En los años sesenta se realizaron un buen número de películas de comandos o de operaciones suicidas generalmente ambientadas en la segunda guerra mundial.

Este film se encuadraría en ese género, pero con una ambientación distinta: África, más concretamente El Congo.

Esta es una muy interesante cinta de aventuras protagonizada por Rod Taylor, tal vez en su mejor momento, Jim Brown, que acababa de participar en el exitazo que fue "Doce del patíbulo" y también la guapa de turno que en este caso es Yvette Mimieux, aquí con un papel de comparsa más que nada.

Me han sorprendido las altas dosis de violencia, algo inusual en las películas de la época y tambien las de sexo, en la última parte de la película, por supuesto siempre a cargo de los "desalmados" Simbas, que para algo tienen el rol de villanos; y tambien la buena imagen que se pretende dar de los mercenarios, aqui dibujados casi como si fueran hermanitas de la caridad.

En resumen, una película bien dirigida con una acción que no da un segundo de respiro y que aquí en España cosechó un importante éxito lo que la llevó a ser reestrenada un par de años después de su estreno inicial (en aquella época no había ni VHS ni DVD)

Hace poco, de madrugada, ví este telefilm por la tele. No se por qué, pero no cambié de canal.
Es cierto que es muy malo, pero no pésimo. El prota es David Hasselhoff (¿Se escribe así Monaguillo?), un actor muy malo, pero muy listo, recordad que gracias a él "Los vigilantes de la playa" duraron más de diez años. Coprotagoniza Stephanie Kramer, que fue bastante popular en los 80 gracias a su aparición en varias series.
El argumento está trillado a más no poder con lo de un psicópata que resucita en los años 80, después de cien años muerto, en este caso Jack el Destripador, pero más que intriga me hacía gracia ver a Mitch Buchanan, en su papel de siempre de héroe con pasado, corriendo super agobiado de un lado para otro (ja ja) y ligando con la chica guapa de turno.
Lo que me produjo tristeza fue ver a una actriz estupenda como Adrienne Barbeau, que apenas cuatro o cinco años después de peliculazos como "La niebla" o "1997, Rescate en Nueva York" se vió obligada a recalar en productos como este.
Tal vez solo por nostalgia le doy un aprobado

En 1985 en plena época de cine de universidades para adolescentes, ("Los albóndigas en remojo", "Admiradora secreta"...) Mariano Ozores intentó hacer una película del mismo género, pero a la española.
Para ello recurrió a buena parte de su troupe habitual, su hermano Antonio, Juanito Navarro, Francisco Camoiras...y un grupo de jóvenes actores de moda en aquellos momentos o que empezaban a despuntar (Miguel Angel Valero, muy alejado ya de su papel de "Piraña" en "Verano azul", Gabino Diego y la malograda Sonia Martinez.
Utilizó todos los clichés del género, chicas guapas casi desnudas, fiestas, novatadas y el resultado es una película bastante divertida muy diferente a los films que se hacían en aquella época.
El cartel de esta película está claramente influenciado en "desmadre a la americana", pero, a pesar de las virtudes que tiene, que son bastantes hoy en día lamentablemente está bastante olvidada.

¡Pues eso!

Vamos todos corriendo a alistarnos en el ejército yanqui, donde todo es camaradería, buen rollo y bromas por doquier, con personajes típicos y tópicos (el capitán padrazo, el novato imberbe, el ligón de mediopelo, el veterano carismático....) cargando mucho las tintas en la parte sentimental de las familias que esperan en el hogar y lo malvados que son los japoneses.

Aparte de la función propagandística que se espera de cualquier film realizado en los años cuarenta, la parte de la misión está muy bien construida ayudada por unos muy buenos efectos especiales para la época.

El guión es muy interesante, y cuenta con buenas interpretaciones por parte de su reparto, sobre todo de John Garfield, que pena que la carrera de este actor acabara tan pronto por culpa de la "Caza de brujas".

Para ver con curiosidad

No nos engañemos, esta no es una buena película, pero si es tremendamente entretenida.

Tiene un argumento muy divertido con varios momentos que te llevan a la carcajada a lo largo de su metraje (sobre todo el del perro, para que nos vamos a engañar), que la convierten en un film muy ameno, pero que no pasará a la historia.

Hay varios homenajes a "Desmadre a la americana", la madre de este tipo de películas, empezando por el cartel publicitario y siguiendo con la presencia de Tim Matheson, interpretando un papel que tal vez podría ser el suyo propio de "Desmadre...", pero treinta años después.

Para pasar un rato entretenido.