Debido al coronavirus la cosecha cinematográfica en 2020 ha sido muy pobre, pero la ganadora del oscar este año se lo lleva con toda justicia.

Se trata de una obra notable que refleja muy bien y sin recrearse en dramatismos, las consecuencias de la crisis de 2008 y las que estamos viviendo actualmente a causa de la pandemia, reforzadas por una inquietante revolución tecnológica que amenaza con agudizar el problema del paro cada vez más.

Fern, encarnada magistralmente por Frances McDormand, es una aguerrida profesora en paro, que tras enviudar, recorre el oeste americano viviendo en su destartalada furgoneta. Durante este viaje, que también tiene mucho de espiritual por la búsqueda de uno mismo que supone, conoce a otras personas maduras en su misma situación, que como ella, trabajan en empleos temporales ganando lo justo para sobrevivir.

Después de divorciarse de su mujer el policía Wes Block debe enfrentarse a un maníaco sexual asesino de mujeres mientras trata de sacar adelante a sus dos hijas adolescentes, para ello contará con la ayuda de una periodista por la que se siente atraído. Supongo que al viejo Clint no le costaría mucho trabajo interpretar a este personaje ya que en aquella época también él se divorció de la actriz Sondra Locke con la que que compartió reparto en varias de sus películas entre 1976 y 1983. Su personaje en este filme es un cruce entre Harry el sucio y un hombre de conducta errática atormentado por el abandono de su mujer. Su afición a la bebida y el interés por las prostitutas le llevan a convertirse en sospechoso del caso.

No es nada del otro jueves este rutinario policíaco escrito y dirigido por el guionista de La fuga de Alcatraz al que Eastwood aporta solidez con su correcta interpretación acompañado de su hija en la vida real. Conforme sus hijos se hacían mayores les fue dando pequeños papeles en sus películas como había hecho dos años antes en El aventurero de medianoche con Kyle Eastwood. En la cuerda floja es una de sus obras menos conocidas no obstante en Estados Unidos tuvo bastante éxito pero hoy en día está prácticamente olvidada.

La niebla fue una de las primeras películas de John Carpenter. Después del éxito cosechado con La noche de Halloween el director realizó una película de temática similar aunque mejor ejecutada. Como si de un cuento de terror se tratara Carpenter nos cuenta la historia de un pequeño pueblo pesquero que de pronto se ve envuelto en una misteriosa niebla. Cada vez que aparece la niebla alguien muere. Una locutora de radio y una joven estudiante descubrirán que entre la niebla hay unos seres fantasmales que representan a los piratas que antaño vivían allí antes de ser asesinados por los fundadores del pueblo. Ahora estos espíritus han vuelto en forma de niebla para vengarse.

Otra película de culto de su director que fue objeto de un desastroso remake unos cuantos años después de su estreno. La película ha ganado con los años y es una entretenida obra de terror y misterio muy del gusto de los aficionados. Supuso la segunda película de Jamiel Lee Curtis interpretando un papel similar al de La noche de Halloween. Me gusta más La niebla que Halloween porque es más disfrutable, la historia y el argumento son más atractivos y el paso del tiempo no le afectado lo más mínimo.

Desfasada cinta de espías ambientada en Berlín y París en la que un padre y su hijo deberán unir sus fuerzas para encontrar a su mujer secuestrada por una red de espías de la Alemania oriental. Estamos ante una de esas películas de espionaje de mediados de los ochenta al estilo de El pacto de Berlín protagonizada por Michael Caine también en 1985. Target está dirigida por el artesano Arthur Penn que volvió a contar con los servicios del gran Gene Hackman para protagonizar este pasable filme de intriga. Le acompaña un jovencísimo y fotogénico Matt Dillon, que interpreta al hijo en cuestión y que tras descubrir, que su padre en el pasado fue un espía, le ayudará a buscar a los autores del secuestro de su madre.

La película incluye persecuciones y tiroteos por las calles de Berlín y París y logra salir airosa gracias al buen hacer de su director, pero la intriga no está muy bien llevada. Resulta algo confusa y el final es demasiado previsible, se ve venir a la legua, no hay emoción ni efecto sorpresa. Ni siquiera algún giro de guión que impacte.

Bodrio indigesto que supone la adaptación al cine de la famosa serie de los ochenta, El equipo A. Nos encontramos ante una sucesión de vertiginosas y aparatosas escenas de acción imposibles y disparatadas incluso para una película de dibujos animados. Veánse los numeritos con el helicóptero y el del tanque. Cualquier parecido con la serie es pura coincidencia. El argumento resulta confuso y poco interesante. El final es lamentable con otra exagerada escena de acción en los containers de un barco con unos efectos especiales que cantan a ordenador por los cuatro costados.

Los actores que interpretan al mítico equipo son decepcionantes. Liam Neeson es quizá el que más da el pego, pero es demasiado grandote para el papel. Bradley Cooper, alias cara de perro, hace demasiadas payasadas, tantas que quizá habría estado mejor en el papel de Murdock. Quinton "Rampage" Jackson se parece a Mr T, pero en la película es demasiado blando y tiene unos problemas de conciencia ridículos y no lleva los collares del auténtico M.A. Y en cuanto a Murdock, decir que sus paridas no tiene la gracia del genuino Murdock de la serie original.

Se echa en falta también la archifamosa melodía de la serie que en el film brilla por su ausencia, así como los disfraces de Aníbal o los cacharros que construían con tres bidones y una pila de chatarra. La furgoneta a penas sale y la guerra de Vietnam, como es lógico, ha sido sustituida por la guerra de Irak pero el argumento de la película no tiene nada que ver con el de la serie. El equipo A siempre ayudaba a los que sufrían el abuso de algún cacique local.

La traslación a la gran pantalla de esta inolvidable serie tenía que haberse realizado respetando escrupulosamente la serie original, de lo contrario nos encontramos con una rutinaria cinta de acción más que aburre por sus exageradas escenas de acción y su enrevesado argumento.

Pero el problema fundamental de esta fallida adaptación es que el material en el que se basa es mediocre. Por que no nos engañemos, El equipo A era una serie cutre y bastante mala. Lo que pasa es que la nostalgia nos impide juzgarla honestamente. Y en aquellos años, los que la vimos de pequeños nos conformábamos con cualquier cosa cuando sólo había dos canales de televisión. El mismo Coche fantástico o Corrupción en Miami vistas hoy en día resultan bastante malas y prueba de ello es que la adaptación al cine de estas series han sido un sonoro fracaso. Y es que hay cosas que es mejor no tocarlas y dejarlas como están para no estropear el buen recuerdo que teníamos de ellas.