Es una serie imprescindible, una comedia genial. La serie narra el día a día de los nuevos internos, los estudiantes de medicina que comienzan a trabajar en el Hospital Sagrado Corazón. Entre ellos se encuentra el protagonista de la serie, John Dorian, interpretado por Zach Braff. La figura de JD es fundamental, ya no solo porque la serie gira en torno a este personaje, si no porque la interpretación es lo mejor de la serie. Recomiendo a la gente que se interese por los trabajos de Zach Braff como director, ya sea de capítulos de la propia serie, como de sus largometrajes.

Es una serie que engancha. Primero por el formato de veinte minutos, que le da frescura y no te permite aburrirte con largas escenas. Y segundo por los personajes, apoyados en unos guiones geniales. Todos los actores tienen un gran peso en la serie, a pesar de que algunos aparecen en pocos capítulos en comparación con los protagonistas. De los actores principales me gustaría destacar, aparte de a Zach Braff, al actor que interpreta al Dr. Cox, John C. McGinley, actor que no conocía y que me ha sorprendido gratamente. Y de los llamados secundarios, el papel del interno torpe, el Dr. Murphy, y sin duda el deprimente abogado del hospital, Ted Buckland.

Te enganchará y necesitarás ver más y más capítulos. Te hará interesarte por los actores y sus trabajos. Pero sobretodo te hará reír, te hará reír mucho.