Divertidísima película con una sabia mezcla entre comedia teen y humor fino. Suerte de experimento de difícil cabida en la filmografía de Thomas Anderson, situada temporalmente entre Boogie Nights o Magnolia y Pozos de ambición. La historia gira epicéntricamente en torno al histriónico e hilarante personaje –entrañablemente interpretado por Adam Sandler - de Barry Egan, un tipo social y familiarmente, al menos en apariencia, inadaptado. Deliciosa está, también, en su papel, como no podía ser de otra manera, Emily Watson. Película palomitera, de entretenimiento, sin ningún tipo de matiz peyorativo en esta adjetivación –el cine es y debe ser, ante todo, un entretenimiento, una evasión de la cotidianidad-. Como aspecto más destacable propongo la tensión y el estrés que en determinados momentos de la película provoca esa extraña banda sonora a base de ruidos demencialmente repetitivos.

Una de las películas más flojas de la prolífica e interesantísima filmografía de Loach. Menor profundidad de personajes que en "Ladybird, Ladybird", temática ya tratada en "La canción de Carla", minimalismo de recursos cinematográficos usados de forma similar en "Mi name is Joe" o "Felices dieciséis". No obstante, el tema, a pesar de estar demasiado explotado, es presentado de forma elegante, con una historia de amor muy bonita, con un happy end más cercano al cine hollywoodiense que al cine explícito y escasamente sazonado de Loach.

Ópera prima de Richard Nelly en la que, a modo de cocktail, se entremezclan diversos géneros y estilos: cine fantástico con tintes pseudocientíficos, gags y travesuras y romance propias de comedia teen, suspense y asesinato del thriller, todo ello mezclado en una suerte de coctelera independiente. El ambiente opresivo y la incertidumbre sobre lo que va a suceder correctamente combinado con un nivel adecuado (y, en muchos momentos, muy acertado) de humor, es lo que destaca del filme. Pero la resolución que tiene en el aspecto fantástico y de congruencia narrativa, con tanto bucle en el tiempo, es la peor parte de la película.

Todo es lo que parece ser y nada resulta ser lo que parecía ser; ¿amnesia voluntaria o amnesia real? Historia de vidas rotas, de difícil reconstrucción unas, imposible otras. Magníficos H. Dean Staton y Nastassja Kinski como pareja protagonista. Increíble la tensión autosostenida de la conversación final entre ambos personajes con la austeridad de los elementos acompañantes. Deliciosa la banda sonora de Ry Cooder.

Comedia sobre una familia americana que comienza con uno de los mejores momentos de la película: una cena-presentación de sus miembros, cada cual con sus respectivas rarezas, donde es imposible aguantar la risa. A partir de ahí comienza una road-movie con toda la familia (los Hoover, su hijo Dwayne, su hija Olive, el padre de él y el hermano de ella) rumbo hacia el concurso de belleza Little Miss Sunshine al que se presentará Olive con sus gafas y su barriguita. Entrañable la pequeña protagonista, así como los personajes del tío Frank y Dwayne, el hermando adolescente. Muy buena la interpretación de todos los personajes, la música y los escenarios por los que transcurre el film. Siempre te deja con una sonrisa en la cara.