La última película de Alex de la Iglesia me causa una fuerte sensación de decepción. Aunque técnicamente está muy bien, y aunque la trama podría tener cierta originalidad al incluir el juego matemático en la resolución de un crimen, todo en la película me resulta forzado. Los personajes no están bien definidos y las relaciones que se establecen entre ellos (que son presuntamente cruciales) no son creíbles (resulta que Leonord Watling le mete la lengua hasta el esófago al Elijah la segunda vez que lo ve, venga ya!!! Y el personaje de Julie Cox se enamora de Frodo en el tiempo que dura una cena. Va a resultar que este tío es un mito erótico). La trama criminal esta contada a trompicones y al intentar meter, con calzador, el elemento matemático, se crea un barullo poco comprensible.
Hay algunas escenas muy logradas pero en general la película me dejó frio, no me llegó a interesar lo que me contaban ni ninguno de los personajes que aparecen. Alex de la Iglesia es un tipo inteligente y simpático y los pechos de la Leonor son realmente hipnóticos pero vaya, eso no es suficiente.
Mención a parte para el lamentable doblaje español que, desde luego, no ayuda a que uno se meta en la película.