Una comedia romántica muy entretenida, con momentos divertidos, sobre todo protagonizados por Hugh Grant, y momentos en que emociona. Cumple ambos cometidos con la ayuda de buenas interpretaciones y una acertada banda sonora.

Qué mas se le puede pedir a una comedia romántica? Pues verosimilitud, una cualidad a la que renuncia Love actually desde el principio y que sólo tienen las mejores películas.

Las ratas roban la comida, transmiten enfermedades. Los humanos las odian. No hay entendimiento posible, y menos en una cocina. Estás destinados a ser enemigos.

Con imaginación y fantasía se obra el milagro. Hay una simpática ratita que no es como las demás: su pasión por la cocina le llevará a inicia una revolución a pequeña escala con resultados impredecibles. Nada volverá a ser lo mismo.

La trama cuenta con muchas sorpresas, aunque tiene algunos giros un poco difíciles de digerir. Hay personajes demasiado arquetípicos y planos, pero bueno, es una película para niños, y eso parece que obliga a la sencillez.

Me gustaron mucho los detalles de la cocina. Trabajo en una y puedo decir que es muy real, sobre todo su funcionamiento. Una cocina "retro" con cachivaches de última moda...genial!

La Biblia nos presenta a un Jesús de Nazaret inmaculado que nos redime de nuestros pecados con su muerte, ¿pero que ocurriría si Jesús no hubiese sido tan inmaculado como cuentan los evangelistas? Esta es la hipótesis de la que parte esta película.

Los católicos muy acerrimos lo calificaran de ofensa, pero a mi me parece más un interesante ejercicio de imaginación. Su objetivo no es poner en duda la veracidad de la Biblia, sino mostrar el carácter universal de las debilidades humanas. ¿Y quien mejor para caer en la tentación que Jesús de Nazaret, un personaje con una fortaleza y voluntad a prueba de bombas?

Muy buena la interpretación mística de Dafoe y los golpes de efecto de Scorsese. La banda sonora de Peter Gabriel añade profundidad a la historia. Vestuario y escenarios a la altura.

Angustia. Opresión. Ansia de libertad. Miedo. Muchas son las sensaciones que la película sabe transmitir a través de una historia con gran suspense y una protagonista en estado de gracia.

La historia tiene el poder de estar inspirada en el macabro circuito de la cocaína. No se publicita como "basada en hechos reales" pero lo cierto es que muchas mujeres transitan por estos lugares para poder vivir. La realidad en si misma es una fuente inagotable de buenas historias que, a su vez, enseñan algo sobre realidades lejanas. Y eso, en medio de tantas historias frívolas, es un valor añadido para una película. Ahora bien, la historia peca de benevolencia con el american dream.

La fotografía y la música están muy acertadas. Los movimientos de cámara en mano, tal como recoge el manifiesto Dogma, ayudan a dar sensación de verosimilitud, de presenciar la acción desde allí mismo. La música secunda la acción sin sobreponerse a ella, prudente, sin excesos. De hecho el tono general de la película es austero, sin excesos melodramáticos.

Los aplausos que mereció la interpretación de Catalina Sandino están justificados. Es bella y es buena actriz. Sabe conservar el gesto de confianza en sí misma y seriedad que le exige el personaje, pero cuando es necesario sabe alterarlo, y sonreir, y llorar...

Una película que todos los consumidores de cocaína de EEUU deberían ver.

Comedia compuesta por tres historias independientes. (Yo sólo vi la primera y la segunda)

La primera es un vodevil, con personajes caricaturescos y parlanchines entregados a la diversión sin freno. Abundan las bromas frívolas y picantes a ritmo de una música juguetona y alegre. Hace sonreir más que reir y como es habitual en las comedias tiene su contrapunto dramático.

La segunda parte es bastante diferente: es un drama disfrazado de comedia. Pensandolo bien más que reir hace llorar. Es una comedia sobre la desgracia ajena: una sucesión de situaciones patéticas. Es asimismo un retrato despiadado de una sociedad hipócrita, beata, desigual y conservadora.