A ratos aburre, aletarga y notas a mitad de la película como va a terminar la historia. Si iba a ser una oda a la honestidad reflejado en el policia incorruptible, cumple con su propósito; sin embargo, carece de ritmo y sorpresa. Quizás Lumet no buscaba eso, sino entregar una película correcta, bien filmada, basada en un hecho real y que deja muy mal al poder representado por la policia.

De todas formas vale la pena verla por Al Pacino.

En ningún momento queda claro que el Zapa haya querido enrolarse en la policía. Actuaciones planas y algo caricaturezcas. El actor que encarna al Zapa carece de toda expresividad y se desaprovechan historias potentes como la relación que establece con la profesora de la academia. Se rescata la exposición de ciertas costumbres y ritos de un cuerpo de policia, sin embargo no me di cuenta cuando ya habia llegado al final, con màs dudas que cetezas y esperando algo que valiera la pena en la película.

Cuatro Historias bajo un Santiago gris; bien trabajadas y montadas. Sin embargo, no me termina de convencer el descenlace. Salvo para el caso de la muchacha prostituta, el resto de las historias se diluyen y no terminan de encajar en el todo de una película que sugiere más de lo que exhibe.

Actuaciones en ningun caso sobresalientes. Todos cumplen. Si hay que elegir un personaje, ese es el del peluquero interpretado por Roberto Farias, claro prototipo del chileno medio aspiracional.

Nota Final: 6.5 Interesante

Visualmente resulta estimulante, aunque si lo surrealista y simbólico no es lo nuestro, nos parecerá insulsa, lenta y absurda. Lo mejor se encuentra en la actuación de Pérez Biscayart, su transformación dentro del film esta muy bien lograda. El resto del elenco acompaña de forma correcta, pero sin destacar.

Siento que no se  profundizó el mundo hípico, sus escenarios y personajes, en favor de una historia que abusa de lo onírico y simbólico. A la larga, lo que me cuenta (o trata de contarme) la película me resulta ajeno e indiferente.

Le doy un 5 porque se deja ver y dura 90 minutos.

No es la típica película del Cronemberg retorcido y violento, al contrario la situaría en la etapa "convencional" de su filmografía, en un ejercicio más sutil y menos explicito, aunque con el sello personal del director en su forma de mostrar la realidad o lo que creemos de ella.

Un Ralph Fiennes notable, al igual que Miranda Richardson con un doble papel. Aún cuando resulta lenta, porque va al ritmo del protagonista y su descalabro mental, me parece un filme interesante. No gustará a todos y claramente se hace tediosa por la la atmósfera y sus reducidos escenarios donde se desarrolla. No obstante es una película que merece ser vista para entender la cronología del director previo a las películas "comerciales" posteriores como Una Historia de Violencia y Promesas del Este.