Esta vez no. Mi experiencia con el cine de Woody Allen es una de cal y otra de arena. Me encantó Midnight en Paris, pero no he podido con esta. No le he visto la gracia (punto).

No se salva nada. Ni el guión, ni la escenografía, ni los actores, nada. Algunos me parecen bastante malos, aunque mis colegas se empeñen en decir que esa actuación forzada es a propósito, que son indicaciones del director. Si es así, igual de mal.

En fin, que sentí estafado. Mis 8.70€ podrían haber sido invertidos en una cerveza bien fría y algo más. Ni Roma sale bonita en la peli. A olvidar.

La elegí porque había quedado para cenar, y era la única que duraba menos de 2 horas.

Esperaba que, al menos, me sorprendiera con algún descubrimiento nuevo de la vida nipona, o que aumentara mis ganas de ir (algún día) a Japón. Pero nada de nada.

La historia es poco creíble, aburrida, y cae en todos los tópicos que ya conocemos.

¡Qué ganas de que terminara! y no fui el único, se notaba en la sala, por el poco interés que despertó en los pobres que allí estábamos.

Mala, mala, ...

Buena historia, pero hay algo en ella que me resulta forzado. No sé si es que los actores no consiguen hacer que me la crea, no sé si es que es poco creíble de por sí, pero no, no consiguió atraparme.

Me reí bastante con algunas escenas, y Ramallo y Vilches hacen lo que pueden por transmitir frescura, pero ésta sólo se vislumbra.

Peli para pasar un rato distendido en casa.

Un verano. Un lago. Sexo entre hombres sin tapujos.

Me hubiese gustado saber más del protagonista, pero la película se centra sólo en las vivencias de los personajes en torno al lago, y ahí, el anonimato es importante.

No apta para los que consideran el sexo como algo sucio.

Parecía interesante, al menos al principio, pero a medida que avanza te das cuenta de lo mala que es. Película mojigata, donde las actrices parecen modelos operadas, buenos cuerpos sin gracia. Los actores también, aunque parece que no es de recibo que a ellos se les vea nada.

En cuanto al guión, mejor no hablar.

Lo dicho, no se salva ni por el, en todo caso ausente, erotismo.