Con una historia tan intensa como emotiva los minutos de metraje pasan volando.
Comienzas este viaje cegado por el sol y la arena sin saber a donde vas.
Al poco tiempo te vas dando cuenta de que todo tiene sentido. Persigues una ilusión. Puede tratarse de un amor, de algo que idealizaste y se quedó en el camino.
Es de esas películas que no se olvidan porque hablan de la fragilidad del ser humano.
Las interpretaciones son notables. Una película para ver y escuchar. Los acordes lentos de guitarra provocarán alguna lágrima con esa magnífica banda sonora que nos acompañará durante el viaje.

Analiza los sentimientos de un joven en su camino iniciático por el oscuro túnel del horror.

En el nudo de la historia conocerá los secretos del amor, de la amistad y del valor.

Partiendo de la base de que nada tiene sentido en la barbarie de una guerra cualquiera... Estremece. Porque volver a tu casa, a los brazos de tus seres queridos después de sentirte helado, herido y marcado por la muerte... Es un rasgo de grandeza decirles que todo está bien, que no pasa nada, que todo irá bien en el futuro.

Lección sobre la fugacidad de la vida y también sobre la belleza de todo aquéllo que permanece en paz, inmutable.

Como un árbol.

Pienso que la actuación del actor principal, fuera de algún exceso, normal a tenor del personaje que interpreta, es de un actor de excepcionales dotes.
He visto ambientación y percibido dirección notables.
Al cabo, cuando comienzan los títulos de crédito del final, tenemos la sensación de querer que siga su curso esta historia apasionante... Lo que viene a continuación es la 2ª Guerra Mundial.
Buena, desde mi punto de vista, narración del germen del nazismo, personificado aquí en el joven Adolf, que da como resultado de esta "ficción" narrativa, un gran estudio de la sinrazón humana en esos tiempos en los que nacía el concepto de manipulación de masas a través de soflamas, panfletos y propagandas de todo tipo.
Es como una lección de historia, que se aprende una vez, se olvida al cabo del tiempo y vuelve a resurgir en cualquier momento.

Interesante película que nos propone reflexionar sobre tres aspectos:
Por un lado la reacción de los seres humanos frente a un miedo irracional, cualquiera que sea. Por otro la capacidad que tienen los medios de comunicación para ensimismar y producir reacciones en cadena.
Finalmente sobre la fragilidad propia de nuestra especie frente a todo aquéllo que le resulta desconocido.

Con una trama y un planteamiento contundentes. Con buenos actores, sobre todo Gene Hackman, en estado de gracia, esta película propone suspense, acción y emociones llevadas, en ocasiones, al límite.
Cómo se pasea Gene Hackman por calles y tugurios. Hay que estar atentos a cada gesto expresivo de este actor. Atentos a la carga de amargura y de contradicciones que arrastra su personaje hasta que estalla entre la ternura que le provoca la soledad y la furia devastadora.
Con actores e interpretaciones tan sobresalientes tenemos asegurado uno o varios pases para esta película. Y una espiritual banda sonora para llenar el contexto.