Sin embargo, la película tiene, en mi humilde opinión, ciertos errores en el guión y en el desarrollo de la trama. El despampanante círculo de colaboradores del terrateniente mexicano (al que no se le vuelve a ver el pelo en el resto de la película) queda reducido a Warren Oates y a su chica y a otro par de forajidos en busca de la recompensa. Lo que aparenta ofrecer el largometraje, que es la cacería de un hombre, se ve desvirtuado en los primeros compases de la película, cuando descubren que Alfredo García está muerto, revelando una pausada búsqueda entremezclada con una historia de amor y misiones secundarias de carretera. Hay que reconocer que la trama da un giro interesante cuando profanan la tumba y encuentran el cuerpo sin cabeza, además de desgarrarte el corazón con la escena que sigue a tal hecho. El final es previsible, con una desesperación antológica retratada en un hombre que ha perdido el motivo por el cual conseguir el dinero, entrando en una espiral de nihilismo y muerte que pone fin a la película.

Venía de ver "La Balada de Cable Hogue" y, sinceramente, "Quiero la cabeza de Alfredo García" me ha resultado un tanto decepcionante, quizá una obra menor en odiosa comparación con dicha obra.