Excelente serie. Los primeros capítulos te hacen dudar si un tema "ya resuelto" dará para mantener el interés durante tres temporadas. Pero la definición de los personajes, el interés de la "pausa" con la que la narración mantiene el misterio y la expectativa en cada episodio, la administración sostenida de las extravagancias "psicodélicas" de los productos derivados de King, y un equilibrio muy logrado entre el terror psicopático, el típico del Mal sobrenatural presente siempre en el escritor, con ese otro terror del sin sentido hacía la vida de un detective ya retirado y sin futuro. En esta serie ambos miedos se impulsan y alimentan. Solo estoy acabando la primera temporada, pero a cada entrega me ha ido capturando la conseguida atmósfera de Mr. Mercedes.

Pues sí. En la que era nuestra vida de altos vuelos en brazos de Morfeo, en pocos años han hecho que pongamos los pies en el suelo, hemos despertado a una extraña realidad en un desconocido lugar, hemos comenzado a mirarnos como los extraños que somos, asustados ante la cacería que han desatado contra nosotros, y puede que dándonos un tiempo precioso, que estámos perdiendo, por si vemos oportuno tener que armarnos. En fin, llevo diez minutos de visión, y creo tener los elementos para esta reseña que hago, así como para afirmar que el entretenimiento está asegurado. En esas andamos y, como me queda mucho metraje por delante, tanto de película como de realidad, veremos si en las mismas acabamos. Puede que haya hecho spoiler de alguna manera, pero poco claro, y en ningún caso va a arruinar la mirada de otros. Eso sí, hay esperanza porque acaba de entrar en escena la resistencia, una  hermosa rubia de ojos verdes que espero nos salve.Por lo demás, cualquier parecido con la realidad es sarcástica coincidencia.

Una imagen resume en su totalidad esta serie: la del jornalero sosteniendo los restos de una paletilla, con el mismo estilo que si tuviera entre sus manos un Goya por su actuación. Una pena de presupuesto mal empleado, de falta de seriedad hacía el trabajo que se hace,......una PENA.
A partir de un momento es como si la serie se tomase a risa a sí misma, y espantada por la incredulidad de las sorpresas, ruborizada por las malas actuaciones, condicionadas por la falta de fe en la bondad del producto, etc, etc........se entrega a hacer un guiño de vovedil al espectador, como única forma de disculparse ante él, pedirle disculpas, y salvar lo insalvable tratando al menos de divertirlo, al tiempo que implora clemencia.
Vaya dónde deja a la Bene, al elenco, a la decencia de la producción española, y principalmente al espectador que espera lo traten con respeto, y que con su dinero se hagan cosas dignas en su país. Menos mal que el Guadiana se oculta, y da margen para esconder lo que no debe estar a la vista.