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MiniserieDocumental

7,4
1.323
Documental
9
16 de diciembre de 2020
16 de diciembre de 2020
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mejores documentales de True Crime que he visto, y son ya una buena colección pues es un género que siempre me ha fascinado. Entretenidísima, absorbente, se pueden ver de un tirón sus más de 5 horas de metraje.
En esta docuserie son claramente destacables dos aspectos sobre series o películas documentales de temática similar: en primer lugar la narración, que es clara, intelegible, amable con el espectador, pausada pero no lenta, exhaustiva pero no demasiado densa. En segundo lugar la postura de los realizadores, director y guionista, que mantienen una aséptica equidistancia que se agradece muchísimo, dejando al espectador la ¿responsabilidad? de decidir, cual jurado, sobre lo que está viendo, equidistancia que en otras cintas del género es escasa cuando no brilla absolutamente por su ausencia, como en los ejemplos de la serie "Paradise Lost", o "Making a Murderer" donde es claro que los realizadores toman partido por una de las versiones, sesgando la historia.
Los dos primeros episodios presentan el caso original, y son quizá los más duros de digerir pues no se escatima en los detalles más escabrosos del caso. Así, podemos ver tanto la grabación de la cámara de seguridad de la casa donde se produjeron los asesinatos, como las imágenes captadas por las cámaras de la policía a su llegada a la escena del crimen, imagenes duras de ver pero necesarias para poder servir de base a todo lo que vendrá más adelante, y que continúo en spoiler para no desvelar.
En esta docuserie son claramente destacables dos aspectos sobre series o películas documentales de temática similar: en primer lugar la narración, que es clara, intelegible, amable con el espectador, pausada pero no lenta, exhaustiva pero no demasiado densa. En segundo lugar la postura de los realizadores, director y guionista, que mantienen una aséptica equidistancia que se agradece muchísimo, dejando al espectador la ¿responsabilidad? de decidir, cual jurado, sobre lo que está viendo, equidistancia que en otras cintas del género es escasa cuando no brilla absolutamente por su ausencia, como en los ejemplos de la serie "Paradise Lost", o "Making a Murderer" donde es claro que los realizadores toman partido por una de las versiones, sesgando la historia.
Los dos primeros episodios presentan el caso original, y son quizá los más duros de digerir pues no se escatima en los detalles más escabrosos del caso. Así, podemos ver tanto la grabación de la cámara de seguridad de la casa donde se produjeron los asesinatos, como las imágenes captadas por las cámaras de la policía a su llegada a la escena del crimen, imagenes duras de ver pero necesarias para poder servir de base a todo lo que vendrá más adelante, y que continúo en spoiler para no desvelar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y es que, francamente, no comprendo cómo este caso es polémico. Es decir, cómo es posible que con el caso tan claro que se nos muestra en los dos primeros capítulos, donde las pruebas contra Ibar son abrumadoras, este caso ha conseguido crear tanta polémica y que haya tantos defensores de la inocencia de Ibar, en mi opinión clarísimamente culpable más allá de toda duda razonable.
O si me lo explico, viendo el show mediático con el que en España nos vendieron el caso Ibar, que llenaba horas y horas de programas de prime time, con los familiares, especialmente el padre, Cándido Ibar, recorriendo platós para recaudar fondos, pero que en ningún momento nos contaron los hechos como fueron, como los muestra esta serie. De haberlo hecho, y es lógico, el apoyo y el mucho dinero recaudado no habría sido ni muchos menos el mismo, pues se nos vendió que Ibar era una víctima de un flagrante error policial y judicial, cuando, si ven la serie documental, verán que las pruebas contra él son sólidas y abrumadoras.
En mi opinión una magnífica serie que todos los españoles deberíamos ver para quitarnos de encima la imagen de "pobre chico latino injustamente condenado" que tenemos de Ibar, asesino dos veces condenado por los crímenes, vendidos como una víctima del sistema dentro de una absurda teoría conspiratoria, en mi opinión para sacarnos los cuartos.
O si me lo explico, viendo el show mediático con el que en España nos vendieron el caso Ibar, que llenaba horas y horas de programas de prime time, con los familiares, especialmente el padre, Cándido Ibar, recorriendo platós para recaudar fondos, pero que en ningún momento nos contaron los hechos como fueron, como los muestra esta serie. De haberlo hecho, y es lógico, el apoyo y el mucho dinero recaudado no habría sido ni muchos menos el mismo, pues se nos vendió que Ibar era una víctima de un flagrante error policial y judicial, cuando, si ven la serie documental, verán que las pruebas contra él son sólidas y abrumadoras.
En mi opinión una magnífica serie que todos los españoles deberíamos ver para quitarnos de encima la imagen de "pobre chico latino injustamente condenado" que tenemos de Ibar, asesino dos veces condenado por los crímenes, vendidos como una víctima del sistema dentro de una absurda teoría conspiratoria, en mi opinión para sacarnos los cuartos.

7,6
105.952
2
1 de mayo de 2016
1 de mayo de 2016
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sin pies ni cabeza, a pesar de lo cual a mucha gente le encantará, y es que hay gente que cree que lo que en esta cinta se relata es La Biblia, que todos en Wall Street son estafadores chorizos amorales, y que el capitalismo por tanto es malo, caca, culo, pedo, pis.
La película, en mi opinión, es una auténtica y enorme mierda indigna de Scorsese, al que admiro por muchísimas otras grandes cintas que tengo en mi altar. De verdad no entiendo qué quería contarnos con esta película absolutamente vacía, intrascendente, inverosimil, estúpida, chabacana y laaaarga como ella sola.
Como burda caricatura de ciertas actitudes sociales todavía tiene un pase, pero como retrato del Wall Street de los 90 ni de coña. Como argumento contra el capitalismo vale lo mismo que valdría "Desmadre a la Americana" como argumento contra la Universidad.
La película, en mi opinión, es una auténtica y enorme mierda indigna de Scorsese, al que admiro por muchísimas otras grandes cintas que tengo en mi altar. De verdad no entiendo qué quería contarnos con esta película absolutamente vacía, intrascendente, inverosimil, estúpida, chabacana y laaaarga como ella sola.
Como burda caricatura de ciertas actitudes sociales todavía tiene un pase, pero como retrato del Wall Street de los 90 ni de coña. Como argumento contra el capitalismo vale lo mismo que valdría "Desmadre a la Americana" como argumento contra la Universidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Se supone que estamos ante un chaval brillante que entra a trabajar de machaca en Wall Street, y en su primer día, SU PRIMER DIA, el jefe del tema ya le invita a comer en el restaurante de la última planta y le explica de qué va todo aquello: "a ver, chaval, no seas pringao, no tengas principios, no te preocupes por los clientes. Que se jodan. Lo importante es la pasta que te metes en el bolsillo, los martinis de Absolut, la coca y las putas".
Solo unos meses después de tan brillante consejo el FBI entra en las oficinas de dicha empresa y le cierra el chiringuito al jefe por chorizo. Y nuestro inteligente e idealista héroe, que al igual que sus compañeros se queda en paro, en lugar de aprender de la lección y decir "mira a donde lleva la mierda de consejos que me dió ese tío" decide seguir con ellos estafando a pequeños inversores en una empresa de acciones de a penique ubicada en un suburbio de Dios sabe donde, en la que por cierto llega como Baldwin en Glengary Glenn Rose a explicarles a todos cómo se vende, aplicando, supuestamente, las mismas técnicas que cuando trabajaba en la empresa de Wall Street. Como si la gente fuera gilipollas y le diera 6000$ lo mismo a Morgan Stanley que a Pepito Pérez Brokers. Y hay quien se lo cree. Y no contento con ello, nuestro prota decide montarse por su cuenta.
Y ¿con quienes empezará su startup moneymaker? ¿Contacta con antiguos compañeros en paro de la empresa de Wall Street que tienen sus mismas técnicas y, por tanto, podrían vender tanto como él? Pues no, señores, se lleva nada más y nada menos que a un puñado de perdedores de la empresa Pepillo Pérez Brokers, un puñado de nerds difícilmente creíble, donde no hay ni uno normal, como sacados de "Desmadre en la Universidad" o "Los Increíbles Albóndigas".
Por supuesto, ni que decir tiene, se comen el mundo a una velocidad increíble, porque la gente es tonta y tu le pones un anuncio con un León y dices que tu nueva empresa tiene 100 años y la gente, que te da 6000$ así como así, ni investiga ni nada. Luego ya la película deriva a una especie de "Despedida de Soltero" a lo bestia, con un socio gafotas que ¿pretende ser gracioso? pero es todo un degenerado capaz de cascársela delante de los invitados de una fiesta (¿alguien de verdad cree que en los ambientes inversores de Wall Street se tendría por alguien serio con quien sentarse a negociar a semejente elemento?), con "reuniones" de trabajo donde lo que se debate es si se puede contratar a enanos para lanzarlos contra una diana, mientras en las oficinas fuera la gente hace el cafre como si del patio de un parvulario se tratase...
En fin, que las dos horas y media de metraje que quedan después de que el prota monte su chiringuito no son nada más que escenas de coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos,... y así ya hasta casi las tres horas, tres horas que te pasas esperando que aquello dé un giro y todo lo que has visto hasta entonces no sea más que una histriónica caricatura, que será explicada y tendrá razón de ser cuando la película gire... pero NO GIRA. Seguimos viendo coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos... hasta los créditos.
Tenemos entre tanta coca, putas y borrachos un par de escenas del prota ligándose a la tía más buena y pasando del callo de su mujer, que aunque están podridos de pasta sigue gastando permanente barata y vistiendo como una latina pobre de "West Side Story", frente a la buenorra finísima que encima es diseñadora de lencería. Ni siquiera sabemos exactamente el por qué le persigue el FBI, ni vemos nada de su proceso donde podría escarmentar o tener alguna catarsis... nada de nada. Más coca, putas y borrachos, hasta el final. Y a ninguno le da un infarto de miocardio después de tirarse días y días de fiesta hasta las trancas de drogas de todo tipo y de alcohol... bueno, si, a uno le da un infarto: casualmente al amigo que se pasa el dia en el gimnasio y que no le mola ir con ellos de coca, putas y borrachera.
Solo unos meses después de tan brillante consejo el FBI entra en las oficinas de dicha empresa y le cierra el chiringuito al jefe por chorizo. Y nuestro inteligente e idealista héroe, que al igual que sus compañeros se queda en paro, en lugar de aprender de la lección y decir "mira a donde lleva la mierda de consejos que me dió ese tío" decide seguir con ellos estafando a pequeños inversores en una empresa de acciones de a penique ubicada en un suburbio de Dios sabe donde, en la que por cierto llega como Baldwin en Glengary Glenn Rose a explicarles a todos cómo se vende, aplicando, supuestamente, las mismas técnicas que cuando trabajaba en la empresa de Wall Street. Como si la gente fuera gilipollas y le diera 6000$ lo mismo a Morgan Stanley que a Pepito Pérez Brokers. Y hay quien se lo cree. Y no contento con ello, nuestro prota decide montarse por su cuenta.
Y ¿con quienes empezará su startup moneymaker? ¿Contacta con antiguos compañeros en paro de la empresa de Wall Street que tienen sus mismas técnicas y, por tanto, podrían vender tanto como él? Pues no, señores, se lleva nada más y nada menos que a un puñado de perdedores de la empresa Pepillo Pérez Brokers, un puñado de nerds difícilmente creíble, donde no hay ni uno normal, como sacados de "Desmadre en la Universidad" o "Los Increíbles Albóndigas".
Por supuesto, ni que decir tiene, se comen el mundo a una velocidad increíble, porque la gente es tonta y tu le pones un anuncio con un León y dices que tu nueva empresa tiene 100 años y la gente, que te da 6000$ así como así, ni investiga ni nada. Luego ya la película deriva a una especie de "Despedida de Soltero" a lo bestia, con un socio gafotas que ¿pretende ser gracioso? pero es todo un degenerado capaz de cascársela delante de los invitados de una fiesta (¿alguien de verdad cree que en los ambientes inversores de Wall Street se tendría por alguien serio con quien sentarse a negociar a semejente elemento?), con "reuniones" de trabajo donde lo que se debate es si se puede contratar a enanos para lanzarlos contra una diana, mientras en las oficinas fuera la gente hace el cafre como si del patio de un parvulario se tratase...
En fin, que las dos horas y media de metraje que quedan después de que el prota monte su chiringuito no son nada más que escenas de coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos,... y así ya hasta casi las tres horas, tres horas que te pasas esperando que aquello dé un giro y todo lo que has visto hasta entonces no sea más que una histriónica caricatura, que será explicada y tendrá razón de ser cuando la película gire... pero NO GIRA. Seguimos viendo coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos... hasta los créditos.
Tenemos entre tanta coca, putas y borrachos un par de escenas del prota ligándose a la tía más buena y pasando del callo de su mujer, que aunque están podridos de pasta sigue gastando permanente barata y vistiendo como una latina pobre de "West Side Story", frente a la buenorra finísima que encima es diseñadora de lencería. Ni siquiera sabemos exactamente el por qué le persigue el FBI, ni vemos nada de su proceso donde podría escarmentar o tener alguna catarsis... nada de nada. Más coca, putas y borrachos, hasta el final. Y a ninguno le da un infarto de miocardio después de tirarse días y días de fiesta hasta las trancas de drogas de todo tipo y de alcohol... bueno, si, a uno le da un infarto: casualmente al amigo que se pasa el dia en el gimnasio y que no le mola ir con ellos de coca, putas y borrachera.
3
10 de agosto de 2021
10 de agosto de 2021
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues si. El documental, de 2006, nos dice que en 2014 no habrá hielo en el Ártico. Si, Capitán a Posteriori y lo que se quiera, pero la realidad es que estamos en 2021 y el hielo del Ártico es el mismo que en 2006 cuando Gore perpetró su estafa. Eso si, el bolsillo bien forrado, como todos los mensajeros del Apocalipsis (también conocidos como "ecolojetas").
El documental usa el ya muy manido truco de recoger datos y hecho irrefutables, a los datos no se les puede poner pega, pero los interpretan y manipulan hasta que cuadran en su visión catastrofista, sumamente imprecisa por otra parte, pues salvando el tema ya mencionado del Ártico en 2014 el resto de las predicciones solo dicen que ocurrirán "en el futuro" indeterminado. Es decir, que nos podemos morir todos, se puede extinguir la humanidad, y todavía podría ser verdad la profcçia de Gore, pues esta será en el futuro"... esto no es serio.
En fin, una mera manipulación más de la nueva religión llamada ecologismo que, de seguir haciendo productos alarmistas como este, en lugar de realizar una función didáctica sobre los riesgos reales, estos si palpables, de la contaminación, van a parecer cada vez más una secta irracional.
El documental usa el ya muy manido truco de recoger datos y hecho irrefutables, a los datos no se les puede poner pega, pero los interpretan y manipulan hasta que cuadran en su visión catastrofista, sumamente imprecisa por otra parte, pues salvando el tema ya mencionado del Ártico en 2014 el resto de las predicciones solo dicen que ocurrirán "en el futuro" indeterminado. Es decir, que nos podemos morir todos, se puede extinguir la humanidad, y todavía podría ser verdad la profcçia de Gore, pues esta será en el futuro"... esto no es serio.
En fin, una mera manipulación más de la nueva religión llamada ecologismo que, de seguir haciendo productos alarmistas como este, en lugar de realizar una función didáctica sobre los riesgos reales, estos si palpables, de la contaminación, van a parecer cada vez más una secta irracional.
El caso Yara Gambirasio: Más allá de toda duda razonable
El caso Yara Gambirasio: Más allá de toda duda razonable
SerieDocumental

6,2
430
8
10 de diciembre de 2024
10 de diciembre de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confieso que al leer el subtítulo creí que este documental sería un mero relato más de este mediático caso, que simplemente, dada la longitud de cinco capítulos, quizá ahondaría en más detalles de la investigación. Y con ese espíritu comencé a verlo, ya que conocía el caso de sobra, al haber escuchado podcasts sobre él e incluso haber visto la película "Yara" basada en este mismo caso.
Cual fue mi sorpresa cuando el subtítulo pasa de ser una afirmación, a priori incuestionable, a un titular sarcástico conforme se van revelando hechos poco conocidos del caso que ponen en duda muchas de las certezas que sobre él teníamos.
Con una buena realización y montajes, "El Caso de Yara Gambirasio" navega sobre las olas que dejan otros True Crime conocidos como "Making a Murderer" o "El Caso de la Escalera", y los cinco episodios se ven sin tener sensación de estar prolongando innecesariamente el metraje sin aportar nada. Cada episodio tiene entidad por si mismo y aporta nuevos datos.
La estructura narrativa es de doble línea temporal en la que pasamos del momento de la detención del sospechoso en 2014 al momento de la desaparición de Yara en 2010, para ir avanzando lentamente ambas tramas a la vez, como si de varias investigaciones distintas se tratase: en una línea de tenemos la investigación policial del caso propiamente dicha que acaba con el sospechoso detenido, en la otra tenemos las investigaciones del sospechoso sobre su propia identidad y la de su defensa para intentar desmontar las pruebas de cargo contra él.
Cual fue mi sorpresa cuando el subtítulo pasa de ser una afirmación, a priori incuestionable, a un titular sarcástico conforme se van revelando hechos poco conocidos del caso que ponen en duda muchas de las certezas que sobre él teníamos.
Con una buena realización y montajes, "El Caso de Yara Gambirasio" navega sobre las olas que dejan otros True Crime conocidos como "Making a Murderer" o "El Caso de la Escalera", y los cinco episodios se ven sin tener sensación de estar prolongando innecesariamente el metraje sin aportar nada. Cada episodio tiene entidad por si mismo y aporta nuevos datos.
La estructura narrativa es de doble línea temporal en la que pasamos del momento de la detención del sospechoso en 2014 al momento de la desaparición de Yara en 2010, para ir avanzando lentamente ambas tramas a la vez, como si de varias investigaciones distintas se tratase: en una línea de tenemos la investigación policial del caso propiamente dicha que acaba con el sospechoso detenido, en la otra tenemos las investigaciones del sospechoso sobre su propia identidad y la de su defensa para intentar desmontar las pruebas de cargo contra él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El documental, al menos para mi, ha estado lleno de nuevas revelaciones, de cosas que se han caído cuando eran certezas. Y si, el ADN es una prueba definitiva, y el documental seguro que tiene cierto sesgo hacia la defensa, al menos esa impresión si que la da en algunos pasajes. Pero también es cierto que se nos muestra que, finalmente, el ADN es la única prueba real que aguanta de pie tras los escrutinios de la defensa. Ni aguantan los supuestas señales del móvil del sospechoso que le situaban en la zona, ni los supuestos paseos de la furgoneta del sospechoso por la zona de la desaparición cual depredador en busca de presa, ni la supuesta pornografía infantil encontrada en su ordenador... se van cayendo una a una las pruebas de la acusación, pruebas muy importantes para apoyar, para sustentar la prueba principal (la presencia de ADN del sospechoso en la ropa interior de la niña) que por si sola plantea algunos problemas.
Y es que, si bien esa prueba deberñia ser suficiente, también plantea algunos problemas relacionados con la falta de ADN mitocondríal mientras existe ADN nuclear (algo muy raro pues suele ser al revés, que se halle ADN mitocondrial, mucho más abundante, pero no ADN nuclear), con el uso de kits de laboratorio caducados y con la imposibilidad, por agotamiento de la cantidad de muestra, de que la defensa tuviera acceso a una segunda prueba del ADN para verificar los hallazgos.
Los errores del laboratorio policial fueron varios y groseros. Entonces el punto de la defensa es: si no hay ninguna otra prueba de que Bosetti cometiera el crimen salvo el ADN, y se cometieron muchos errores en su manejo, ¿no es posible que también se cometiera un error en el perfil de ADN? Y esto, amigos míos, es por definición lo que se llama una "duda razonable", existiendo la cual ningún juez o jurado debería haber condenado a Bosetti.
De ahí que lo de "Más allá de cualquier duda razonable" adquiera un tono irónico tras la visualización de esta serie documental. A mi, defensor de la validez de las identificaciones por ADN, si me la dejó.
Y es que, si bien esa prueba deberñia ser suficiente, también plantea algunos problemas relacionados con la falta de ADN mitocondríal mientras existe ADN nuclear (algo muy raro pues suele ser al revés, que se halle ADN mitocondrial, mucho más abundante, pero no ADN nuclear), con el uso de kits de laboratorio caducados y con la imposibilidad, por agotamiento de la cantidad de muestra, de que la defensa tuviera acceso a una segunda prueba del ADN para verificar los hallazgos.
Los errores del laboratorio policial fueron varios y groseros. Entonces el punto de la defensa es: si no hay ninguna otra prueba de que Bosetti cometiera el crimen salvo el ADN, y se cometieron muchos errores en su manejo, ¿no es posible que también se cometiera un error en el perfil de ADN? Y esto, amigos míos, es por definición lo que se llama una "duda razonable", existiendo la cual ningún juez o jurado debería haber condenado a Bosetti.
De ahí que lo de "Más allá de cualquier duda razonable" adquiera un tono irónico tras la visualización de esta serie documental. A mi, defensor de la validez de las identificaciones por ADN, si me la dejó.
29 de septiembre de 2019
29 de septiembre de 2019
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mani" de manipuladora, "Mani" de maniquea, "Mani" de manida, "Mani" de manisero...
Aún estoy en shock. Debo ser el único al que "esto" le ha parecido la película solo apta para idiotas del siglo. Desde el minuto uno el biopic consiste en mostrar lo borracho, amoral, machista, ambicioso y psicópata que eran Cheney y el resto de la administración Bush, sin el más mínimo rigor por los hechos, y con el máximo de demagogia y simplismo que el cine haya visto.
Es tan grotesco que da vergüenza ajena.
Se lo que es la parodia y la comedia. Esto no lo es. Esto es más un trabajo por encargo, manipulador al estilo Michael Moore, solo apta para gente sin sentido crítico alguno. Te hacen pasar por hechos meras licencias artísticas del guionista/director, y habrá quien crea que esto es real. Si vas a hacer una comedia tienes que reirte de todo, no solo del personaje.
Aún estoy en shock. Debo ser el único al que "esto" le ha parecido la película solo apta para idiotas del siglo. Desde el minuto uno el biopic consiste en mostrar lo borracho, amoral, machista, ambicioso y psicópata que eran Cheney y el resto de la administración Bush, sin el más mínimo rigor por los hechos, y con el máximo de demagogia y simplismo que el cine haya visto.
Es tan grotesco que da vergüenza ajena.
Se lo que es la parodia y la comedia. Esto no lo es. Esto es más un trabajo por encargo, manipulador al estilo Michael Moore, solo apta para gente sin sentido crítico alguno. Te hacen pasar por hechos meras licencias artísticas del guionista/director, y habrá quien crea que esto es real. Si vas a hacer una comedia tienes que reirte de todo, no solo del personaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Minuto 1: 1963. Cheney es un borracho al que para y detiene la policía por conducir borracho haciendo eses.
Minuto 3: Saltamos a 2001. Sala de mando durante los ataques del 11-S. Cheney es un tipo tan ambicioso que está dispuesto a derribar aviones civiles sin consultar con el Presidente.
Minuto 5: Vuelta a 1963. Cheney es un fracasado en los estudios al que expulsan de Yale. Todo contado mientras vemos a Cheney durmiendo la mona sobre un vómito.
Minuto 6: Cheney trabaja de currela montando postes de luz, un compañero tiene un accidente laboral y se frantura la pierna con el hueso por fuera. Cheney lo mira como el que ve una mierda cuando el capatáz (su suegro) dice que lo lleven al pueblo y le den 5 pavos.
Minuto 8: Vuelta a 1963. Más borrachera y su novia que le dice que si no cambia lo va a dejar, porque ella podría estar con cualquiera y no con él, que es un pedazo de desgraciado.
Minuto 10: 1968. Cheney asiste a una conferencia en la que no tiene claro si es demócrata o republicano, pero se hace republicano después de escuchar un chiste machista de Donald Rumsfeld. Para que nos quede claro que de ideales iba listo de papeles.
Minuto 12. 1968. No sabemos como, pero este pedazo de inutil borracho y sin principios ni ideales se coloca en la Casa Blanca de asistente de Rumsfeld. Omisión total de los posibles méritos o trabajo que le han llevado allí, simplemente aparece en la Casa Blanca, como si cualquier inútil pudiera obtener un trabajo de asistente en el edificio que es el núcleo del poder mundial. Claro que si, guapi.
Minuto 13: Rumsfeld le cuenta que van a tener que hacer una serie de acciones en el sudeste asiático (contexto: están en la Guerra de Vietnam). Cheney pone cara de bobo mientras se nos muestran imágenes de una idílica aldea vietnamita con sus niños sonrientes y sus honrados trabajadores del arrozal. Ni rastro de vietcong. Una bomba arrasa con todo. Cheney sigue con su cara de bobo mirando la madera de una puerta. Aquí nos han querido decir, muy sutilmente como podemos ver, que Cheney era un psicópata.
Minuto 15: 1972. Pleno Watergate. Nos dan una perorata sobre lo importante que era la lealtad para aquellos hombres cercanos a la Casa Blanca. Rumfeld llama a Cheney para decirle que la cosa está chunga porque a Nixon lo tienen acorralado, y que a él lo mandan a Bruselas como embajador. Cheney le dice que tiene dos hijas y que no se va. O sea, Cheney no es ni siquiera leal con el que ha sido su mentor. Llevamos 15 minutos de película y Cheney ya colecciona todos los defectos posibles de la humanidad. Pero aún se puede mejorar...
Minuto 20: Pasamos a 2002 o por ahí (no queda claro). Cheney está reunido con sus asesores. Le dicen que hay un sospechoso de terrorismo vinculado a Al-Lo-Que-Sea-Ab-Islam, pero que la CIA no tiene muy claro que sea terrorista. Cheney, mientras se sacude los pizcos de un croissant que está desayunado, manda que al desgraciado lo jodan vivo. Imágenes de un hombre de aspecto árabe con cara de no haber roto un plato en su vida secuestrado por unos tipos vestidos de negro y metido en una furgo. A continuación imágenes de tortura del pobre infeliz. Vuelta del plano de Cheney sacudiéndose pizcos de croissant...
...y así el resto del filme (no os voy a aburrir).
Oliver Stone siempre ha hecho cine de izquierdas muy crítico con el stablishment, pero al menos lo hacía con cabeza, sin exhabruptos, sin caricaturas grotescas, con un mensaje con el que podías o no estar de acuerdo, pero que tenía interés y, sobre todo, cinematografía. Aquí es todo tan exagerado que hace dudar del mensaje a cualquier persona con dos dedos de frente, y cinematográficamente resulta incómodo tanto artificio al servicio de una manipulación tan burda.
No le doy un 1 porque sale Amy Adams y me lo prohibe mi religión, que si no...
Minuto 3: Saltamos a 2001. Sala de mando durante los ataques del 11-S. Cheney es un tipo tan ambicioso que está dispuesto a derribar aviones civiles sin consultar con el Presidente.
Minuto 5: Vuelta a 1963. Cheney es un fracasado en los estudios al que expulsan de Yale. Todo contado mientras vemos a Cheney durmiendo la mona sobre un vómito.
Minuto 6: Cheney trabaja de currela montando postes de luz, un compañero tiene un accidente laboral y se frantura la pierna con el hueso por fuera. Cheney lo mira como el que ve una mierda cuando el capatáz (su suegro) dice que lo lleven al pueblo y le den 5 pavos.
Minuto 8: Vuelta a 1963. Más borrachera y su novia que le dice que si no cambia lo va a dejar, porque ella podría estar con cualquiera y no con él, que es un pedazo de desgraciado.
Minuto 10: 1968. Cheney asiste a una conferencia en la que no tiene claro si es demócrata o republicano, pero se hace republicano después de escuchar un chiste machista de Donald Rumsfeld. Para que nos quede claro que de ideales iba listo de papeles.
Minuto 12. 1968. No sabemos como, pero este pedazo de inutil borracho y sin principios ni ideales se coloca en la Casa Blanca de asistente de Rumsfeld. Omisión total de los posibles méritos o trabajo que le han llevado allí, simplemente aparece en la Casa Blanca, como si cualquier inútil pudiera obtener un trabajo de asistente en el edificio que es el núcleo del poder mundial. Claro que si, guapi.
Minuto 13: Rumsfeld le cuenta que van a tener que hacer una serie de acciones en el sudeste asiático (contexto: están en la Guerra de Vietnam). Cheney pone cara de bobo mientras se nos muestran imágenes de una idílica aldea vietnamita con sus niños sonrientes y sus honrados trabajadores del arrozal. Ni rastro de vietcong. Una bomba arrasa con todo. Cheney sigue con su cara de bobo mirando la madera de una puerta. Aquí nos han querido decir, muy sutilmente como podemos ver, que Cheney era un psicópata.
Minuto 15: 1972. Pleno Watergate. Nos dan una perorata sobre lo importante que era la lealtad para aquellos hombres cercanos a la Casa Blanca. Rumfeld llama a Cheney para decirle que la cosa está chunga porque a Nixon lo tienen acorralado, y que a él lo mandan a Bruselas como embajador. Cheney le dice que tiene dos hijas y que no se va. O sea, Cheney no es ni siquiera leal con el que ha sido su mentor. Llevamos 15 minutos de película y Cheney ya colecciona todos los defectos posibles de la humanidad. Pero aún se puede mejorar...
Minuto 20: Pasamos a 2002 o por ahí (no queda claro). Cheney está reunido con sus asesores. Le dicen que hay un sospechoso de terrorismo vinculado a Al-Lo-Que-Sea-Ab-Islam, pero que la CIA no tiene muy claro que sea terrorista. Cheney, mientras se sacude los pizcos de un croissant que está desayunado, manda que al desgraciado lo jodan vivo. Imágenes de un hombre de aspecto árabe con cara de no haber roto un plato en su vida secuestrado por unos tipos vestidos de negro y metido en una furgo. A continuación imágenes de tortura del pobre infeliz. Vuelta del plano de Cheney sacudiéndose pizcos de croissant...
...y así el resto del filme (no os voy a aburrir).
Oliver Stone siempre ha hecho cine de izquierdas muy crítico con el stablishment, pero al menos lo hacía con cabeza, sin exhabruptos, sin caricaturas grotescas, con un mensaje con el que podías o no estar de acuerdo, pero que tenía interés y, sobre todo, cinematografía. Aquí es todo tan exagerado que hace dudar del mensaje a cualquier persona con dos dedos de frente, y cinematográficamente resulta incómodo tanto artificio al servicio de una manipulación tan burda.
No le doy un 1 porque sale Amy Adams y me lo prohibe mi religión, que si no...
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