Sé que es una película para niñas/adolescentes, pero aún así, es nefasta.
Los personajes, típicos personajes adolescentes americanos, planos, planos y estereotipados a más no poder. Desde luego al final me voy a creer que allí en USA los adolescentes son así...

Bueno, los protas, cómo no un chico muy guapo, el mejor deportista de su equipo de basquet (no es el quaterback, pero lo mismo es), por supuesto solo piensa en él y en conseguir su beca para sacarse una carrera sin dar ni palo, y por supuesto no estudia en todo lo que dura el curso. Ah y su padre es el entrenador(¿por qué los padres son siempre los entrenadores?) Y la prota, la chica nueva, super guapa, que inmediatamente se enamora del prota, pero que no es la más popular. Pero aunque nadie lo sepa canta super bien, pero al ser muy humilde no le gusta mucho lucirse.

Hasta que llega la rubia pija, la más popular, animadora, como no, a quien tambien le gusta el prota, y mala, muy mala, que odia desde el principio a nuestra querida prota por envidia, ya que es mejor que ella en todo.

Claro, hay un musical, la pija y su hermano homosexual dan la brasa a los protas y se apuntan, y ellos aunque al principio no quieren, más que nada porque el prota ve como algo femenino el cantar, por culpa de su amigo negro que no ha parado de reirse de ellos en ningún momento (y a pesar de que él se pasa la peli cantando).

Pero bueno al final se apuntan, y cantan super bien y todos alucinan, y la pija se enfada.

Y bueno empieza el concurso, el prota alterna a escondidas sus entrenos con sus ensayos, el padre se cabrea cada vez más, y los amigos más masculinos del equipo empiezan a dudar (y no sin motivos) de la sexualidad de nuestro amiguito.

Y claro, no podía ser de otra forma... ¡¡horror!! La actuación final coincide con la gran final de basquet, que justo es contra un equipo que les ha estado humillando un porrón de años, y con quien el padre tiene un gran trauma.

Al final parece que no va a llegar a ambas, pero al final sí. Ganan el musical, ganan la final, el negro y el resto de amigos le aceptan tal y como es sin importar su sexualidad, los malos se vuelven repentinamente buenos, el padre acepta la homosexualidad del hijo, los protas se enamoran y cantan una canción final.

Bueno, debería haberlo puesto en el spoiler, pero tampoco he revelado nada que ninguno supiera antes de ver la peli.

Y todo esto junto con horrorosas canciones de temática pop adolescente al más puro estilo Justin Bieber, con sus respectivas y nefastas coreografías, y todo ello en playback, claro (no quiero oírlos en directo).
Y para colmo el prota interpretado por Zacc Effron no canta realmente él, ¡ni siquiera en playback!
Cuando hicieron el casting desafinó y un chaval muy feo cantó relativamente bien (sin desafinar), así que cogieron al guapo, pero con la voz del feo. Esto para mí, es lo peor de una película que lo tiene todo para merecerse este uno que le doy, es posible que si hubiera la posibilidad de darle un 0 en esta página se lo daría, pero bueno, el 1 está bien.


Dicho esto, al único al que salvo de todos estos horribles actores, cantantes y bailarines, es al chaval negro de pelo afro, el amigo del prota. Es al único al que veo natural en sus movimientos y bailes, y además es el único personaje que me cae relativamente simpático en la película.

Aunque como era de esperar, no alcanza el nivel de la película del 1982 dirigida por John Carpenter, esta es una adaptación muy fiel y que no deja mal sabor de boca.

Yo no había visto la original cuando iba a ver esta, pero decidí ver primero la de 1982 para ver este remake.
Cuando vi la maravillosa película del 82, SUPE que iba a salir muy decepcionado con esta versión del 2011. Para empezar vi a la chica protagonista, guapilla y joven, y pensé que ya le meterían un estúpido y típico romance, cuando en la otra ni siquiera hay mujer alguna.

Pero no, no hubo tal romance, ni salí decepcionado. Salí contento por haber visto una buena película de terror. Los efectos especiales son buenos, las actuaciones son buenas, el guión es prácticamente igual, por lo que es bueno. La tensión esta ahí siempre presente, no llega al nivel de la anterior, pero está bien.

Si la ves sin ver la anterior, igual hasta piensas que es un peliculón, si has visto la otra, no saldrás decepcionado, pues se ha hecho un buen trabajo.

Pero mejor intentar evitar las comparaciones.