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Críticas ordenadas por utilidad
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7,5
3.650
9
8 de marzo de 2023
8 de marzo de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento debilidad por esta película. Me parece magnífica, tiene un punto de locura, de humor y de surrealismo que me encanta. Y al mismo tiempo, es tierna, sensible, humana, poética y melancólica.
A veces me recuerda al mejor cine italiano de comedia como "Divorcio a la italiana", otras tiene un toque surrealista y mágico, y siempre veo el reflejo del mejor cine romántico, como, "Carta de una desconocida" o "Camille".
Y por supuesto está Marcello, que decir, me quedo sin palabras, la película es él y él es la película...o más bien podía hablar en plural, las películas son él y él es las películas, su rostro lo dice todo, sus maneras, sus ademanes. Nos podemos ver todos representados: Es un seductor, un embaucador, un soñador, un iluso, un pobre diablo, y siempre, adorable, incluso con todas sus miserias...Es la unión perfecta entre Walter Matthau y Jack Lemmon con el porte y la elegancia de un seductor italiano. ¡Si Billy Wilder lo hubiera pillado!.
Y la historia, siendo todo lo que he dicho anteriormente, tiene un final, que para mí es sublime. Ahí se aúnan todas las emociones, todas las idas y venidas de la película, traspasando todo lo que se puede expresar con palabras:
¿Es Romano un impostor, un charlatán, alguien sin sentimientos, alguien con miedo a vivir?, ¿La historia que cuenta es real es inventada, nos la podemos creer?, ¿es todo una ensoñación?...misterios, lo único real es el poso que deja, ese final, en nuestros corazones...
A veces me recuerda al mejor cine italiano de comedia como "Divorcio a la italiana", otras tiene un toque surrealista y mágico, y siempre veo el reflejo del mejor cine romántico, como, "Carta de una desconocida" o "Camille".
Y por supuesto está Marcello, que decir, me quedo sin palabras, la película es él y él es la película...o más bien podía hablar en plural, las películas son él y él es las películas, su rostro lo dice todo, sus maneras, sus ademanes. Nos podemos ver todos representados: Es un seductor, un embaucador, un soñador, un iluso, un pobre diablo, y siempre, adorable, incluso con todas sus miserias...Es la unión perfecta entre Walter Matthau y Jack Lemmon con el porte y la elegancia de un seductor italiano. ¡Si Billy Wilder lo hubiera pillado!.
Y la historia, siendo todo lo que he dicho anteriormente, tiene un final, que para mí es sublime. Ahí se aúnan todas las emociones, todas las idas y venidas de la película, traspasando todo lo que se puede expresar con palabras:
¿Es Romano un impostor, un charlatán, alguien sin sentimientos, alguien con miedo a vivir?, ¿La historia que cuenta es real es inventada, nos la podemos creer?, ¿es todo una ensoñación?...misterios, lo único real es el poso que deja, ese final, en nuestros corazones...

7,3
6.571
5
30 de diciembre de 2022
30 de diciembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego, esta película no es la alegría de la huerta. Todos los personajes están heridos, mutilados, vacíos, son superficiales, o directamente son estúpidos (sobre todo los ricos y sus conseguidores).
Mis preguntas son: ¿qué lleva a un director y guionista tan brillante a confeccionar un traje tan sombrío y tan falto de vida?, ¿realmente, todo es decadencia y superficialidad en la vida, como apunta ésta película?, ¿el sueño de la razón produce monstruos?, ¿es Mankiewicz un guionista “razonable”?, ¿el álter ego de Mankiewicz, en esta película, como parece, es Bogart o realmente es Ava Gardner?.
Entiendo por dónde va Mankiewicz, veo sus neuras, veo sus conflictos, veo su visión artística y literaria. Y también veo como nos engaña: veo como todo el rato nos habla del cuento de la Cenicienta (con madrastra y todo), cuando, en realidad, de lo que nos está hablando es de otro cuento: del de la lechera. Lo que le interesa es hablar de como, nuestra mente, está proyectándose constantemente, de cómo estamos llenos de proyectos. De cómo vemos el oso, y ya lo hemos cazado y hemos vendido su piel…por ahí van sus tiros.
Nos habla de como planificamos nuestra vida, intentamos conseguir cosas, tener objetivos, incluso creemos que tenemos la vida controlada, y simplemente somos marionetas al viento. La piedra angular de ésta película es un comentario que dice Mankiewicz por boca de Bogart en la película, algo así como que “un guión debe tener sentido, la vida, no.” Ahí está la filosofía de Mankiewicz, esa es la visión que tiene del mundo en comparación con el cine. Y esa es la confusión que cree que tenemos todos los “actores” de la vida: que creemos que la vida tiene que tener sentido como si fuera un guión de una película, y ése es nuestro error, como el de María Vargas…
A Mankiewicz, acostumbrado a crear guiones “matemáticos”, complejos, y que encajan como el mecanismo de un reloj suizo, le choca el ver, como, la vida en un segundo se encarga de echar por tierra todo. Y aún así, nosotros nos empeñamos en creer que tenemos el control y seguir “actuando” en el gran decorado de la vida, sin darnos cuenta de eso precisamente: de que simplemente estamos actuando en un gran decorado creyendo que, como en una película, todo tiene sentido…
Pero, aunque la idea es muy buena: intentar mezclar cine con realidad, y vernos como actores en la vida…sin guión aparente. Mi sexto sentido, como el que dice que posee Bogart, como director de cine, en la película. Hace que no me trague esta historia, que veo, (como a todos sus personajes) carente de vida. También diría que es una historia aparentemente profunda, pero otra vez, cómo todos sus personajes, es superflua.
Quizás no llegué a su corazón, pero desde luego, ella tampoco llegó al mío. No empatizo con ningún personaje, ya que no detecto su “alma”. Todos parecen fantasmas o almas en pena, quizás en manos de Edgar Allan Poe o Bécquer la historia hubiera sido más fantástica, y a la vez, más humana, y los puntos de vista de los distintos narradores hubieran estado mejor entrelazados, como pasa en Rashomon, o en el gran guión firmado por su hermano: Ciudadano Kane.
Mis preguntas son: ¿qué lleva a un director y guionista tan brillante a confeccionar un traje tan sombrío y tan falto de vida?, ¿realmente, todo es decadencia y superficialidad en la vida, como apunta ésta película?, ¿el sueño de la razón produce monstruos?, ¿es Mankiewicz un guionista “razonable”?, ¿el álter ego de Mankiewicz, en esta película, como parece, es Bogart o realmente es Ava Gardner?.
Entiendo por dónde va Mankiewicz, veo sus neuras, veo sus conflictos, veo su visión artística y literaria. Y también veo como nos engaña: veo como todo el rato nos habla del cuento de la Cenicienta (con madrastra y todo), cuando, en realidad, de lo que nos está hablando es de otro cuento: del de la lechera. Lo que le interesa es hablar de como, nuestra mente, está proyectándose constantemente, de cómo estamos llenos de proyectos. De cómo vemos el oso, y ya lo hemos cazado y hemos vendido su piel…por ahí van sus tiros.
Nos habla de como planificamos nuestra vida, intentamos conseguir cosas, tener objetivos, incluso creemos que tenemos la vida controlada, y simplemente somos marionetas al viento. La piedra angular de ésta película es un comentario que dice Mankiewicz por boca de Bogart en la película, algo así como que “un guión debe tener sentido, la vida, no.” Ahí está la filosofía de Mankiewicz, esa es la visión que tiene del mundo en comparación con el cine. Y esa es la confusión que cree que tenemos todos los “actores” de la vida: que creemos que la vida tiene que tener sentido como si fuera un guión de una película, y ése es nuestro error, como el de María Vargas…
A Mankiewicz, acostumbrado a crear guiones “matemáticos”, complejos, y que encajan como el mecanismo de un reloj suizo, le choca el ver, como, la vida en un segundo se encarga de echar por tierra todo. Y aún así, nosotros nos empeñamos en creer que tenemos el control y seguir “actuando” en el gran decorado de la vida, sin darnos cuenta de eso precisamente: de que simplemente estamos actuando en un gran decorado creyendo que, como en una película, todo tiene sentido…
Pero, aunque la idea es muy buena: intentar mezclar cine con realidad, y vernos como actores en la vida…sin guión aparente. Mi sexto sentido, como el que dice que posee Bogart, como director de cine, en la película. Hace que no me trague esta historia, que veo, (como a todos sus personajes) carente de vida. También diría que es una historia aparentemente profunda, pero otra vez, cómo todos sus personajes, es superflua.
Quizás no llegué a su corazón, pero desde luego, ella tampoco llegó al mío. No empatizo con ningún personaje, ya que no detecto su “alma”. Todos parecen fantasmas o almas en pena, quizás en manos de Edgar Allan Poe o Bécquer la historia hubiera sido más fantástica, y a la vez, más humana, y los puntos de vista de los distintos narradores hubieran estado mejor entrelazados, como pasa en Rashomon, o en el gran guión firmado por su hermano: Ciudadano Kane.

8,5
48.414
10
29 de noviembre de 2022
29 de noviembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Preguntado cuándo era muy mayor Billy Wilder por su filmografía, como siempre, soltó una perla que a mí me parece maravillosa, y dijo: “mi filmografía se podría resumir básicamente en dos grandes bloques: películas serias y comedias. Cuando me encontraba alegre en la vida, para compensar, hacía películas serias. Y cuando me encontraba triste en la vida, para compensar, hacía comedias. Y quien conozca mi filmografía sabrá que he hecho más comedias que películas serias”.
Sinceramente y sin maldad, me alegro de que Billy Wilder haya hecho más comedias que películas serias…aunque si uno analiza detenidamente sus comedias verá que detrás de las risas, también hay cierto poso de amargura.
Pero también me alegro de que haya tenido momentos alegres en la vida que le hayan permitido afrontar películas como “Sunset Boulevard”, sin morir en el intento. Porque si lo pensáis un poco, os daréis cuenta de la gran envergadura del viaje que afrontó Billy Wilder y de lo convencido, para realizarlo, que tenía que estar a todos los niveles, también en el anímico. Alguna vez me pregunto cómo sería estar en la mente del creador en un momento así, donde está tocando algo nuevo, algo diferente, enfrentándose a si mismo, a lo que le da de comer. Con egos grandilocuentes por todos lados como Gloria Swanson, Von Stroheim, etc., y al mismo tiempo, tener la capacidad de salir airoso y reforzado de todo eso.
Porque realmente “Sunset Boulevard” es una película única e inclasificable y junto con “Fedora” (su continuación), creo que es lo más personal, audaz y sincero que realizó este Austriaco universal. Y sinceramente, creo que tiene hasta tintes filosóficos. Lo que pasa es que, Wilder, los esconde muy bien, porque como bien sabréis, uno de sus mantras era: “si tienes mensaje, mejor mándalo por correo”…el otro era no aburrir…
¿Pero de que habla esta película en sí?, ¿habla de un guionista oportunista?, ¿de una diva venida a menos?, ¿de un negocio que lo tritura todo, y en el que vales lo que vale tu última película?, ¿de la nostalgia?, ¿de aferrarnos a un pasado glorioso y dejar de vivir el presente?, ¿de no querer envejecer?, ¿de los celos?, ¿de un asesinato?…¡que va!, ¡hablando de todo eso, no habla de nada de eso!, ¡habla de nosotros!, ¡habla de todos nosotros, de los que hacemos parte del espectáculo de la vida (como también habló de eso en “El gran carnaval”)!, ¡Habla de la ambición humana que no tiene límites!, ¡habla del egoísmo!, ¡habla de la cultura del consumismo, del usar y tirar, y de utilizar como objetos a las personas en esa cultura!, ¡habla de cómo las personas metidas en esa cultura se convierten en juguetes rotos!, ¡Es como “Eva al desnudo”, pero a lo bestia!.
Y todo eso bajo una atmósfera recargada, como nuestra propia mente. De echo creo que la ambientación, precisamente, es un reflejo de cómo es la mente humana: como la casa de Norma Desmond, y como ella misma. Cargada de objetos inservibles que alguna vez fueron “algo”, pero que ahora no sirven de nada. Sin posibilidad de liberarnos de nuestro pasado, por su propio peso, y por la añoranza de una “Gloria” que ya sólo existe en el recuerdo.
Pero, para mí, lo que hace grande a esta película y a su director, no es la película en sí (que también), si no lo que sucedió el día de su estreno en Hollywood.
Poneros en situación: el estreno de la película en Hollywood, de una película que puede verse como una crítica descarnada del propio Hollywood. Está invitada la creme de la creme Hollywoodiense, entre ellos Louis B. Mayer. Pero, claro, ellos aún no sabían a lo que se iban a enfrentar…Salvo Billy Wilder. Termina la proyección, y hay reacciones encontradas: por un lado, se comenta que Barbara Stanwyck se arrodilló y besó el dobladillo del vestido que lucía para la ocasión Gloria Swanson, y que la película impresionó bastante a la mayoría de la gente. Y por otro lado, que salió gente bastante escocida, entre ellos Louis B. Mayer, una de las personas más poderosas de Hollywood, que a la salida del estreno se cruzó con Billy Wilder, y muy molesto le dijo: “Soy Louis B. Mayer, y usted es un bastardo, ha arrastrado por el lodo a la industria que lo ha convertido a usted en alguien y que le ha dado de comer. ¡Habría que alquitranarlo y emplumarlo y echarlo de la ciudad!”, a lo que Wilder le contestó: “ Y yo soy Billy Wilder, el director, y por mí se puede ir usted a la mierda”.
Esto podría haber sido el final de la prometedora carrera de un gran director…Pero ya se sabe, la “Gloria” favorece a los que la buscan y se arriesgan…y el final de ésta historia ya la conocéis, está escrita en letras de oro en un “Apartamento” y en los Oscar.
Y es que, Billy Wilder, con su película y su actitud en el estreno, no sólo predica, si no que da ejemplo. Porque con su actitud está defendiendo su obra (a riesgo de perderlo todo), contra los que forman parte del pasado, ese pasado que no deja crecer libremente, y que siempre se cree “algo” y superior. Y que está fuera…y dentro de nosotros…
P.D.: El carácter de un hombre es su destino…y el pasado, mal llevado, su cárcel.
Saludos
Sinceramente y sin maldad, me alegro de que Billy Wilder haya hecho más comedias que películas serias…aunque si uno analiza detenidamente sus comedias verá que detrás de las risas, también hay cierto poso de amargura.
Pero también me alegro de que haya tenido momentos alegres en la vida que le hayan permitido afrontar películas como “Sunset Boulevard”, sin morir en el intento. Porque si lo pensáis un poco, os daréis cuenta de la gran envergadura del viaje que afrontó Billy Wilder y de lo convencido, para realizarlo, que tenía que estar a todos los niveles, también en el anímico. Alguna vez me pregunto cómo sería estar en la mente del creador en un momento así, donde está tocando algo nuevo, algo diferente, enfrentándose a si mismo, a lo que le da de comer. Con egos grandilocuentes por todos lados como Gloria Swanson, Von Stroheim, etc., y al mismo tiempo, tener la capacidad de salir airoso y reforzado de todo eso.
Porque realmente “Sunset Boulevard” es una película única e inclasificable y junto con “Fedora” (su continuación), creo que es lo más personal, audaz y sincero que realizó este Austriaco universal. Y sinceramente, creo que tiene hasta tintes filosóficos. Lo que pasa es que, Wilder, los esconde muy bien, porque como bien sabréis, uno de sus mantras era: “si tienes mensaje, mejor mándalo por correo”…el otro era no aburrir…
¿Pero de que habla esta película en sí?, ¿habla de un guionista oportunista?, ¿de una diva venida a menos?, ¿de un negocio que lo tritura todo, y en el que vales lo que vale tu última película?, ¿de la nostalgia?, ¿de aferrarnos a un pasado glorioso y dejar de vivir el presente?, ¿de no querer envejecer?, ¿de los celos?, ¿de un asesinato?…¡que va!, ¡hablando de todo eso, no habla de nada de eso!, ¡habla de nosotros!, ¡habla de todos nosotros, de los que hacemos parte del espectáculo de la vida (como también habló de eso en “El gran carnaval”)!, ¡Habla de la ambición humana que no tiene límites!, ¡habla del egoísmo!, ¡habla de la cultura del consumismo, del usar y tirar, y de utilizar como objetos a las personas en esa cultura!, ¡habla de cómo las personas metidas en esa cultura se convierten en juguetes rotos!, ¡Es como “Eva al desnudo”, pero a lo bestia!.
Y todo eso bajo una atmósfera recargada, como nuestra propia mente. De echo creo que la ambientación, precisamente, es un reflejo de cómo es la mente humana: como la casa de Norma Desmond, y como ella misma. Cargada de objetos inservibles que alguna vez fueron “algo”, pero que ahora no sirven de nada. Sin posibilidad de liberarnos de nuestro pasado, por su propio peso, y por la añoranza de una “Gloria” que ya sólo existe en el recuerdo.
Pero, para mí, lo que hace grande a esta película y a su director, no es la película en sí (que también), si no lo que sucedió el día de su estreno en Hollywood.
Poneros en situación: el estreno de la película en Hollywood, de una película que puede verse como una crítica descarnada del propio Hollywood. Está invitada la creme de la creme Hollywoodiense, entre ellos Louis B. Mayer. Pero, claro, ellos aún no sabían a lo que se iban a enfrentar…Salvo Billy Wilder. Termina la proyección, y hay reacciones encontradas: por un lado, se comenta que Barbara Stanwyck se arrodilló y besó el dobladillo del vestido que lucía para la ocasión Gloria Swanson, y que la película impresionó bastante a la mayoría de la gente. Y por otro lado, que salió gente bastante escocida, entre ellos Louis B. Mayer, una de las personas más poderosas de Hollywood, que a la salida del estreno se cruzó con Billy Wilder, y muy molesto le dijo: “Soy Louis B. Mayer, y usted es un bastardo, ha arrastrado por el lodo a la industria que lo ha convertido a usted en alguien y que le ha dado de comer. ¡Habría que alquitranarlo y emplumarlo y echarlo de la ciudad!”, a lo que Wilder le contestó: “ Y yo soy Billy Wilder, el director, y por mí se puede ir usted a la mierda”.
Esto podría haber sido el final de la prometedora carrera de un gran director…Pero ya se sabe, la “Gloria” favorece a los que la buscan y se arriesgan…y el final de ésta historia ya la conocéis, está escrita en letras de oro en un “Apartamento” y en los Oscar.
Y es que, Billy Wilder, con su película y su actitud en el estreno, no sólo predica, si no que da ejemplo. Porque con su actitud está defendiendo su obra (a riesgo de perderlo todo), contra los que forman parte del pasado, ese pasado que no deja crecer libremente, y que siempre se cree “algo” y superior. Y que está fuera…y dentro de nosotros…
P.D.: El carácter de un hombre es su destino…y el pasado, mal llevado, su cárcel.
Saludos

8,0
34.034
10
21 de noviembre de 2022
21 de noviembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que voy a decir de esta película, cómo de “Vértigo” de Hitchcock. Las dos son el legado de dos genios del séptimo arte, que conocen su oficio como nadie y dispuestos a ir hasta lo más profundo de su propio ser sin ningún tipo de tapujo.
Para mí las dos son arte en estado puro. Bien podían estar colgadas en las paredes de cualquier gran museo, de hecho, alguna ha estado. Cualquier fotograma de estas dos películas podría estar enmarcado.
Y es que, visualmente, no tienen parangón en la historia del cine. De ahí han aprendido todos los cineastas posteriores, de un lado y de otro del río grande.
De la historia, que voy a decir. Para mí es una epopeya, una tragedia griega....y algo más. Sinceramente, creo que John Ford podría darnos un curso acelerado, a los simples mortales, de cómo, a través de un “simple” Western, o de una "simple" mirada, o de un "simple" silencio, se puede ahondar en los mundos clásicos de Grecia, con toda su complejidad, sin que se note y transcenderlos creando algo único.
No sé si los que decidieron traducir el título original de la película “The Searchers” (Los Buscadores), por “Centauros del desierto” en España, eran conscientes de que la película era una tragedia y una epopeya griega, pero desde luego, el título lo clavaron. Primero porque si alguien conoce un poco de la historia mitológica de los centauros sabrá que representan la lucha entre los instintos primarios y los humanos, y por ahí se puede empezar a hilar sobre esta gran película. Y segundo, porque si alguien conoce algo sobre la historia del centauro más mítico: Quirón. Sabrá que era el más sabio de todos los centauros, el más “humano”, Maestro de Aquiles, Áyax, Jasón, etc.. Pero que, a la vez, tenía una herida en una de sus patas que nunca se le curaba…¿os suena de algo?, ¿Veis ahí a Ethan?, ¡Bingo!. Y me imagino que ahí está también John Ford desnudándose por completo y mostrando su herida, cuál Quirón, para el que la quiera ver: ¿insatisfacción?, ¿soledad, aislamiento?, ¿considerarse un forastero, un outsider, o…un “Nauyeki”?. Lo dejo aquí…
Como “Vértigo”, esta película es la típica historia que transciende su propia historia y que es tan inabarcable que no se puede intentar razonar, sólo vivirla y ver lo que mueve en nuestras tripas, vamos, como el arte en estado puro. ¿Qué contar entonces de ella?…¡Vamos, vívanla!. Y si después de vivirla la quieren razonar, van mal, muy mal. Los que hagan eso, seguramente serán los que no la valorarán.
Está claro que no es perfecta, que hay cosas que chirrían, como por ejemplo el "Jefe cicatriz", (no quiero ni imaginarme como sería esta obra si hubieran encontrado a un actor indio, que fuera un reflejo de todo el odio y de todo el desprecio que siente Ethan hacia ellos). Y también chirrían algunos pasajes costumbristas. Pero, desde luego, hasta eso es capaz de transcender esta gran obra.
A mí, después de verla por enésima vez, sólo se me ocurre una cosa: ¡Cuantos John Ford nos harían falta para contarnos historias profundas, personales, rabiosas, políticamente incorrectas, de una forma clásica y honrada, y qué escasos estamos de ellos!.
Lo que sí me sugiere ésta película eterna es un sinfín de preguntas:
En el fondo, ¿John Ford era un idealista?, ¿un romántico?, ¿un enamorado del género humano?, ¿un espíritu libre que, como Ethan, vaga por los horizontes abiertos del lejano Oeste?, y si es así, ¿su fachada, era eso, sólo fachada?. O cómo dice mucha gente, ¿era un racista, un machista, etc.?.
¿Es "Centauros del desierto" una película humanista?, ¿Es esperanzadora?, ¿Cree en el ser humano, más allá de sus contradicciones y sus miserias?. ¿Sería catártica para su protagonista?, ¿y para John Ford cuando la dirigió?, ¿y para nosotros?, ¿y para alguien que la vea dentro de muchos años?.
¿Sabía, John Ford, que cuanto más oscura es la noche, más cerca está el amanecer?, ¿creía en la redención?.
¿Estamos ante la mejor interpretación de John Wayne?.
¿Es ésta película una de las mejores películas de ciencia ficción?, ¿son sus paisajes los más logrados de la superficie marciana?.
¿Es el final una metáfora de la libertad real de las personas, frente a la “aparente” libertad estadounidenses con forma de estatua inmóvil?. ¿Logró Ethan, al final de la película, caerse de su centauro?. ¿Hay que “des imprimir” la leyenda, borrar el mito y morar en los espacios abiertos y libres del lejano Oeste?. O ¿es que me he vuelto loco y estoy delirando?.
John, desde luego, ¡conmigo has conseguido lo que "Buscabas"!
¡GRACIAS POR SIEMPRE JOHN FORD!.
¡ALLÍ DONDE HABITES SEGURO QUE HABITARÁ LA GRANDEZA Y LA LIBERTAD!...y un poquito de whisky y de mala uva...
Saludos
Para mí las dos son arte en estado puro. Bien podían estar colgadas en las paredes de cualquier gran museo, de hecho, alguna ha estado. Cualquier fotograma de estas dos películas podría estar enmarcado.
Y es que, visualmente, no tienen parangón en la historia del cine. De ahí han aprendido todos los cineastas posteriores, de un lado y de otro del río grande.
De la historia, que voy a decir. Para mí es una epopeya, una tragedia griega....y algo más. Sinceramente, creo que John Ford podría darnos un curso acelerado, a los simples mortales, de cómo, a través de un “simple” Western, o de una "simple" mirada, o de un "simple" silencio, se puede ahondar en los mundos clásicos de Grecia, con toda su complejidad, sin que se note y transcenderlos creando algo único.
No sé si los que decidieron traducir el título original de la película “The Searchers” (Los Buscadores), por “Centauros del desierto” en España, eran conscientes de que la película era una tragedia y una epopeya griega, pero desde luego, el título lo clavaron. Primero porque si alguien conoce un poco de la historia mitológica de los centauros sabrá que representan la lucha entre los instintos primarios y los humanos, y por ahí se puede empezar a hilar sobre esta gran película. Y segundo, porque si alguien conoce algo sobre la historia del centauro más mítico: Quirón. Sabrá que era el más sabio de todos los centauros, el más “humano”, Maestro de Aquiles, Áyax, Jasón, etc.. Pero que, a la vez, tenía una herida en una de sus patas que nunca se le curaba…¿os suena de algo?, ¿Veis ahí a Ethan?, ¡Bingo!. Y me imagino que ahí está también John Ford desnudándose por completo y mostrando su herida, cuál Quirón, para el que la quiera ver: ¿insatisfacción?, ¿soledad, aislamiento?, ¿considerarse un forastero, un outsider, o…un “Nauyeki”?. Lo dejo aquí…
Como “Vértigo”, esta película es la típica historia que transciende su propia historia y que es tan inabarcable que no se puede intentar razonar, sólo vivirla y ver lo que mueve en nuestras tripas, vamos, como el arte en estado puro. ¿Qué contar entonces de ella?…¡Vamos, vívanla!. Y si después de vivirla la quieren razonar, van mal, muy mal. Los que hagan eso, seguramente serán los que no la valorarán.
Está claro que no es perfecta, que hay cosas que chirrían, como por ejemplo el "Jefe cicatriz", (no quiero ni imaginarme como sería esta obra si hubieran encontrado a un actor indio, que fuera un reflejo de todo el odio y de todo el desprecio que siente Ethan hacia ellos). Y también chirrían algunos pasajes costumbristas. Pero, desde luego, hasta eso es capaz de transcender esta gran obra.
A mí, después de verla por enésima vez, sólo se me ocurre una cosa: ¡Cuantos John Ford nos harían falta para contarnos historias profundas, personales, rabiosas, políticamente incorrectas, de una forma clásica y honrada, y qué escasos estamos de ellos!.
Lo que sí me sugiere ésta película eterna es un sinfín de preguntas:
En el fondo, ¿John Ford era un idealista?, ¿un romántico?, ¿un enamorado del género humano?, ¿un espíritu libre que, como Ethan, vaga por los horizontes abiertos del lejano Oeste?, y si es así, ¿su fachada, era eso, sólo fachada?. O cómo dice mucha gente, ¿era un racista, un machista, etc.?.
¿Es "Centauros del desierto" una película humanista?, ¿Es esperanzadora?, ¿Cree en el ser humano, más allá de sus contradicciones y sus miserias?. ¿Sería catártica para su protagonista?, ¿y para John Ford cuando la dirigió?, ¿y para nosotros?, ¿y para alguien que la vea dentro de muchos años?.
¿Sabía, John Ford, que cuanto más oscura es la noche, más cerca está el amanecer?, ¿creía en la redención?.
¿Estamos ante la mejor interpretación de John Wayne?.
¿Es ésta película una de las mejores películas de ciencia ficción?, ¿son sus paisajes los más logrados de la superficie marciana?.
¿Es el final una metáfora de la libertad real de las personas, frente a la “aparente” libertad estadounidenses con forma de estatua inmóvil?. ¿Logró Ethan, al final de la película, caerse de su centauro?. ¿Hay que “des imprimir” la leyenda, borrar el mito y morar en los espacios abiertos y libres del lejano Oeste?. O ¿es que me he vuelto loco y estoy delirando?.
John, desde luego, ¡conmigo has conseguido lo que "Buscabas"!
¡GRACIAS POR SIEMPRE JOHN FORD!.
¡ALLÍ DONDE HABITES SEGURO QUE HABITARÁ LA GRANDEZA Y LA LIBERTAD!...y un poquito de whisky y de mala uva...
Saludos

7,4
44.808
4
30 de agosto de 2023
30 de agosto de 2023
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que si te gustan las montañas rusas, esta película te encantará y seguramente dirás que es un peliculón...pero aún así, no se si querrás montar otra vez en ella, y posiblemente la olvidarás en cuanto encuentres otra montaña rusa que esté más de moda.
Pero, la verdad, yo no tengo por dónde cogerla. ¿Qué me están contando?: me quieren contar tantas cosas que al final no me cuentan nada, y todo a base de un sinfín de flashback, de idas y venidas, de siglas, de datos, de personajes. Todo es apabullante, pero al final, ¿Qué me quieren contar?. El término "Cantinflear" encaja mejor aquí que en muchas películas de Cantinflas. Sinceramente, nunca me ha gustado lo pretencioso, y, desde luego, esta película puede tener ese adjetivo.
Después de verla, ¿qué queda de Oppenheirmer como persona?, ¿qué quedan de sus dilemas, de sus contradicciones, de su genialidad?: Silencio y vacío, como lo que deja una bomba atómica después de su paso destructor.
Ves películas como "Vencedores o vencidos", y ahí si que ves a las personas detrás de sus máscaras, ves sus dilemas, sus contradicciones, su humanidad, su falta de humanidad. De hecho, cualquier escena de esa película te cuenta más que toda la película de Nolan. Y así podría nombrar a "Senderos de gloria", a "Roma, ciudad abierta", e incluso a "Banderas de nuestros padres" o a "Cartas desde Iwo Jima".
De la historia que cuenta Nolan podrían salir un sinfín de buenas películas:
Podría haber hecho un Biopic sólo sobre Oppenheimer y haberse centrado en él como persona, en su genialidad, en sus contradicciones, en la caza de brujas que sufrió, etc. y haber ahondado en lo que más le hubiera interesado al director.
Podría haber hecho una película sobre la carrera por ser el primero en fabricar la bomba atómica, sobre los dilemas morales, sobre la destrucción pura y dura, sobre la América de esa época, sobre la caza de brujas...
Pero como ha pretendido abarcar todo, y aún encima seguir una estructura no-lineal, le ha salido lo que le ha salido: fuegos de artificio y montaña rusa, pero todo sin profundidad y entremezclado. Y es que ya se sabe: "Qiuen mucho abarca, poco aprieta"...
Pero, la verdad, yo no tengo por dónde cogerla. ¿Qué me están contando?: me quieren contar tantas cosas que al final no me cuentan nada, y todo a base de un sinfín de flashback, de idas y venidas, de siglas, de datos, de personajes. Todo es apabullante, pero al final, ¿Qué me quieren contar?. El término "Cantinflear" encaja mejor aquí que en muchas películas de Cantinflas. Sinceramente, nunca me ha gustado lo pretencioso, y, desde luego, esta película puede tener ese adjetivo.
Después de verla, ¿qué queda de Oppenheirmer como persona?, ¿qué quedan de sus dilemas, de sus contradicciones, de su genialidad?: Silencio y vacío, como lo que deja una bomba atómica después de su paso destructor.
Ves películas como "Vencedores o vencidos", y ahí si que ves a las personas detrás de sus máscaras, ves sus dilemas, sus contradicciones, su humanidad, su falta de humanidad. De hecho, cualquier escena de esa película te cuenta más que toda la película de Nolan. Y así podría nombrar a "Senderos de gloria", a "Roma, ciudad abierta", e incluso a "Banderas de nuestros padres" o a "Cartas desde Iwo Jima".
De la historia que cuenta Nolan podrían salir un sinfín de buenas películas:
Podría haber hecho un Biopic sólo sobre Oppenheimer y haberse centrado en él como persona, en su genialidad, en sus contradicciones, en la caza de brujas que sufrió, etc. y haber ahondado en lo que más le hubiera interesado al director.
Podría haber hecho una película sobre la carrera por ser el primero en fabricar la bomba atómica, sobre los dilemas morales, sobre la destrucción pura y dura, sobre la América de esa época, sobre la caza de brujas...
Pero como ha pretendido abarcar todo, y aún encima seguir una estructura no-lineal, le ha salido lo que le ha salido: fuegos de artificio y montaña rusa, pero todo sin profundidad y entremezclado. Y es que ya se sabe: "Qiuen mucho abarca, poco aprieta"...
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