Por ir al grano, el desnudo fugaz, que por cierto no sé a qué se debe, de Anon-Amanda, lo más interesante del film. El comienzo es inquietante, y aunque a mí el futurismo en el Cine poca cosa me importa, me vi atrapado por escenas, tan sugerentes. Si hace poco más de cincuenta años,lo que ahora tenemos a nivel tecnológico, era impensable, ¿por qué no admitir que dentro de otros cincuenta se puede llegar, en este nivel, a lo que ahora ni imaginamos? Esta parece ser la propuesta de Niccol. Conforme va discurriendo el film, la cosa se va desvaneciendo ¡Pluff!, y el bodrio no esperado se nos echa encima de manera brutal en medio de un torpe ejercicio distópico. Si los estrenos van a ser como éste, me doy de baja en Filmin.

Nada de atribuir el éxito de esta película al mérito de su filmación en zona temporal de la Dictadura. En cualquier tiempo, este ensayo es encomiable. Por el tema, por la interpretación (Julieta Serrano, sensacional) y por el ritmo de la narración. Emocionante. Descubrir el lado dramático de un sensacional López Vázquez, fue, en su día, todo un acontecimiento. Visto el éxito que tuvo hace 50 años, de antológico final

Una más entre los estrenos de este año que veo por televisión, HBO. Sugestivo el título y la sinopsis figurada. Me puse ante el aparato de tv imaginando que al cabo de su reaparición, el Encurtido se encontraría con algo más que el sujeto anodino de su bisnieto. Dura el interés hasta que la cosa comienza a mostrarse como el cuento simplón que es, y ya no mantuve mis esperanzas. El resto de la peli defrauda poco a poco, secuencia a secuencia, hasta el punto de que toda la película resulta una estupidez y una ocasión perdida para haber hecho algo más serio. Por ejemplo, mostrando a Herschel como algo etéreo, no material, viendo cómo habría sido el devenir de su familia hasta llegar a su estupidín bisnieto. Un rollo, vaya.

Lo que tiene la fama ganada con merecimiento. Esto le pasa a Almodóvar, que todo lo que haga es una obra de arte. Esta película para mí resulta ser un bodrio imposible de digerir más que viéndola en casa en varios momentos, separados entre sí hasta por varios días. La historia me importa un pepino, carece de interés, excepto para quienes están a la expectativa de lo que inventa Almodóvar para sus personajes, por mucho que ese invento sea insustancial. Lo de siempre, los recuerdos de una infancia normal, la homosexualidad y las conductas no habituales, en una película en donde la interpretación de Banderas merece un cum laude. Por demás, si el director hubiera sido cualquiera menos Almodóvar,se la habría puesto a parir. Igual que yo.

Sorrentino recorre el camino que existe desde donde termina Fellini hasta lo más alto que en cine se puede lograr. La interpretación de Servillo es sencillamente magistral. Noto que Sorrentino homenajea a Fellini, lo supera. Sus monjas no suben al árbol como aquella de Federico, sus monjas son parte de la belleza que retrata con intensidad. Y hay una enana como protagonista principal. Monja y enana fellinescas, por separado. Imagino que la banda musical no se inventó en una hora; esa música merece un comentario aparte, un comentario ensalzador. Es verdad que esta película hay que verla más de una vez, quizá tres como poco: una para engancharse a la movida, otra para fijar, con pleno disfrute, su contenido y otra para dar con la línea mágica que se dibuja entre la música y las escenas. Yo la he visto cuatro veces (este año).