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Críticas ordenadas por utilidad
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5,0
11.680
4
15 de marzo de 2016
15 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos amigos maduritos que se conocen desde la infancia desean con tanta fuerza vivir la vida del otro y ponerse en su lugar que un día su sueño se acaba haciendo realidad. Uno tiene la mujer y los hijos que siempre ha querido tener y el otro la juerga, la diversión y la soltería que tanto anhela.
Jason Bateman y Ryan Reynolds protagonizan e interpretan a los dos amigos que por arte de magia intercambian sus vidas. La película en sí no tiene mucho donde rascar, es una película sin grandes pretensiones, para pasar el rato y echarte alguna que otra risa, en singular. Los dos actores elevan un poco la nota de la película pero que ni aún así alcanza el aprobado. Que levante la mano quien nunca haya tenido la fantasía de ser otra persona, aunque fuera por unas horas. Yo creo que a todos nos ha pasado eso alguna vez, sobre todo con nuestros ídolos de juventud. Pero de ahí a que se haga realidad y verlo en una película, va un mundo. Y aquí la experiencia deja mucho que desear. Está claro que todos queremos lo que no tenemos, pero cuando lo tenemos nos damos cuenta que tampoco es para tanto y deseamos poder volver a echarnos para atrás y volver al estado inicial. Pero es tan evidente que no haría falta pasar por el mal trago de ver esta película para corroborarlo. Y solo hay que acudir a ella cuando no quede otra opción en el videoclub…ni en los documentales de La 2.
Sacapuntas de oro: Los momentos escatológicos con los nenes. La fuerza y las ganas de agradar del cada vez más actual Reynolds
Sacapuntas de madera: Un guión tan sonrojante como previsible. Los personajes femeninos están exageradamente extereotipados.
Nota: 3,5 Sacapuntas.
Jason Bateman y Ryan Reynolds protagonizan e interpretan a los dos amigos que por arte de magia intercambian sus vidas. La película en sí no tiene mucho donde rascar, es una película sin grandes pretensiones, para pasar el rato y echarte alguna que otra risa, en singular. Los dos actores elevan un poco la nota de la película pero que ni aún así alcanza el aprobado. Que levante la mano quien nunca haya tenido la fantasía de ser otra persona, aunque fuera por unas horas. Yo creo que a todos nos ha pasado eso alguna vez, sobre todo con nuestros ídolos de juventud. Pero de ahí a que se haga realidad y verlo en una película, va un mundo. Y aquí la experiencia deja mucho que desear. Está claro que todos queremos lo que no tenemos, pero cuando lo tenemos nos damos cuenta que tampoco es para tanto y deseamos poder volver a echarnos para atrás y volver al estado inicial. Pero es tan evidente que no haría falta pasar por el mal trago de ver esta película para corroborarlo. Y solo hay que acudir a ella cuando no quede otra opción en el videoclub…ni en los documentales de La 2.
Sacapuntas de oro: Los momentos escatológicos con los nenes. La fuerza y las ganas de agradar del cada vez más actual Reynolds
Sacapuntas de madera: Un guión tan sonrojante como previsible. Los personajes femeninos están exageradamente extereotipados.
Nota: 3,5 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del Cine.

5,5
21.776
6
29 de febrero de 2016
29 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una banda de timadores profesionales debe decidir si alista a una joven rubia que apunta buenas maneras en el arte del engaño, pero todo se complica cuando entre ella y el líder de la banda surge algo más que una relación meramente profesional.
El dúo de directores Glenn Ficarra y John Requa, tras filmar también al alimón la interesante Crazy, Stupid, Love, dirigen aquí una película que se deja ver bastante bien, con algún momento mejor que otro pero que es muy distraída y mantiene tu mente ocupada durante la hora y media larga que dura. La pareja de actores protagonista es la compuesta por Will Smith y Margot Robbie, donde lo cierto es que ella funciona mejor que él, sobre todo cuando se trata de engañar a alguien y de robarle la cartera, en el sentido amplio y literal de la palabra. Si lo que quieres es pasar un rato entretenido y sin devanarte el seso sobre temas que te hagan pensar demasiado ni en arreglar el mundo desde el sofá, esta película puede ser una buena opción. Eso sí, al día siguiente de verla ya no quedará apenas rastro de ella, aunque lo intentes con todas tus fuerzas.
Sacapuntas de oro: La escena con el chino en el palco del campo de fútbol americano. Los giros de guión que hace que nunca te aburras. El final, tal aparentemente lógico que había pasado totalmente desapercibido.
Sacapuntas de madera: Al bueno de El Príncipe de Bel-Air parece que su éxito en la pantalla ya se le ha esfumado y que cualquier tiempo pasado fue mejor. Transmite poco y da la sensación que actúa con el freno de mano echado y el piloto automático encendido. ¿Tal vez mucho dinero en los bolsillos y pocas ganas (o ninguna) de salir de su zona de confort?.
Nota: 6 Sacapuntas.
El dúo de directores Glenn Ficarra y John Requa, tras filmar también al alimón la interesante Crazy, Stupid, Love, dirigen aquí una película que se deja ver bastante bien, con algún momento mejor que otro pero que es muy distraída y mantiene tu mente ocupada durante la hora y media larga que dura. La pareja de actores protagonista es la compuesta por Will Smith y Margot Robbie, donde lo cierto es que ella funciona mejor que él, sobre todo cuando se trata de engañar a alguien y de robarle la cartera, en el sentido amplio y literal de la palabra. Si lo que quieres es pasar un rato entretenido y sin devanarte el seso sobre temas que te hagan pensar demasiado ni en arreglar el mundo desde el sofá, esta película puede ser una buena opción. Eso sí, al día siguiente de verla ya no quedará apenas rastro de ella, aunque lo intentes con todas tus fuerzas.
Sacapuntas de oro: La escena con el chino en el palco del campo de fútbol americano. Los giros de guión que hace que nunca te aburras. El final, tal aparentemente lógico que había pasado totalmente desapercibido.
Sacapuntas de madera: Al bueno de El Príncipe de Bel-Air parece que su éxito en la pantalla ya se le ha esfumado y que cualquier tiempo pasado fue mejor. Transmite poco y da la sensación que actúa con el freno de mano echado y el piloto automático encendido. ¿Tal vez mucho dinero en los bolsillos y pocas ganas (o ninguna) de salir de su zona de confort?.
Nota: 6 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del Cine.
Documental

7,3
13.073
5
27 de febrero de 2016
27 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental sobre la cantante de jazz y de soul británica Amy Winehouse, tristemente fallecida a la edad de 27 años a causa de una parada cardíaca debida a sus muchos excesos.
El director británico de ascendencia india Asif Kapadia nos muestra algunos relatos de la vida de Amy Winehouse, documentados en entrevistas, imágenes y vídeos de la propia cantante, familia, amigos y gente de la industria discográfica. Esta nominada a los Oscar como mejor documental y, viendo al resto de las candidatas, por eliminación, parece la gran favorita a llevarse la estatuilla en la gala de mañana domingo. No obstante a mi no me acabó de gustar ni de enganchar. Me niego a pensar que un documental sea mejor cuanto más escabrosa y excelsa sea la vida de la persona en cuestión que se esté llevando a la pantalla. Un documental, como toda película, es mejor o peor según sea capaz de transmitirte, y a mi ésta no me tradujo mucho, tal vez una gran sensación de pena al ver como a una persona de origen humilde se le convierte en estrella de la noche a la mañana por el simple hecho de cantar muy bien pero se la utilice y no se le den los medios para que eduque su cabeza y su cuerpo en la misma medida que su voz. Y lógicamente cuando algo está desequilibrado, tiende a caerse, siempre, con independencia de que cantes como la seda o de que en tu cuenta bancaria haya más billetes que corruptos en política. La base de toda gran persona y de su comportamiento está en la educación que recibe desde pequeña y en la gente que le rodea, sobre todo en tu pareja. Y en el caso de Amy, estos dos pilares hacían aguas por todos lados por lo que antes o después todo se iba a desplomar. El fondo del documental me llega, y por eso la apruebo, pero la forma para mi entender deja mucho que desear. Doy por hecho que le darán el Oscar, pero más como un homenaje póstumo a la propia Amy que por la propia película en si. Y como ella si estuviera con vida iría a recoger el premio borracha y puestísima, lo mejor sería dejar el premio desierto y así evitaríamos otra tragedia.
Sacapuntas de oro: Cuando se sube al escenario y hace lo que mejor sabía hacer. Los momentos con Tony Bennet. Comprobar que las malas influencias es lo peor que le puede pasar a cualquier persona, sobre todo cuando se es tan frágil y vulnerable.
Sacapuntas de madera: Se centra demasiado en la parte oscura, en la sensacionalista, en la mierda que habitaba en cada rincón de la protagonista. Se echa en falta alguna aportación de algún colega de profesión. Le pueden sobrar 15-20 minutos.
Nota: 5 Sacapuntas
El director británico de ascendencia india Asif Kapadia nos muestra algunos relatos de la vida de Amy Winehouse, documentados en entrevistas, imágenes y vídeos de la propia cantante, familia, amigos y gente de la industria discográfica. Esta nominada a los Oscar como mejor documental y, viendo al resto de las candidatas, por eliminación, parece la gran favorita a llevarse la estatuilla en la gala de mañana domingo. No obstante a mi no me acabó de gustar ni de enganchar. Me niego a pensar que un documental sea mejor cuanto más escabrosa y excelsa sea la vida de la persona en cuestión que se esté llevando a la pantalla. Un documental, como toda película, es mejor o peor según sea capaz de transmitirte, y a mi ésta no me tradujo mucho, tal vez una gran sensación de pena al ver como a una persona de origen humilde se le convierte en estrella de la noche a la mañana por el simple hecho de cantar muy bien pero se la utilice y no se le den los medios para que eduque su cabeza y su cuerpo en la misma medida que su voz. Y lógicamente cuando algo está desequilibrado, tiende a caerse, siempre, con independencia de que cantes como la seda o de que en tu cuenta bancaria haya más billetes que corruptos en política. La base de toda gran persona y de su comportamiento está en la educación que recibe desde pequeña y en la gente que le rodea, sobre todo en tu pareja. Y en el caso de Amy, estos dos pilares hacían aguas por todos lados por lo que antes o después todo se iba a desplomar. El fondo del documental me llega, y por eso la apruebo, pero la forma para mi entender deja mucho que desear. Doy por hecho que le darán el Oscar, pero más como un homenaje póstumo a la propia Amy que por la propia película en si. Y como ella si estuviera con vida iría a recoger el premio borracha y puestísima, lo mejor sería dejar el premio desierto y así evitaríamos otra tragedia.
Sacapuntas de oro: Cuando se sube al escenario y hace lo que mejor sabía hacer. Los momentos con Tony Bennet. Comprobar que las malas influencias es lo peor que le puede pasar a cualquier persona, sobre todo cuando se es tan frágil y vulnerable.
Sacapuntas de madera: Se centra demasiado en la parte oscura, en la sensacionalista, en la mierda que habitaba en cada rincón de la protagonista. Se echa en falta alguna aportación de algún colega de profesión. Le pueden sobrar 15-20 minutos.
Nota: 5 Sacapuntas
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del Cine.
6
15 de febrero de 2016
15 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una joven pareja barcelonesa ve como sus planes de futuro juntos se ven interrumpidos cuando a ella le ofrecen un trabajo en Estados Unidos que mejorará y mucho la precariedad de su vida en España. Una oportunidad única a mucha distancia.
El primerizo Carlos Marques-Marcet debuta en la gran pantalla consiguiendo por ello el Goya al Mejor director novel. Consigue una película muy interesante y refleja de una forma simple y efectiva la dolorosa separación a la que se ven abocados dos enamorados, provocada por la terrible situación laboral en España y que ha significado la emigración de cientos de jóvenes en busca de las habichuelas que se les niega aquí. Eso sí, les damos pan y techo (y paga) a los refugiados sirios pero a nuestros muy preparados vástagos no les pagamos ni el billete de ida hacia cualquier lugar desconocido. Muy triste todo. Volviendo a la película, todo el peso recae en sólo dos personajes, en la internacional Natalia Tena y en David Verdaguer. Ya decía Alejandro Sanz hace tiempo en una de sus canciones que la distancia no es cuánto nos separamos, la distancia es si no volvemos. Y en esas están nuestros protagonistas, en si cuando vuelvan serán los mismos o sólo la sombra de lo que dejaron. Como aquél Erasmus que vuelve ya de mayor y como turista a la ciudad donde estudió un año en mitad de fiestas y rock and roll y se da cuenta que de aquello ya solo queda un bonito recuerdo pero demasiado lejano. Tiene un poco de Her y también de Like Crazy, dos películas referentes, cada una en su temática. Aconsejable.
Lo mejor: La conversación del momento de la separación. Cada uno de los originales planos vía ordenador. Lo que Google maps es capaz de hacer.
Lo peor: Se echa en falta que suba el vecino de arriba. Le falta malicia para ser una muy buena película. Le sobra lentitud.
El primerizo Carlos Marques-Marcet debuta en la gran pantalla consiguiendo por ello el Goya al Mejor director novel. Consigue una película muy interesante y refleja de una forma simple y efectiva la dolorosa separación a la que se ven abocados dos enamorados, provocada por la terrible situación laboral en España y que ha significado la emigración de cientos de jóvenes en busca de las habichuelas que se les niega aquí. Eso sí, les damos pan y techo (y paga) a los refugiados sirios pero a nuestros muy preparados vástagos no les pagamos ni el billete de ida hacia cualquier lugar desconocido. Muy triste todo. Volviendo a la película, todo el peso recae en sólo dos personajes, en la internacional Natalia Tena y en David Verdaguer. Ya decía Alejandro Sanz hace tiempo en una de sus canciones que la distancia no es cuánto nos separamos, la distancia es si no volvemos. Y en esas están nuestros protagonistas, en si cuando vuelvan serán los mismos o sólo la sombra de lo que dejaron. Como aquél Erasmus que vuelve ya de mayor y como turista a la ciudad donde estudió un año en mitad de fiestas y rock and roll y se da cuenta que de aquello ya solo queda un bonito recuerdo pero demasiado lejano. Tiene un poco de Her y también de Like Crazy, dos películas referentes, cada una en su temática. Aconsejable.
Lo mejor: La conversación del momento de la separación. Cada uno de los originales planos vía ordenador. Lo que Google maps es capaz de hacer.
Lo peor: Se echa en falta que suba el vecino de arriba. Le falta malicia para ser una muy buena película. Le sobra lentitud.
9
9 de febrero de 2016
9 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un joven batería con sueños de grandeza se topa en su camino con un profesor de música duro de roer que le hará la vida imposible pero que tal vez le sirva para comprender que en la vida no se consigue nada sin sacrificio…aun a costa de morir en el intento.
El precoz director de solo 31 años Damien Chazelle nos trae una película autobiográfica insuperablemente abrumadora de principio a fin, un auténtico maratón de cine en letras mayúsculas. Acabas la película sudando y alterado porque eres consciente de que lo que has visto es magnífico, único, vibrante. El mano a mano interpretativo entre Miles Teller, el aspirante a leyenda del Jazz y su inquebrantable profesor, J.K. Simmons, es épico, un dispendio de sensaciones y sentimientos gratamente reflejados en la pantalla. Te deja sin aliento pero poco te importa porque ya estás tan enganchado desde el primero fotograma que lo único que quieres es que nunca acabe esta batalla. Este es un claro ejemplo de que no hacen falta grandes presupuestos para lograr algo tan sublime; las mejores joyas ya se sabe que viene en frascos pequeños, acaso diminutos. Tengo un amigo que toca la batería y dice que es un peliculón. Y yo que de batería entiendo lo mismo que de física cuántica llego a la misma conclusión. Además se pueden sentir a flor de piel las relaciones humanas entre los dos, llegar a aprobar el Síndrome de Estocolmo que se observa, empatizar con uno y con otro. Uno por tenaz y luchador, otro por piedra y ladrillo que todo bello edificio debe contener. Nunca un combate dejó vivos y muertos, por igual, a los dos únicos adversarios. Mis manos están masacradas de aplaudir.
Sacapuntas de oro: La tensión contenida cada vez que el profesor, muy merecido Oscar como mejor actor secundario, aparece en pantalla, negro impoluto. Darte cuenta que para luchar contra el mundo primero debes vencerte a ti mismo. La película tiene vida propia y me creo todo, hasta la sangre. La lucha de egos. La batalla final, antológica.
Sacapuntas de madera: Por ponerle un pero, la escasa cobertura que se le da a su relación con el resto de los músicos.
Nota: 9,5/10
El precoz director de solo 31 años Damien Chazelle nos trae una película autobiográfica insuperablemente abrumadora de principio a fin, un auténtico maratón de cine en letras mayúsculas. Acabas la película sudando y alterado porque eres consciente de que lo que has visto es magnífico, único, vibrante. El mano a mano interpretativo entre Miles Teller, el aspirante a leyenda del Jazz y su inquebrantable profesor, J.K. Simmons, es épico, un dispendio de sensaciones y sentimientos gratamente reflejados en la pantalla. Te deja sin aliento pero poco te importa porque ya estás tan enganchado desde el primero fotograma que lo único que quieres es que nunca acabe esta batalla. Este es un claro ejemplo de que no hacen falta grandes presupuestos para lograr algo tan sublime; las mejores joyas ya se sabe que viene en frascos pequeños, acaso diminutos. Tengo un amigo que toca la batería y dice que es un peliculón. Y yo que de batería entiendo lo mismo que de física cuántica llego a la misma conclusión. Además se pueden sentir a flor de piel las relaciones humanas entre los dos, llegar a aprobar el Síndrome de Estocolmo que se observa, empatizar con uno y con otro. Uno por tenaz y luchador, otro por piedra y ladrillo que todo bello edificio debe contener. Nunca un combate dejó vivos y muertos, por igual, a los dos únicos adversarios. Mis manos están masacradas de aplaudir.
Sacapuntas de oro: La tensión contenida cada vez que el profesor, muy merecido Oscar como mejor actor secundario, aparece en pantalla, negro impoluto. Darte cuenta que para luchar contra el mundo primero debes vencerte a ti mismo. La película tiene vida propia y me creo todo, hasta la sangre. La lucha de egos. La batalla final, antológica.
Sacapuntas de madera: Por ponerle un pero, la escasa cobertura que se le da a su relación con el resto de los músicos.
Nota: 9,5/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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