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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
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23 de septiembre de 2015 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que no es mera casualidad que el nombre del pueblo donde se suceden todas estas series de hechos que definen la parte más egoísta de la humanidad se llame "Dogville" (villa-perro); ¿a caso no muestra esta pieza cinematográfica la parte más carnal e instintiva del hombre, como si éste fuera un animal?

Puede observarse por doquier: cuando concedes poder a alguien, éste se corrompe, y si, a su vez, a través de su poder, puede obtener sus deseos más oscuros, no dudará en aprovecharlo. En este caso, Grace, interpretada por una magistral Nicole Kidman, es el poder concedido a Dogville, es el elemento que, primeramente, se muestra como algo benévolo del que todos forman parte para abrir su corazón, pero, ¿cuánto dura su benevolencia? ¿No caduca ésta justamente cuando se cercioran de que pueden obtener de ella lo que deseen mediante el poder? En este caso, el poder, es el chantaje: Grace se verá obligada a hacer lo que el pueblo desee a cambio de no ser delatada.
Las cosas en Dogville no son lo que parecen; el joven intelectual que tanto parece amarla no es tan bueno como aparenta, ni el pueblo tan amable y edulcorado como se muestra en un principio.
Entre los símiles de la película con figuras de la realidad encontramos varios, empezando por el nombre del pueblo, similitud con los perros que ya he nombrado antes; a su vez, ¿No es Tom Edison un símil con la postura del orador del pueblo? ¿Y no es, por ello, el pueblo, un rebaño en conjunto que actúan de modo parecido, siguiéndose unos a otros? En mi opinión, sí. ¿Y es casualidad que todo esto suceda en un hipotético pueblo de la América profunda? No: Von Trier pretendía hacer una basta crítica social, pero no de modo enrevesado, ni pedante, sino de forma real, no hay tapujos, Dogville es eso: un pueblo envenenado por sus propios deseos, su aburrimiento, su incultura, su imposibilidad de aspirar a más y la tentación de cumplir sus deseos carnales y de poder contra alguien que no tendrá más remedio que aceptarlo.
A su vez, Grace representa la humanidad, la figura benevolente que se deja someter a todo tipo de vejaciones, ya no sólo por no ser delatada a la banda de gangsters que la busca, sino porque desea librar su alma de todo deseo de venganza. Pero, claro está, ¿hasta cuánto puedes forzar los límites sin que éstos estallen?
La duda que abre la película es la siguiente: ¿Todos los pueblos pueden ser un Dogville si aparece una Grace? La respuesta debe encontrarla el espectador, pero, a mi juicio, no todos los pueblos tienen una sola calle, están encerrados por unas montañas y no tienen posibilidad de mejora; lo que vengo a decir es, ¿Von Trier quiere mostrar cómo toda la humanidad podría volverse terriblemente egoísta de tener la posibilidad abierta de cumplir sus sueños más oscuros o son necesarios aislamiento, incultura y una comunidad que lo respalde para ello? ¿Es una crítica a la sociedad o a una parte de ésta? Quizás, la figura del intelectual corrompido, representada por Tom, nos vislumbra la respuesta.
Precioso el símil de la ausencia de paredes: Dogville, junto con sus deseos, quedan desnudos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Apoteósico final que muestra cómo ni siquiera el bien es capaz de librarse de la corrupción del alma.
Tom resultó ser un farsante, alguien que prometía un amor que no podía dar; sólo buscaba placer, apagar su soledad.
Esclavizaron a Grace y la hicieron vivir un infierno: ella se vengó con más fuerza. El punto interesante está en que la película nos haga comprenderla, y es duro llegar a comprender tanta monstruosidad, pero, ¿a caso no nos muestra Dogville que todos y cada uno de nosotros tenemos una parte monstruosa en nuestro corazón? Incluso los humanos más lumínicos pueden llenarse de oscuridad si se apagan las luces alrededor.
30 de septiembre de 2019 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Medem me parece un director bastante irregular. Pero he de destacar bajo mi opinión sus primeras películas. ¡Qué soplo de aire fresco y originalidad en el cine español! Esta película no es menos. Generación tras generación de personajes parece que el alma no cambia de abuelos a nietos, y creo que por ello Medem no cambia de actores, porque, ¿hemos cambiado de personaje? ¿O sólo de tiempo y circunstancias?
Nos ubicamos en un prado en mitad de España. Un prado verde y extenso cerca de un bosque mágico, lleno de misterios y de viajes en el tiempo ahí donde quieras verlos. Porque, donde pones la mirada, se dibuja el camino. Sea en América, en el ojo de una vaca o detrás del objetivo de una cámara. Y he ahí nuestros tres protagonistas, abuelo nieto e hijo que como un sólo personaje nos colocan la mirada más allá: más allá de España, más allá del árbol, más allá de la guerra. ¿Cobardía? Quizás. Eso me ha hecho plantearme al final. ¿O no querer morir, simplemente? ¿No tenemos derecho a vivir en otro plano? ¿A declarar que esta no es nuestra guerra?
Me fascina el subtexto de las competiciones con hacha, el ganador no sólo gana el concurso. Hay algo más allá. Una soberbia escondida, un mirar la vida desde otro punto, estar por encima en otro plano.
Para mí debate sobre todos estos temas, sobre la familia, la pasión, la guerra y la magia. ¿Qué más dan las guerras carlistas que la guerra civil? Es, en el fondo, la misma. Y Manuel es también el mismo.
12 de abril de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Nouvelle Vague siempre me teletransporta en el tiempo, y todo el aroma desprendido de cada plano de cada una de las películas de esta corriente logra sacarme, por instantes, de la trama para que me sienta un transeúnte más de la tan anárquica como clásica ciudad de París. Agnès Varda fue un genio, una pionera, una mujer que se abrió hueco el aquella corriente protagonizada por hombres que, cámara en mano y en un exquisito blanco y negro, se esmeró en retratar un París sin grandes clímax, de personajes sin grandes éxitos, a retratar la vida misma, sencilla y compleja, en films donde el mundo cabe en una cafetería.
Y la película en cuestión es eso: en paseos sin grandes aventuras, en taxis mundanos, en encuentros cotidianos, entre risas y conversaciones superfluas nada el pánico a la muerte, la brevedad de la vida como símbolo nuevo que aparece ante la espera de una prueba; en un piso escueto donde una tarotisa lee tus cartas cabe el terror de un condenado a muerte. Pero todo parece liviano, etéreo, ligero, porque la vida tiene ese absurdismo. Y, oh, le debemos tanto a la Nouvelle Vague, que lejos de los melodramas de Hollywood recargados de música dramática y rostros sobreactuados y estereotipos manidos nos trajo una mirilla hacia un mundo real, veraz, hermoso, cruel, cambiante.
El viaje de Cleo es tremendo, pero ligero; tiene miedo, pero es valiente; ama la vida, y por ello teme perderla; nada importa tanto, y todo importa demasiado.
El día más largo del año en todos los sentidos, el paso de la primavera al verano, de Géminis a Cáncer; el géminis de Cleo son sus dos caras en el espejo, la jovial e ingenua vestida de blanco entre cachorros de gato y la mujer madurada y más áspera que, vestida de negro y con rostro impávido, camina por París mirando los desasosegantes ojos de los transeúntes...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hasta que llega Cáncer, y es sólo un estado más, y no tiene por qué ser el fin, y quién sabe qué nos depara la vida si nadie la entiende.
Una joya.
23 de abril de 2020 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuántos mundos coexisten a la vez?
Quiero tirarme en el sofá de mi casa a ver telebasura, y quiero saber que me están practicando una lobotomía mientras lo hago; quiero sentirme libre en mi ciudad, pero conocer que me encadena y me hace esclava de un sistema; quiero enamorarme, y también saber que la persona que miro enamorada es alguien que nunca conoceré del todo. Entonces, ¿caemos en la deliciosa trampa? ¿Hay, acaso, trampa? ¿Las cosas son lo que vemos, o tenemos que experimentar una vivencia extrema en el Everest que deambule entre el silencio y el arte para descubrirnos como seres humanos? ¿Vivimos en un mundo onírico bien amueblado por el capitalismo?

Esta película contrapone dos visiones del mundo: un plano sabio que habita la fantasía, donde da igual si las cosas sucedieron en nuestro mundo material porque basta con vivirlas en la cabeza, un plano contra todo y a favor de la verdad y de la propia interrogación que abre la verdad... y otro plano, humano, que acepta la trampa en la que caemos, que nos libra de culpa porque "qué le vamos a hacer" y que garantiza que no tiene nada de amoral alegrarse por ver el café por la mañana. Y, ¿en qué plano debemos vivir? ¿Quién tiene razón, Wallace o André? Oh, eso es lo menos importante: quién tiene razón. Los dos la tienen, ninguno; ninguno intenta tenerla.
Somos robots como esos camareros cuya única misión es servir la mesa a cambio de un sueldo, con un uniforme estipulado y unos modales impecables, ¡esclavos del sistema! ¡Víctimas de un Nueva York que te somete! Oh, pero también son seres dignos, la vida es así, no es tan malo, puede que sean felices, que lleguen a casa y esté su mujer esperándoles, puede que sean de esos que ven la felicidad en el café preparado por la mañana. A fin de cuentas, tienen que ganarse la vida, ¿qué tipo de monstruo que se considera intelectualmente superior sería capaz de juzgarles? ¿Qué tipo de individuo lobotomizado no lo haría?

Sin duda, una experiencia. Wallace y André parecían ser dos partes escondidas que habitan en mí saliendo a hablar, a defenderse como mejor pueden. Somos libres en un mundo carcelario.
pdta: con qué poco se puede hacer una gran película... pero hay que tener mucho talento para escribir este guión, haber vivido múltiples vidas dentro de esta...
20 de septiembre de 2015 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mi juicio, y sin ánimo de ofender a nadie, creo que ninguna de las críticas que he leído en filmaffinity de esta película es acertada. Quizás mi comentario sea un tanto grandilocuente, pero realmente esta película me parece contundente y desgarradora. Contiene matices mostrados a través de sus personajes que resumen el comportamiento de grandes grupos sociales como los que son las mujeres frágiles y los hombres que ejercen maltrato psicológico: la protagonista es una mujer inteligente, brillante, dulce y culta que, sin embargo, se deja imponer y manipular por un maltratador chantajista del cual, por si fuera poco, la película se propone mostrarnos su lado más dulce y más humano para que lleguemos a empatizar con él (al menos, por raro que parezca, yo logré hacerlo). No cae en lo fácil: lejos de eso, nos cuenta una historia a cerca del amor puro mezclada con el machismo más repulsivo.
¿Cómo puede ser que una mujer, después de ser violada, se enamore de su violador? ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Quieren contarnos que esta mujer arrastra los lastres del machismo chino hasta su vida en Europa y por ello consiente la violencia de género? Hace pensar, reflexionar, ir más allá de lo estipulado.
He tenido amigas que se han dejado "sucumbir", por así decirlo, por maltratadores psicológicos que les han hecho creer que sin ellos la vida no es nada. Pues bien, me atrevo a decir que la película va de eso por osado y simplista que sea mi comentario. Creo que bucea y viaja en las psicologías tanto femenina como masculina contemporáneas. Va a lo carnal, lo instintivo. Replantea valientemente nuestros ideales y remueve temas polémicos, ya que muestra un amor enorme, puro y real que, sin embargo, está hasta las cejas bañado de machismo. Aún sabiendo que el hombre sexualiza y utiliza cuando quiere a la protagonista, la película te hace entrar en la mente de él mostrando dulcemente su lado más bondadoso y cómo también ama con una locura malsana. Este filme muestra lo más íntimo y humano de un ser al que podríamos calificar de monstruoso y la parte más digna e inteligente de una mujer que perdona que la traten como un trapo. Ahí está lo interesante: cómo contando la historia de un hombre sexista hasta la médula pero a su vez tierno y una mujer sumisa pero intelectual esta película nos deja entrever que no todo es lo que creemos y que la vida es más compleja de lo que parece.
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