Incuestionable obra maestra del maestro japonés. Kurosawa es quizás, después de Ophuls y Visconti, el mejor adaptador de obras literarias en el cine.
"Rashomon" adapta dos cuentos de Ryunosuke Akutagawa: "Rashomon" y "En el bosque". Del primero extrae el marco de la película, con los tres personajes que se refugian de la lluvia en las ruinas de una gran puerta, así como la discusión moral del final. Del segundo extrae el interrogatorio y los acontecimientos centrales de la obra, que son narrados de manera distinta por los interpelados.
Si uno se toma el tiempo de leer los cuentos, podrá ver con mayor claridad en qué constituyó el trabajo de Kurosawa y de la guionista Shinobu Hashimoto. Es muy interesante analizar la manera como traslada el contenido de un lenguaje a otro; lo que suprime y lo que agrega, para que todo resulte verosímil, para que exista armonía y coherencia en el relato.
Aquí entra la cinematografía, con el soberbio trabajo de Kazuo Miyagawa. Fabuloso contraste de luces y sombras sobre los personajes y el entorno. El trabajo de cámara es muy moderno; con mucha versatilidad, se aleja enormemente del estatismo teatral típico del cine clásico.

Es interesante el hecho de que el relato se componga de tres líneas narrativas (puerta, interrogatorio y bosque) y que en cada una de ellas siempre haya únicamente tres personajes (hay un interrogador invisible, como en el cuento, y un espía en el cuarto relato, pero no aparecen en el encuadre).
A su vez hay mucha unidad en la composición de los planos; Kurosawa emplea un modelo triangular, en el que dos personajes aparecen en el foreground mientras que el tercero se ubica en el background, o viceversa, según convenga a sus necesidades narrativas y expresivas.

En cuanto al contenido, se puede decir que la obra reflexiona sobre el egoísmo, la hipocresía, la mentira, debilidades y aspectos negativos de la condición humana. La puerta en ruinas, en decadencia, es escenario adecuado y muy expresivo para este oscuro cuento moral. Además la lluvia, las sombras, la desolación...
Sobre el final, sin embargo, se puede advertir cierta luz de esperanza: aparece el bebé y cesa la lluvia. Hay una oportunidad para redimirse. No hay nadie completamente malo, ni nadie completamente bueno. Donde brilla luz, existe la sombra.
Por otra parte puede reflexionarse sobre cómo la perspectiva del hombre deforma la realidad. Cada uno absorbe y asimila de manera diferente. Aunque el hecho real sea el mismo, lo que queda guardado en la memoria no es igual para todos.
En general las actuaciones son muy buenas, aunque es cierto que Kurosawa todavía no ha podido sacarle todo el jugo a estos colosos de la interpretación: Takashi Shimura (Vivir) y Toshiro Mifune (Barbarroja).

Una obra para la eternidad. Notable también por haber abierto las puertas al maravilloso cine japonés, para que encantara al mundo.

Clasicazo del cine de aventuras. Estupenda para pasar un buen rato y algo más.
"King Kong" constituye en cierta forma una crítica a Hollywood y al star system, así como una breve exploración de la naturaleza humana, capaz de cualquier cosa para satisfacer su insaciable (y enfermiza) curiosidad. A su vez la película se puede ver como una alegoría de la crisis del 29 y la posterior Gran Depresión (Nueva York atacada por un monstruo).
Poco hay para reprochar en los apartados técnicos: excelente trabajo de cámara, notable fotografía, adecuado uso de la pantalla auxiliar...
Sobre todo hay que resaltar el sobresaliente trabajo de Willis O'Brien, creador de uno de los ejemplos más logrados y representativos del cine con animación stop-motion. El resultado es muy creíble y realista, teniendo en cuenta le época en que fue realizada la película.
A pesar de sus numerosas virtudes (sobre todo, ser una obra influyente en muchos campos de la cinematografía, creadora de un mito y de un icono que ha sido parte del imaginario popular desde entonces), la película tiene algunos puntos negativos.
La idea, si bien proviene de obras anteriores como "Mundo perdido", es bastante original. La historia funciona muy bien, tanto que en remakes posteriores se ha conservado hasta en niveles muy específicos. Pero hay más de una escena innecesaria, que parece solamente ostentación técnica, y que sirve poco o nada a la historia. De hecho, en muchas ocasiones la película parece detenerse, se interrumpe el ritmo, la historia no avanza. Ejemplo de esto son varios de los ataques de monstruos en la isla y las matanzas prolongadas e innecesarias de Kong (el ataque al tren en la ciudad).
Otro punto negativo son las interpretaciones, caricaturescas y defectuosas, aunque es cierto que los personajes son más bien funcionales y no tienen demasiadas aristas (el interés está en otra parte).
Notable en cualquier caso. Obra mayor dentro del cine de fantasía. Reliquia histórica del cine y la cultura.

Son pocas las ocasiones en que Mizoguchi ubica su relato en la modernidad. Generalmente sus películas cuentan historias en contextos históricos antiguos, lo que le confiere una notable faceta de historiador.
También es poco frecuente que el autor trabaje con un reparto numeroso y de gran protagonismo. Normalmente hay uno o dos protagonistas, que a lo largo de los filmes interactúan con una gran cantidad de personajes de importancia significativamente menor.
Pues "La calle de la vergüenza" constituye una de esas pocas excepciones. Pero por lo demás el filme, que es formidable, posee todas las características formales del cine tardío de Mizoguchi, así como los temas normalmente tratados en su obra.
Se sabe que el maestro solía frecuentar prostíbulos, y también sabemos que su hermana fue una geisha que sacrificó mucho para pagarle los estudios a su hermano. Luego, no sorprende que a lo largo de su obra encontremos por doquier mujeres con este tipo de profesión. Pero en ningún otro caso se aborda el tema con la profundidad, la honestidad, la ternura y la crudeza como se hace en esta magnífica obra final.
Además de ser un filme bellísimo y de una perfección formal incuestionable, perturba y conmueve sobremanera. Mizoguchi, novelista del cine, retrata al Japón de su propia época, en la posguerra, desde la mirada de uno de los sectores más vulnerables y críticos de la sociedad. La mujer desdichada vuelve a ser el centro de atención, y para lograr un retrato completo y profundo recurre a distintos tipos de realidades, vividas y sufridas por cada una de las prostitutas.
En definitiva,"La calle de la vergüenza" es sin duda una de las obras mayores del autor y quizá sea su trabajo más íntimo. Desgraciadamente, no volvería a realizar una película.

"Como en un espejo" fue la primera película que Bergman rodó en la isla de Farö. En ese contexto aislado, cuatro personajes que sufren distintas formas de incomunicación (hombre-hombre, artista-realidad y hombre-Dios) se reúnen para unos días de asueto en verano. Más pronto que tarde, las carencias afectivas y las dudas existencialistas de unos y otros se manifiestan creando una fuerte tensión. Esto se ve agravado y en cierta forma representado por los crecientes ataques esquizofrénicos del personaje de Karin.
El paisaje exterior, el mar y las noches blancas, no es otra cosa que una transfiguración del vacío que los atormenta. Un exterior que invade sus vidas, a través de las puertas y ventanas de la casa, que permanecen abiertas. Sólo hay una puerta que está cerrada, y que se abrirá en el clímax de la locura de Karin, hacia el final.
En este sentido el trabajo de fotografía de Sven Nykvist es esencial.

Por otra parte, podemos observar cierto entendimiento entre Karin y su hermano, que atraviesa no sólo el ámbito intelectual, sino también el físico y el sentimental, así como cierta camaradería entre Martin y el escritor. Algo que me parece significativo es que, para que estos encuentros tengan trascendencia y den lugar a la exteriorización de los sentimientos, la pareja de personajes debe aislarse del grupo, ya sea en la propia isla, en el mar (bote) o en el barco estancado.