No estoy de acuerdo en que sea un película cruel, ni dura, ni que transmita el desamparo de la vejez. No lo es. Sólo hay dos secuencias, y una de ellas bastante forzada (cuando pide la ropa) en la que podría parecer que les tratan mal y no es así. Ni siquiera se observa una lucha por la herencia. Todos los hijos son amables en todo momento. Tienen cosas que hacer, han madurado, tienen responsabilidades y sus padres tienen casa propia. Es una visita de unos días. No van a sacrificar su trabajo para darles un paseo. Si acaso, es el padre el que demuestra falta de sensibilidad (ver spoiler).

Dejando este punto a un lado, efectívamente la fotografía es excepcional. La forma en la que cuenta la historia Ozu es honesta aunque no le pondría el calificativo de poética.

Además, no puedo dejar de comparar esta película con Vivir! (Ikiru) del verdadero sensei Kurosawa. Las comparaciones en ocasiones, son odiosas e injustas. Aquella película me llenó, me hizo llorar, mostraba una sinceridad sin límites y el problema de la vejez lo retrataba de una forma más dramática. La que me ocupa, no logra emocionarme.

La genialidad de ambos queda demostrado en este film.

Dividida en dos partes, en la primera podemos presenciar el arte de Tarantino, esa antológica primera escena, ese graciosísimo humor negro, increíble presentación de personajes. Te pueden hacer reír en cualquier situación logrando una mezcla insuperable, reírte ante el horror.

Espectacular segunda parte en la que Rodriguez nos muestra su talento en la dirección.

Entretenimiento puro para los amantes del cine sin prejuicios. Al resto, pues sólo queda darles el pésame. Sin duda, películas como ésta logran encumbrar un género hundido, el de la acción.

Tarantino acaba de reinventar el humor negro. Hay escenas que conmocionan de espanto y de risa. Y es que, como bien indica el título, se reúne una memorable cantidad de hijos de p*** que en pantalla.

Haciendo memoria, 'Un Dios salvaje' o 'Relatos salvajes' quizás sean lo más parecido que he visto estos años. La de Polanski también se desarrollaba en una sola estancia con un impresionante guión y reparto, absorbente también de principio a fin, pero aquí el guión te atrapa, te eleva en una espiral de tensión y violencia y en lo alto, consigue hacerte reír a carcajadas. Esto sí es humor negro.

Espectacular Jennifer Jason Leigh, a quien le basta un guiño para meterse al espectador en el bolsillo. Mención aparte la impresionante cantidad de comentarios racistas. Tan sólo recordar que la película tiene lugar pocos años después de la guerra de secesión, donde una mitad luchaba por abolir la esclavitud contra la otra. Todos mis respetos por ser capaz de abstraerse de lo políticamente correcto después de las críticas recibidas en Django.

Samuel L. Jackson y Kurt Russell brillan como acostumbran. Por mi parte, la sorpresa ha sido Walton Goggins (el policía corrupto de The Shield) del que me alegro que haya conseguido encajar con un papel de altura ayudando a liberar la tensión en los momentos clave.

Ennio Morricone vuelve a componer una melodía brillante de misterio, oscura.. que encaja como un guante en la historia. La fotografía de nuevo es preciosa. Desde Kill Bill las películas de Tarantino son estéticamente una obra de arte. Merece la pena verlas por el mero hecho de contemplarlas.

PD: Lástima no haber tenido la oportunidad de verla en 70 mm ultra panavision.