Casino presenta uno de los inicios más impactantes de la trayectoria de Scorsese, una advertencia y un preludio de lo que le espera al espectador en este thriller protagonizado por un triángulo perfecto, formado por De Niro, Pesci y Sharon Stone. El frenesí inicial no reduce y su aura hipnotizante perdura al largo de toda la película, incidiendo en la construcción de sus personajes y en uno de los mejores guiones que ha ofrecido el director americano.

Estragos de la Muerte en Venecia de Thomas Mann, de Hermann Hesse y de Ciudadano Kane. Fresas Salvajes es apasionante en todos los aspectos, con una narrativa no solo innovadora, sino brillante para su época. Ingmar Bergman expone una mirada nostálgica de un infranqueable profesor con heridas de su juventud que le han marcado durante toda su vida. La sobrecarga psicológica y filosófica -digna de mención- complementa una alegoría perfecta y admirable.

Brad Pitt y Morgan Freeman conectan para llevar a cabo una acción repleta de intriga, suspense y con una base argumentativa abismal. Ambos deberán superar día a día -nunca mejor dicho para poner freno a un asesino en serie con un patrón enfermizo, los siete pecados capitales. Seven es sencillamente trepidante, engancha en todo su transcurso y es una de los mejores thrillers del género policíaco.

Un argumento y una historia estremecedora con abundantes matices, capaz de destapar el conflicto interno, psicológico y social de Colin Smith, interpretado por Tom Courtenay. La Soledad del Corredor de Fondo ofrece una reflexión aguda, árida, marcada por la evolución personal y la necesidad de libertad de su protagonista. Jamás se ha tratado una lucha interna con tanto estilo, personalidad y precisión.

En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca -el film y la ciudad- acogen una historia brillante y fantástica, caracterizada por una trama romántica y una evolución de su protagonista, Rick. Humphrey Bogart da vida a este último de forma ejemplar, plasmando la frialdad y la seriedad -y el sufrimiento- de un propietario de un local donde frecuentan grandes eminencias políticas y militares. La vida de Rick se ve alterada con el encuentro de su expareja, Ilsa (Ingrid Bergman), cuyo objetivo es abandonar Casablanca. La conexión Bergman-Bogart es maravillosa, la música (Max Steiner) adquiere un papel principal y su historia hace de esta cinta un referente indispensable.