiendo mandoblazos en Mutant Chronicles, esta vez con una espada un poquito más grande.
- John Malkovich, infumable papel. Aparte de que no me gusta nada ese actor, su papel sobra excepto por el hecho de que, justo antes de palmarla, se despide con la frase "¿Al menos tenéis nombre?" Me recordó al Cantar de Beowulf, cuando éste exige saber el nombre del soldado que intenta acabar con su vida, ya que su verdugo no debería ser anónimo de cara a la Historia. Malkovich no tiene tanta suerte...
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