John Dillinger se presenta en persona delante de nuestras butacas a exigirnos, a golpe de ametralladora, que le entreguemos 2 horas y veinte minutos de nuestro tiempo.
A partir de aquí podemos presenciar a un muy poco convincente y excéntrico Depp en el papel de Dillinger, y a un Christian Bale al que el papel de secundario le queda demasiado pequeño.
La película está exenta de ritmo, de intriga, de magia, de un suspense que bien parece robado por el mismísimo "Baby Face" Nelson. El montaje, totalmente lineal y que impide sumergirse en la trama, se permite la floritura de mezclar en una ocasión imágenes reales en blanco y negro con una torpe e incómoda realización digital.
Sólo la gran ambientación de los EEUU de inicios de los años 30 puede impedir que Mann se lleve el título a "La gran decepción del año" por parte de los cinéfilos de a pie.

Un viaje al reino de la imaginación y un fascinante mosaico de color y fantasía envuelven la melancólica historia de un hombre que persigue su sueño. Up consigue emocionarnos y hacernos reir al mismo tiempo. Sin duda, la mejor producción de Disney desde el Rey León.

¿Quien no ha soñado alguna vez con ser Oliver? ¿Quién no ha intentado imitado sus diparos en el patio del Colegio? Oliver y Benji es el buque insignia de la generación de los 80, la última que puede presumir de haber jugado en la calle al escondite, a polis y cacos o a los países entre muchos otros. Tal vez Oliver y Benji presente un fútbol totalmente ficticio, y sus dibujos dejen mucho que desear (no hay que olvidar como se quedaban con las bocas abiertas), pero sin duda alguna era mucho mejor esto que las series que ven los niños hoy en día.

Danny Boyle realiza un magistral ejercicio de dirección acompañado de un extraordinario James Franco haciendo el papel de su vida. De una historia con muy poco que sacar, Boyle se inventa una película y sabe dar suspense, tensión y dramatismo durante más de una hora en la que sólo vemos a un hombre con el brazo atrapado con una roca.
Buenísima la banda sonora con un auténtico temazo, "If I rise", donde Dido y A. R. Rahman acompañan los paisajes de Utah y la colorida puesta en escena, muy al estilo Slumdog Millionaire que tan buen resultado dió un par de años atrás al director británico.
Un gran mensaje, donde vemos como un hombre atrapado es capaz de llevar al máximo su cuerpo con el único fin de sobrevivir, un hombre que se redescubre a sí mismo durante 127 horas de reclusión en el Blue John Canyon para terminar aborreciendo la soledad que tanto buscaba.

Danny Boyle quiso hacer otra crítica al mundo como ya hiciese en Trainspotting a través de sus geniales yonkis, pero esta vez la pandilla hippie de Tailandia no le dio los mismos frutos.
La película no es mala, pero raya la mediocridad. Ante todo tenemos a un DiCaprio que como casi siempre lo borda y unos paisajes paradisíacos que hacen ameno el desarrollo del guión, pero la historia de la comuna y del egoismo desbordado de sus miembros por continuar formando parte de ese momento único y perfecto pierde fuelle a medida que avanza. Si a esto le añadimos el guiño a clásicos como Apocalypse Now o a The Deer Hunter, tomando tambien la moraleja que extraíamos de ellas, nos encontramos con una película que en ningún momento está carente de mensaje, pero donde la historia y los personajes no enganchan lo suficiente como para meditarlo.