La clarividencia siempre ha sido muy controvertida en el mundo cinematográfico, sobre todo porque en todas esas historias hay algún personaje que está empeñado en cambiar el inevitable desenlace.

En este caso el malvado Ezekiel Sims ve que en el futuro tres jóvenes van a matarlo y, empeñado en evitar que eso llegue a ocurrir, decide matarlas antes de que ellas conozcan incluso su existencia. Como resultado, lo único que este despiadado y manipulador villano consigue es destrozar la ciudad de Nueva York y su muerte prematura. Algo parecido hace nuestra protagonista, Cassandra, aunque sus motivos son moralmente más aceptables. Eso sí, la ejecución de su plan no es de lo mejorcito; creo recordar que el secuestro sigue siendo delito en este universo.

En resumen, otra película de superhéroes que se deja ver, pero que no se aleja de los tópicos más explotados del género: la found family y el descubrimiento de los orígenes.