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9
16 de enero de 2022
16 de enero de 2022
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando leí que iban a hacer una serie del League of Legends fui cómodamente prejuicioso (a fin de cuentas nada bueno sale cuando se quiere adaptar un videojuego) y, evidentemente, me equivoqué. Pase en unas semanas de la indiferencia a la curiosidad distante, y de ahí a querer darle una oportunidad para acabar totalmente atrapado por la serie y sus personajes.
Aquello que más me interesó inicialmente fue la ambientación steampunk de las ciudades de Piltover y Zaun, con sus dosis de familiaridad y novedad para que quisiera saber más. Sin embargo, lo que realmente me acabó atrapando fueron sus personajes: Vi, Jinx, Cait, Silco, Vander, Jayce, Viktor, Ekko y un larguísimo etcétera de secundarios interesantes y memorables. Todos ellos son las auténticas estrellas del show con sus tragedias, sus dramas y sus similitudes y diferencias que crean pares opuestos realmente interesantes (Vi/Jinx, Vander/Silco, Jayce/Viktor). Los riesgos que corrían, sus arcos de personaje y las consecuencias de sus decisiones era lo que me generaba el interés de ver un nuevo capítulo.
La historia es tanto la de nuestros protagonistas como la de las dos ciudades de Piltover/Zaun: personajes que parecen condenados al conflicto pese a los deseos y esfuerzos individuales de gente como Vander y la Sheriff Grayson y, después, de Vi y Caitlyn. La tragedia en Arcane surge a partir de la imposibilidad de dejar de lado unas diferencias que el tiempo y la violencia han vuelto irreconciliables. El amor entre Vi y Cait aparece en todo esto como una expeción a las redes de relaciones que se vendrán abajo: no solo poseen una química increíble sino que en vez de condenadas a separarse y chocar acabarán reencontrandose y encontrando apoyo en la otra, en un contrapunto muy bonito al tono trágico de los demás vínculos.
La serie es muy consistente en su tono y en como transmite su mensaje de como la violencia acaba generando más violencia: es la primera enseñanza que Vander le da a Vi y una que sigue resonando hasta el mismo final de temporada. Nadie gana realmente ningún enfrentamiento, y casi siempre estos nos acaban dejando un gusto amargo en la boca (especialmente el del capítulo 7) y, al final, es una lección que Vi aprende.
Indudablemente todo lo anterior se ve realzado con una animación preciosa y por el gran trabajo de los actores de voz (que deberían encontrarse acreditados en la sección de reparto de la ficha aquí en Filmaffinity), que elevan al steampunk y a los personajes para que cobren vida: la cantidad de detalles sutiles tanto en la animación como en la interpretación me fascina porque, en vez de ser "huevos de pascua" para los veteranos del juego, cumplen la función de mostrarnos información sobre quienes son y como se sienten los protagonistas.
Al final, el steampunk era la solución a un fin e inicio de año marcado por cierta apatía hacia nuevos estreno. Porque Arcane no tenía que ser buena para generar ganancias astronómicas, pero al equipo creador realmente le importaban tanto el mundo de Runeterra como sus personajes, además de contar con los medios y el tiempo suficientes para llevar a cabo su visión.
Arcane trata a los espectadores como adultos al ofrecernos una historia y unos personajes riquísimos en matices, con motivaciones complejas e interesantes. Es la serie del momento y con todo derecho, pues se lo ha ganado siendo sobresaliente y al estar hecha con muchísimo cariño y respeto.
Adelante, únete al steampunk. Tiene la solución a problemas que ni siquieras has contemplado.
Aquello que más me interesó inicialmente fue la ambientación steampunk de las ciudades de Piltover y Zaun, con sus dosis de familiaridad y novedad para que quisiera saber más. Sin embargo, lo que realmente me acabó atrapando fueron sus personajes: Vi, Jinx, Cait, Silco, Vander, Jayce, Viktor, Ekko y un larguísimo etcétera de secundarios interesantes y memorables. Todos ellos son las auténticas estrellas del show con sus tragedias, sus dramas y sus similitudes y diferencias que crean pares opuestos realmente interesantes (Vi/Jinx, Vander/Silco, Jayce/Viktor). Los riesgos que corrían, sus arcos de personaje y las consecuencias de sus decisiones era lo que me generaba el interés de ver un nuevo capítulo.
La historia es tanto la de nuestros protagonistas como la de las dos ciudades de Piltover/Zaun: personajes que parecen condenados al conflicto pese a los deseos y esfuerzos individuales de gente como Vander y la Sheriff Grayson y, después, de Vi y Caitlyn. La tragedia en Arcane surge a partir de la imposibilidad de dejar de lado unas diferencias que el tiempo y la violencia han vuelto irreconciliables. El amor entre Vi y Cait aparece en todo esto como una expeción a las redes de relaciones que se vendrán abajo: no solo poseen una química increíble sino que en vez de condenadas a separarse y chocar acabarán reencontrandose y encontrando apoyo en la otra, en un contrapunto muy bonito al tono trágico de los demás vínculos.
La serie es muy consistente en su tono y en como transmite su mensaje de como la violencia acaba generando más violencia: es la primera enseñanza que Vander le da a Vi y una que sigue resonando hasta el mismo final de temporada. Nadie gana realmente ningún enfrentamiento, y casi siempre estos nos acaban dejando un gusto amargo en la boca (especialmente el del capítulo 7) y, al final, es una lección que Vi aprende.
Indudablemente todo lo anterior se ve realzado con una animación preciosa y por el gran trabajo de los actores de voz (que deberían encontrarse acreditados en la sección de reparto de la ficha aquí en Filmaffinity), que elevan al steampunk y a los personajes para que cobren vida: la cantidad de detalles sutiles tanto en la animación como en la interpretación me fascina porque, en vez de ser "huevos de pascua" para los veteranos del juego, cumplen la función de mostrarnos información sobre quienes son y como se sienten los protagonistas.
Al final, el steampunk era la solución a un fin e inicio de año marcado por cierta apatía hacia nuevos estreno. Porque Arcane no tenía que ser buena para generar ganancias astronómicas, pero al equipo creador realmente le importaban tanto el mundo de Runeterra como sus personajes, además de contar con los medios y el tiempo suficientes para llevar a cabo su visión.
Arcane trata a los espectadores como adultos al ofrecernos una historia y unos personajes riquísimos en matices, con motivaciones complejas e interesantes. Es la serie del momento y con todo derecho, pues se lo ha ganado siendo sobresaliente y al estar hecha con muchísimo cariño y respeto.
Adelante, únete al steampunk. Tiene la solución a problemas que ni siquieras has contemplado.

4,8
114
3
10 de septiembre de 2017
10 de septiembre de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No recomiendo esta película bajo ningún aspecto. Si tuviera que resumir esta película en una palabra sería con "fallida". Fallida porque nunca mejor dicho, hace todo mal, siendo imposible encontrarle algo rescatable en lo que a mí respecta. Así que empecemos, esto tiene para largo.
1) El villano: Quiero empezar por este punto porque personalmente es que más me chirría. Un ben villano puede hacer mucho por una obra ¿Que sería Bastardos sin gloria sin Hans Landa?, ¿Batman sin sus villanos?, y así un largo etc... Aquí optaron por la peor decisión y crearon al villano más estereotipado posible, que prácticamente hace el mal porque es lo único que sabe hacer. El camarada comisario no se siente como una persona, y mucho menos como un personaje, puesto que es asquerosamente unidimensional. Habría sido bueno que se nos mostrara porque es un hombre temido desde antes que llegue al pueblo, o que se nos digiera que esta es una misión importante para él porque quiere ganar reputación dentro de la estructura de la URSS. Me conformaría con que en una escena digiera que la sopa de col ucraniana no es como la que hacía su pobre madre. Resumiendo, que se lo mostrara humano o que intentara ganarse a los ucranianos por la palabra y que solo después de varios minutos de película comenzara a recurrir a la fuerza como última opción, no como primera opción que es lo que sucede en la película.
2) Del montaje y otros problemas: Tengo que reconocer que no soy experto en esto, pero esta tan mal hecho y es tan evidente que no creo que haga falta ser un experto para poder criticarlo. El gran problema del montaje es que no aporta nada, en las escenas "de acción" muchas veces no se puede ver claramente lo que esta ocurriendo, cortando demasiado rápido. No hay término medio, en las escenas calmadas no hay un solo momento para algo como la poesía visual, o dejar que los horrores de la hambruna hablen por si solos. Una vez vi una imagen de la llanura ucraniana y realmente parecía que fuera interminable, daba una sensación de enorme pequeñez, pero aquí ni se molestan en ello.
3) Los personajes: El aspecto más flojo de toda la película y por mucho el más vergonzoso. Nunca se toman la molestia de dar tiempo a que se desarrollen los personajes, o siquiera intentar establecer quiénes son. Dos buenos ejemplos son el hombre que se encuentra con Yuri en el tren y el amigo de Yuri.
Imaginemos de otro modo la escena del tren: La primera vez que vemos al sujeto es cuando se sube al tren unas estaciones después de donde Yuri tomó el tren. El hombre se sienta enfrente de Yuri, y nuestro protagonista comienza a dibujarlo. Luego de ir y volver del baño nota el dibujo y le dice a Yuri que tiene mucho talento. Se presenta como Vasili Dimitri (digamos) y es profesor de literatura. Comienzan a hablar amistosamente, y mientras hablan Vasili recela de los guardas del tren. Tras una conversación no muy larga ni muy corta, Vasili le confiesa a Yuri que con su talento debería estudiar arte en Kiev y no en una fábrica, le recomienda que hable con M... cuando llegué a Kiev y se baja. No es por sonar pedante, pero creo que de este modo se podría haber evitado ese soliloquio tan dramático de "los aristas deben buscar la verdad" que no solo se siente ridículo, sino que también viene de absolutamente ninguna parte.
Con el amigo de Yuri seré más breve. Habría sido altamente positivo que se nos mostrará, aunque fuera en una frase, que desea irse del pueblo para poder prosperar, que su sueño es ser político.
Y así se puede citar a un sinfín de relaciones porque sí, como la de Yuri con el niño huérfano que surge de la nada (como la mayoría de las cosas en esta película).
4) El modo en que se nos hace llegar el mensaje: Realmente no entiendo porque no se optó por algo más personal, una historia más sencilla centrada en la supervivencia de los personajes, sus dificultades para seguir adelante y cuales son sus sueños y esperanzas si consiguen sobrevivir. Al construir una pseudoépica se arruina toda pretensión de dar un mensaje serio.
No recomiendo esta película bajo ningún aspecto. Bueno, sigue siendo la mejor comedia involuntaria que he visto.
1) El villano: Quiero empezar por este punto porque personalmente es que más me chirría. Un ben villano puede hacer mucho por una obra ¿Que sería Bastardos sin gloria sin Hans Landa?, ¿Batman sin sus villanos?, y así un largo etc... Aquí optaron por la peor decisión y crearon al villano más estereotipado posible, que prácticamente hace el mal porque es lo único que sabe hacer. El camarada comisario no se siente como una persona, y mucho menos como un personaje, puesto que es asquerosamente unidimensional. Habría sido bueno que se nos mostrara porque es un hombre temido desde antes que llegue al pueblo, o que se nos digiera que esta es una misión importante para él porque quiere ganar reputación dentro de la estructura de la URSS. Me conformaría con que en una escena digiera que la sopa de col ucraniana no es como la que hacía su pobre madre. Resumiendo, que se lo mostrara humano o que intentara ganarse a los ucranianos por la palabra y que solo después de varios minutos de película comenzara a recurrir a la fuerza como última opción, no como primera opción que es lo que sucede en la película.
2) Del montaje y otros problemas: Tengo que reconocer que no soy experto en esto, pero esta tan mal hecho y es tan evidente que no creo que haga falta ser un experto para poder criticarlo. El gran problema del montaje es que no aporta nada, en las escenas "de acción" muchas veces no se puede ver claramente lo que esta ocurriendo, cortando demasiado rápido. No hay término medio, en las escenas calmadas no hay un solo momento para algo como la poesía visual, o dejar que los horrores de la hambruna hablen por si solos. Una vez vi una imagen de la llanura ucraniana y realmente parecía que fuera interminable, daba una sensación de enorme pequeñez, pero aquí ni se molestan en ello.
3) Los personajes: El aspecto más flojo de toda la película y por mucho el más vergonzoso. Nunca se toman la molestia de dar tiempo a que se desarrollen los personajes, o siquiera intentar establecer quiénes son. Dos buenos ejemplos son el hombre que se encuentra con Yuri en el tren y el amigo de Yuri.
Imaginemos de otro modo la escena del tren: La primera vez que vemos al sujeto es cuando se sube al tren unas estaciones después de donde Yuri tomó el tren. El hombre se sienta enfrente de Yuri, y nuestro protagonista comienza a dibujarlo. Luego de ir y volver del baño nota el dibujo y le dice a Yuri que tiene mucho talento. Se presenta como Vasili Dimitri (digamos) y es profesor de literatura. Comienzan a hablar amistosamente, y mientras hablan Vasili recela de los guardas del tren. Tras una conversación no muy larga ni muy corta, Vasili le confiesa a Yuri que con su talento debería estudiar arte en Kiev y no en una fábrica, le recomienda que hable con M... cuando llegué a Kiev y se baja. No es por sonar pedante, pero creo que de este modo se podría haber evitado ese soliloquio tan dramático de "los aristas deben buscar la verdad" que no solo se siente ridículo, sino que también viene de absolutamente ninguna parte.
Con el amigo de Yuri seré más breve. Habría sido altamente positivo que se nos mostrará, aunque fuera en una frase, que desea irse del pueblo para poder prosperar, que su sueño es ser político.
Y así se puede citar a un sinfín de relaciones porque sí, como la de Yuri con el niño huérfano que surge de la nada (como la mayoría de las cosas en esta película).
4) El modo en que se nos hace llegar el mensaje: Realmente no entiendo porque no se optó por algo más personal, una historia más sencilla centrada en la supervivencia de los personajes, sus dificultades para seguir adelante y cuales son sus sueños y esperanzas si consiguen sobrevivir. Al construir una pseudoépica se arruina toda pretensión de dar un mensaje serio.
No recomiendo esta película bajo ningún aspecto. Bueno, sigue siendo la mejor comedia involuntaria que he visto.
10
29 de enero de 2022
29 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Venture Bros es mi serie favorita. Si bien recién pude verla entera el año pasado llevaba queriendo hacerlo desde el 2018, sobreviviendo a base de clips en Youtube para paliar el no encontrarla en ningún lado (para el interesado está en Stremio). Poco a poco, desde esos clips iniciales hasta verla completamente, la serie acabo ocupado un lugar muy especial en mi corazón.
Puede parecer extraño que hable así de una serie con un humor varias veces cruel y estúpido, en especial en las primeras dos temporadas y como tal nunca desechado del todo. Esto es porque bajo esa capa de ácido humor negro se encuentra una historia muy humana sobre crecer y aprender a vivir con los fracasos de cada uno.
La obra maestra de Doc Hammer y Jackson Publick empezó como una parodia de los dibujitos de Hannah Barbera pero muy rápidamente abandonó esa parodia superficial y comenzó a hacerse más profunda: el pasado de los personajes se volvió muy serio y definido para ser ignorado, lo que llevó a que cada vez se sientiese con más fuerza el peso de las consecuencias de las decisiones de los personajes y que entendieramos como habían llegado a ser quienes eran. Porque de eso va la adultez, va de ocuparse de las consecuencias del desastre que es nuestra vida... ¿verdad?
Como Cervantes con el Quijote, Hammer y Publick se dieron cuenta de lo que pasaría si a una persona normal en un contexto (casi) normal le pasaran las cosas que veían y leían. De esa conclusión salió Doc Rusty Venture, el hombre que más que el protagonista es en torno a quién gira toda la trama.
Rusty es un desastre. No por ser un villano o un malvado, sino por lo increíblemente patético que es en su egoísmo y pequeñez. Tocado por las aventuras que vivió contra su voluntad junto a su padre y el Equipo Venture original desde la edad de 3 a 17, Rusty vive bajo la sombra de su progenitor y del desastre que es su vida pasada y actual. Y con todo, cada tanto, intenta mejorar y evitar que sus dos hijos se conviertan en alguien como él, sin que por ello se lo pinte como una figura trágica e incomprendida o, lo que sería aún peor, que se le perdonen sus graves equivocaciones haciendolo simpático (como con Rick Sánchez).
Rusty no es el único: casi todos los personajes son perderores intentando juntar los pedazos rotos de sus vidas, incluso aquellos que serían "ganadores" como Brock Samson. Y algunos lo consiguen, se vuelven mejores personas y llegan a reconcialarse con quiénes son realmente y no con quiénes sienten que deben ser. A menudo con la ayuda del Dr. Henry Killinger un malvado que se esfuerza en que los villanos puedan ser la mejor versión de ellos mismos, lo que da a lugar a dos de mis momentos favoritos de la serie.
Son muchos personajes y muy interesantes pero quiénes realmente pueden hacer la diferencia son Hank y Dean, los hijos de Doc Venture. Ellos son adolescentes criados en una burbuja de peligrosas aventuras y vemos como comienzan a transitar los caminos de la adultez. La serie creció junto a ellos y la audiencia, y si bien empezaron siendo un gag molesto se volvieron sus propios personajes, unos con la esperanza de verse libres de la pesada herencia que ha tenido que cargar su padre solo por ser hijo de Jonas Venture Sr.
No puedo, con total sinceridad, hacerle justicia ni a todos los personajes increíbles, complejos y divertidos que llegamos a conocer durante siete temporadas magníficas, y muchísimo menos a su genialidad y a su sentido del humor y de aquellos momentos más tristes. Por eso estoy tan impaciente por la película que finalmente permita cerrar todo lo que han ido construyendo Hammer y Publick desde el 2004, porque si algo caracteriza a las buenas historias es que terminan.
Solo puedo decir que es una serie que me ha hecho compañía en varios momentos difíciles tanto haciendome reír como recordandome que quizás, con suerte, crecer no sea una cosa tan mala.
Puede parecer extraño que hable así de una serie con un humor varias veces cruel y estúpido, en especial en las primeras dos temporadas y como tal nunca desechado del todo. Esto es porque bajo esa capa de ácido humor negro se encuentra una historia muy humana sobre crecer y aprender a vivir con los fracasos de cada uno.
La obra maestra de Doc Hammer y Jackson Publick empezó como una parodia de los dibujitos de Hannah Barbera pero muy rápidamente abandonó esa parodia superficial y comenzó a hacerse más profunda: el pasado de los personajes se volvió muy serio y definido para ser ignorado, lo que llevó a que cada vez se sientiese con más fuerza el peso de las consecuencias de las decisiones de los personajes y que entendieramos como habían llegado a ser quienes eran. Porque de eso va la adultez, va de ocuparse de las consecuencias del desastre que es nuestra vida... ¿verdad?
Como Cervantes con el Quijote, Hammer y Publick se dieron cuenta de lo que pasaría si a una persona normal en un contexto (casi) normal le pasaran las cosas que veían y leían. De esa conclusión salió Doc Rusty Venture, el hombre que más que el protagonista es en torno a quién gira toda la trama.
Rusty es un desastre. No por ser un villano o un malvado, sino por lo increíblemente patético que es en su egoísmo y pequeñez. Tocado por las aventuras que vivió contra su voluntad junto a su padre y el Equipo Venture original desde la edad de 3 a 17, Rusty vive bajo la sombra de su progenitor y del desastre que es su vida pasada y actual. Y con todo, cada tanto, intenta mejorar y evitar que sus dos hijos se conviertan en alguien como él, sin que por ello se lo pinte como una figura trágica e incomprendida o, lo que sería aún peor, que se le perdonen sus graves equivocaciones haciendolo simpático (como con Rick Sánchez).
Rusty no es el único: casi todos los personajes son perderores intentando juntar los pedazos rotos de sus vidas, incluso aquellos que serían "ganadores" como Brock Samson. Y algunos lo consiguen, se vuelven mejores personas y llegan a reconcialarse con quiénes son realmente y no con quiénes sienten que deben ser. A menudo con la ayuda del Dr. Henry Killinger un malvado que se esfuerza en que los villanos puedan ser la mejor versión de ellos mismos, lo que da a lugar a dos de mis momentos favoritos de la serie.
Son muchos personajes y muy interesantes pero quiénes realmente pueden hacer la diferencia son Hank y Dean, los hijos de Doc Venture. Ellos son adolescentes criados en una burbuja de peligrosas aventuras y vemos como comienzan a transitar los caminos de la adultez. La serie creció junto a ellos y la audiencia, y si bien empezaron siendo un gag molesto se volvieron sus propios personajes, unos con la esperanza de verse libres de la pesada herencia que ha tenido que cargar su padre solo por ser hijo de Jonas Venture Sr.
No puedo, con total sinceridad, hacerle justicia ni a todos los personajes increíbles, complejos y divertidos que llegamos a conocer durante siete temporadas magníficas, y muchísimo menos a su genialidad y a su sentido del humor y de aquellos momentos más tristes. Por eso estoy tan impaciente por la película que finalmente permita cerrar todo lo que han ido construyendo Hammer y Publick desde el 2004, porque si algo caracteriza a las buenas historias es que terminan.
Solo puedo decir que es una serie que me ha hecho compañía en varios momentos difíciles tanto haciendome reír como recordandome que quizás, con suerte, crecer no sea una cosa tan mala.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay muchos momentos que me encantan, por distintos motivos me quedo con tres finales: el final de la cuarta temporada con "Like a Friend" de Pulp, Hank convertido en Batman gracias a la careta de Adam West y el final del capítulo "The Invisible Hand of Fate" como originalmente querían que fuera Hammer y Publick: https://youtu.be/XJHAIes696k
En estos tres momentos se resume todo lo que hace grande a esta serie: sus personajes, la mezcla experta de comedia y drama y saber generar unos momentos maravillosos que siempre vas a atesorar.
Go Team Venture!
En estos tres momentos se resume todo lo que hace grande a esta serie: sus personajes, la mezcla experta de comedia y drama y saber generar unos momentos maravillosos que siempre vas a atesorar.
Go Team Venture!

8,3
113.143
9
9 de febrero de 2017
9 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha hecho pensar.
Me ha hecho replantearme hasta que punto unas reglas pueden ser realmente justas.
Me ha hecho emocionarme y simpatizar con un hijo de puta violador (más humano que muchos héroes) y un indio sordomudo.
Ha hecho que le tenga miedo a una enfermera que nunca levanta la voz y siempre se comporta correctamente siguiendo las reglas.
He reído.
Y también he querido que no se terminara.
Me ha hecho replantearme hasta que punto unas reglas pueden ser realmente justas.
Me ha hecho emocionarme y simpatizar con un hijo de puta violador (más humano que muchos héroes) y un indio sordomudo.
Ha hecho que le tenga miedo a una enfermera que nunca levanta la voz y siempre se comporta correctamente siguiendo las reglas.
He reído.
Y también he querido que no se terminara.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ha hecho que también quisiera asfixiar hasta la muerte a esa enfermera del demonio con hielo en las venas.
He llorado junto al Jefe y he querido meterme en la películas a ayudarle a levantar ese lavabo.
Y también que riera de felicidad con los otros locos mientras ven al Jefe perderse en la noche. Libre por fin de ese hospital que parece más un infierno.
Y todo eso en dos horas con trece minutos.
He llorado junto al Jefe y he querido meterme en la películas a ayudarle a levantar ese lavabo.
Y también que riera de felicidad con los otros locos mientras ven al Jefe perderse en la noche. Libre por fin de ese hospital que parece más un infierno.
Y todo eso en dos horas con trece minutos.
13 de enero de 2017
13 de enero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez leí que un episodio de un programa de humor canadiense había sido prohibido por un motivo cuanto menos curioso. En él episodio prohibido, un Ronald Reagan completamente dañado ya por el Alzheimer necesita llamar a una enfermera. Frente a él hay dos botones: "NURSE" (Enfermera) y "NUKE" (uno de los nombres que recibe la bomba atómica en inglés) y por una confusión aprieta "NUKE" originando a lo lejos una explosión nuclear; cuando Reagan finalizó su segundo mandato y se reveló que ya desde su primer mandato padecía de la enfermedad del Alzheimer se produjo un escándalo público porque la enfermedad lo incapacitaba para gobernar y para tomar decisiones, como la de apretar el botón nuclear. En los años 50', el general MacArthur solicitó el empleo de la bomba atómica contra los chinos durante la guerra de Corea, motivo por el cuál fue apartado del mando dado al temor de Truman de iniciar la Tercera Guerra Mundial. El Teléfono rojo, como muchos sabrán era una línea de comunicación directa entre la URSS Y EEUU para evitar una catástrofe.
Aunque este film sea enteramente ficción y además una comedia negra, los hechos en la vida real demuestran que alguna vez se pudo llegar a eso. Claro que se pudo evitar y por ello no vivimos en minas subterráneas, pero no deja de asustar hasta cierto punto que lo mostrado por Kubrick no dejó de ser una realidad posible. Su estreno, originalmente pensado para distender un poco el ambiente generó la reacción contraria, ¿Y si esto pasara?
Kubrick era especialmente crítico con las instituciones militares, o cuanto menos de la guerra. En "Full Metal Jacket" carga contra el proceso de entrenamiento y como convierte a los hombres en seres completamente deshumanizados. Todavía no he visto "Senderos de Gloria" pero vasta con leer su sinopsis para ver por donde van los tiros a los altos oficiales. Y aquí pueden encaminar el mundo a su destrucción.
No puedo decir que me he reído a carcajadas, pero hay varias veces en la que me he reído en buena gana. Ya sea desde las surrealistas escenas en la base con el general Jack D. Ripper convencido de la tremenda conspiración de los comunistas; las escenas en el bombardero, sobre todo cuando se recibe el plan "R", pero las mejores son sin duda las que se producen en la Sala de Guerra
Peter Sellers, esta increíble en sus tres papeles como el Presidente, Mandrake y el Dr. Strangelove, ¡Improvisando la mayoría de los diálogos!. Y el resto del reparto, sobretodo George C. Scott están a la altura del cómico británico.
Mi mayor recomendación a quién no haya visto la película es antes leer un poco de la Guerra Fría para poder comprender el contexto.
Aunque este film sea enteramente ficción y además una comedia negra, los hechos en la vida real demuestran que alguna vez se pudo llegar a eso. Claro que se pudo evitar y por ello no vivimos en minas subterráneas, pero no deja de asustar hasta cierto punto que lo mostrado por Kubrick no dejó de ser una realidad posible. Su estreno, originalmente pensado para distender un poco el ambiente generó la reacción contraria, ¿Y si esto pasara?
Kubrick era especialmente crítico con las instituciones militares, o cuanto menos de la guerra. En "Full Metal Jacket" carga contra el proceso de entrenamiento y como convierte a los hombres en seres completamente deshumanizados. Todavía no he visto "Senderos de Gloria" pero vasta con leer su sinopsis para ver por donde van los tiros a los altos oficiales. Y aquí pueden encaminar el mundo a su destrucción.
No puedo decir que me he reído a carcajadas, pero hay varias veces en la que me he reído en buena gana. Ya sea desde las surrealistas escenas en la base con el general Jack D. Ripper convencido de la tremenda conspiración de los comunistas; las escenas en el bombardero, sobre todo cuando se recibe el plan "R", pero las mejores son sin duda las que se producen en la Sala de Guerra
Peter Sellers, esta increíble en sus tres papeles como el Presidente, Mandrake y el Dr. Strangelove, ¡Improvisando la mayoría de los diálogos!. Y el resto del reparto, sobretodo George C. Scott están a la altura del cómico británico.
Mi mayor recomendación a quién no haya visto la película es antes leer un poco de la Guerra Fría para poder comprender el contexto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¡Mein Führer, puedo caminar!
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