Un acercamiento a las posturas anarquistas necesario para la reconstrucción de la identidad histórica española. De ritmo inaccesible y desarrollo incómodo, no deja de ser un documental revelador.

Documental por y para la izquierda radical española (con alguna incorporación de primera fila de la izquierda moderada) sobre la guerra civil y las conclusiones que la izquierda y, en particular, el anarcosindicalismo español extrae de los errores que se cometieron.

Obra del histórico faísta Abad de Santillán y rodado por su hijo. Lo más valioso son las impresiones y testimonios directos de los protagonistas entrevistados.

La vi casi obligado por mi pasión por la Historia y mientras jugaba a Gladiatus, porque no tenía tripas suficientes para lanzarme a la piscina: necesitaba alicientes. Y es que la serie tritura todo principio histórico para ofrecer peleas del estilo '300', personajes musculados a la moda, mujeres preciosas que siguen perpetuando el modelo patriarcal, conductas y comentarios enfermizos por su nivel de grosería y lascivia, guión penoso, vestuario pobre, argumento muy flojo...

¿Por qué la vi, entonces? Porque soy hijo de los '90 y me trago cualquier basura cuando estoy aburrido, y porque soy esclavo de este modelo social de mierda. Pero por nada del mundo vería las precuelas y secuelas. "¡Por las pollas de los dioses!" antes me pego un tiro.

Una versión levemente progresista del tardofranquismo y una visión oficialista, mentirosa y traidora de lo que fue la Transición. Si la primera etapa de la serie engancha y atrapa por su magnetismo (contexto, interpretaciones, juego de cámaras, guión...), esta pierde fuelle con el paso del tiempo, analizando tramposamente algunos asuntos claves de los últimos días del Franquismo y tras 1976 la serie cae en un agujero negro del que no sale. Finalmente los años dedicados a la Transición es la conversión en una serie adoctrinadora y de barrio, una más.

Lo más provechoso de esta serie es el montaje bélico: impresionante. La trama de los personajes es confusa, el guión de poca monta, el argumento lento y soporífero. Las escenas eróticas son introducidas casi a presión. Las historias intercaladas torpemente...

A veces intentan dramatizar al más puro estilo Coronel Kurtz, pero con Joe Mazzello resulta imposible (no había visto una interpretación tan mala desde Orlando Bloom... en cualquier momento ansiaba que un velociraptor le arrancase la cabeza).

Si no fuera por el presupuesto vertido en la recreación de las batallas, casi de tipo documental, esta serie iría directa al cubo de la basura de la pequeña pantalla. Ni punto de comparación con Band of Brothers.