No cabe duda de que Boetticher tiene mejores westerns; en Buchacan...el guión resulta un tanto rocambolesco, exagerado por los devenires de esa peculiar y pueril familia Agry y por ese pueblo caricaturesco que, al final, acaban por imponer un tono insustancial en la dureza que suele sujetar la narración típica del western. En resumen, hay pocas cosas en su sitio y muchos devaneos que reducen la atención y minoran la consistencia del film. A cabalgar de nuevo..

Le hace falta una beca para convertirse en buen cine. Sólo la presencia de De Niro y de su particular química con Hathaway la salvan del descalabro porque el guión es un cúmulo de despropósitos, sorprendiendo a un espectador hasta el punto de hacerle pensar si se había perdido alguna escena por el errático desarrollo meta-linguístico del film. Lo demás, una película de cómoda visión, melindrosa y de rápida absorción mental. A otra cosa, "mariposas". Un saludo.

La verdad es que ya desde hace tiempo, Ridley Scott me hace dudar de que sea realmente el Ridley Scott de hace veinte o treinta años. Supongo que uno se hace viejo y el talento también pierde lo que tenía de bisoño y de "ágil". Me lo temía; pero la atmósfera sobrecogedora de Alien me empujaba a la idea de que "mi pálpito cinéfilo" me engañase; sin embargo, no fue así...Y me encuentro con una película pretenciosa, manida,...que lo único que hace es confirmar el aparente cansancio o desgaste de un director que queda para tiempos pasados.
Lo peor es que anuncian segunda parte...Lo mejor es que ya me coge prevenido.
Saludos.

Una hermosa recreación sobre el error humano y el perdón divino. Una genialidad del cine para visionar con todos los sentidos fílmicos y emocionarse con la juventud de una Ingrid Bergman brillante y bellísima y de su precoz embrujo con la cámara.
Hagan el favor de hacer un INTERMEZZO en sus vidas y dediquen ese tiempo a disfrutar del séptimo arte. No olvidarán ciertas escenas por lo gozoso de sus perspectivas, de sus soluciones ejemplares y por la emoción que de ellas se desprende.

¡Música, maestro!

Una vez finalizada la película, confieso que pensé en qué momento un profesional o un grupo de profesionales -lo cual sería más grave- tomaron la decisión de dar luz a un proyecto semejante. Me parece una película de mal gusto, de un humor surrealista, de un romanticismo grosero y de una inutilidad cinéfila sonrojante a pesar de Charlize Theron y su inevitable carisma en la pantalla. Infumable visión de lo que debe ser un avance en el género de la comedia y repito, fallido, superfluo ejemplo de un producto para el gran público.