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5
21 de agosto de 2016
21 de agosto de 2016
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una pena. El empacho de películas infantiles, de aventuras y de fantasía dio al traste con una de las sagas más sugestivas de este género. El éxito descomunal (y merecido) del paseo de Peter Jackson por la Tierra Media hizo que en Hollywood se frotaran las manos creyendo que tenían la gallina de los huevos de oro, se arremangaron y, como suele ser normal con estas cosas, la jiñaron.
Y como digo, es una pena. Esta primera entrega nos presenta a los cuatro hermanos que se internarán por el fantástico mundo de Narnia para liberarlos de la Bruja Blanca que los tiene sometidos y ayudar a Arlan a gobernar con justicia y equilibrio. El argumento, no por ya conocido, es menos interesante, lo que pasa es que se hace larga y aburrida, porque otro de los fenómenos que El Señor de los Anillos puso de moda es que una película no podía durar menos de dos horas y media. Y Andrew Adamson no sabe cómo rellenar tanto metraje.
En definitiva, que C.S. Lewis no tuvo tanta suerte como su amigo Tolkien y eso que sus libros tienen legiones de seguidores, también. Otro ejemplo claro de que no se puede abusar, copón.
Y como digo, es una pena. Esta primera entrega nos presenta a los cuatro hermanos que se internarán por el fantástico mundo de Narnia para liberarlos de la Bruja Blanca que los tiene sometidos y ayudar a Arlan a gobernar con justicia y equilibrio. El argumento, no por ya conocido, es menos interesante, lo que pasa es que se hace larga y aburrida, porque otro de los fenómenos que El Señor de los Anillos puso de moda es que una película no podía durar menos de dos horas y media. Y Andrew Adamson no sabe cómo rellenar tanto metraje.
En definitiva, que C.S. Lewis no tuvo tanta suerte como su amigo Tolkien y eso que sus libros tienen legiones de seguidores, también. Otro ejemplo claro de que no se puede abusar, copón.
10 de agosto de 2016
10 de agosto de 2016
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
David O. Russell repite otra vez con su mejor formación para intentar repetir los éxitos que tuvo en el pasado reciente. Jennifer Lawrence como protagonista y Bradley Cooper y Robert De Niro en el cast, pero en esta ocasión el resultado no fue tan bueno como en las anteriores "El lado bueno de las cosas" y "La gran estafa americana" y esto, a mi parecer, se debe sobre todo a dos cuestiones principales.
La primera es que la historia es bastante menos interesante que en las anteriores: por muy apasionante que sea la historia de la mujer que inventó la fregona automática, tampoco es que sea una cosa loca de emoción ni nada que se le parezca. Yo me pregunto (aunque me digan que soy machista o alguna tontería por el estilo) que qué interés tiene la vida de esta mujer. Se ha hecho a sí misma. Muy bien. Pero tampoco la historia es la leche.
Por otro lado, peca de maniquea. que la protagonista Joy sea tan buena, tan luchadora y tan íntegra y toda su familia sea una aprovechada envidiosa... a mí me produce un poco de resquemor, la verdad. La aleja del realismo.
Por último, el montaje y la dirección de Russell está muy bien, como siempre. Jennifer Lawrence hace creíble cualquier papel y nunca le agradeceremos al director lo suficiente que le dé los mejores papeles de De Niro de los últimos quince años.
La primera es que la historia es bastante menos interesante que en las anteriores: por muy apasionante que sea la historia de la mujer que inventó la fregona automática, tampoco es que sea una cosa loca de emoción ni nada que se le parezca. Yo me pregunto (aunque me digan que soy machista o alguna tontería por el estilo) que qué interés tiene la vida de esta mujer. Se ha hecho a sí misma. Muy bien. Pero tampoco la historia es la leche.
Por otro lado, peca de maniquea. que la protagonista Joy sea tan buena, tan luchadora y tan íntegra y toda su familia sea una aprovechada envidiosa... a mí me produce un poco de resquemor, la verdad. La aleja del realismo.
Por último, el montaje y la dirección de Russell está muy bien, como siempre. Jennifer Lawrence hace creíble cualquier papel y nunca le agradeceremos al director lo suficiente que le dé los mejores papeles de De Niro de los últimos quince años.

3,0
5.974
4
16 de enero de 2016
16 de enero de 2016
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El humor es algo intransferible que refleja la idiosincrasia de los pueblos o los países. Es algo muy complejo y seguramente por eso, un cómico que tiene un éxito arrollador en su país no consigue despegar en otros. Por ejemplo, en España “Los bingueros” fue la película más taquillera hasta que “Torrente” le quitó la posición. La primera superó a una tal “La guerra de las galaxias” y la otra a “Titanic”; en Francia tenían a Louis de Funes, en Italia las pelis de Jaimito y en Inglaterra a Benny Hill. Pues algo parecido pasa en Estados Unidos con una serie de cómicos a los que pertenece Adam Sandler.
Si eres de los que no soporta al cómico yanqui, no se te ocurra ver esta película porque aquí tenemos ración doble de Sandler. Casi todos los cómicos han tenido querencia por el transformismo y más concretamente con el travestismo: desde Jerry Lewis a Eddie Murphy pasando por Martin Lawrence o incluso Paco Martínez Soria. Es algo que no falla. Y Sandler no iba a ser menos. Aquí, como su propio nombre indica, indica al protagonista y a su insufrible hermana gemela que se va a pasar unos días con su hermano y su familia. Como en todas las películas de Sandler, esta tiene un mensa familiar buenrollista que cansa un poco. Parece que Sandler se ha cansado ya de hacer películas más arriesgadas (Embriagado de amor, En algún lugar de la memoria o Hazme reír) para hacer siempre la misma película. De hecho yo confundo todas ellas, sólo las diferencio por la actriz que acompaña al americano. La película no tiene ni pizca de gracia y Sandler está como siempre sin disfrazar e insufrible disfrazado. Sólo hay gracietas de pedos, culos, tetas… que a estas alturas… resulta un poco triste. Lo más triste de todo es que por aquí aparece el antaño gran Al Pacino, lo que nos da idea de en lo baja forma que está, pero (como no podía ser de otra forma) es lo mejor de la película y es el mejor papel (autoparódico, por cierto) que ha hecho en años, lo que demuestra el punto en el que está su carrera. Pero, la verdad es que está muy divertido, el tío.
Aquí en España se anunció a bombo y platillo que salía Santiago Segura (hasta hacía entrevistas de promoción) y yo no entiendo por qué no pusieron también a Pau Gasol que aparece jugando un partido de básquet con los Lakers, porque los dos salen lo mismo. Hay que ver la cara que les pueden echar algunos para llevar gente al cine y es que Sandler no sabe lo que hacer para conseguir una buena taquilla en España.
Si eres de los que no soporta al cómico yanqui, no se te ocurra ver esta película porque aquí tenemos ración doble de Sandler. Casi todos los cómicos han tenido querencia por el transformismo y más concretamente con el travestismo: desde Jerry Lewis a Eddie Murphy pasando por Martin Lawrence o incluso Paco Martínez Soria. Es algo que no falla. Y Sandler no iba a ser menos. Aquí, como su propio nombre indica, indica al protagonista y a su insufrible hermana gemela que se va a pasar unos días con su hermano y su familia. Como en todas las películas de Sandler, esta tiene un mensa familiar buenrollista que cansa un poco. Parece que Sandler se ha cansado ya de hacer películas más arriesgadas (Embriagado de amor, En algún lugar de la memoria o Hazme reír) para hacer siempre la misma película. De hecho yo confundo todas ellas, sólo las diferencio por la actriz que acompaña al americano. La película no tiene ni pizca de gracia y Sandler está como siempre sin disfrazar e insufrible disfrazado. Sólo hay gracietas de pedos, culos, tetas… que a estas alturas… resulta un poco triste. Lo más triste de todo es que por aquí aparece el antaño gran Al Pacino, lo que nos da idea de en lo baja forma que está, pero (como no podía ser de otra forma) es lo mejor de la película y es el mejor papel (autoparódico, por cierto) que ha hecho en años, lo que demuestra el punto en el que está su carrera. Pero, la verdad es que está muy divertido, el tío.
Aquí en España se anunció a bombo y platillo que salía Santiago Segura (hasta hacía entrevistas de promoción) y yo no entiendo por qué no pusieron también a Pau Gasol que aparece jugando un partido de básquet con los Lakers, porque los dos salen lo mismo. Hay que ver la cara que les pueden echar algunos para llevar gente al cine y es que Sandler no sabe lo que hacer para conseguir una buena taquilla en España.

6,1
18.401
6
15 de agosto de 2015
15 de agosto de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya tiempo que se viene advirtiendo que Tim Burton está de capa caída porque sus últimos trabajos no llegaban al mínimo exigible de un tipo de su talento, pero, por desgracia, esta película viene a confirmárnoslo.
Uno puede tener sus malas rachas, es normal. Los más grandes las han tenido. Pero lo peor, lo más lamentable, lo más doloroso es que no se encuentran por ningún lado en este film ninguno de los rasgos que han caracterizado a lo largo de los años el cine de Tim Burton. Es que no llego a entender los motivos que han podido llevar al director americano a aceptar una película que se separa tantísimo de su idiosincrasia, que se aleja tanto de su forma de entender el cine. Incluso en sus películas menos afortunadas, como “El planeta de los simios” o “Sombras tenebrosas” se encontraban las constantes de su cine, se dejaba ver su estética, pero en esta ocasión, sólo se ha podido adivinar al autor que firma la película en el colorido de algunos escenarios (el supermercado, el estudio de radio, la casa de los protagonistas que recordaban muy lejanamente al vecindario de “Eduardo Manostijeras” y en la partitura de Danny Elfman). Es que parece que ha filmado el film sin ninguna gana y con poca motivación. Así, sospecho que se trata de un trabajo alimenticio, realizado únicamente para ganarse el pan. Ni rastro del genio que alguna vez nos deslumbró y nos emocionó. Una auténtica lástima.
En cuanto al reparto, está lleno de caras conocidas que no aportan mucho a la trama. De hecho los personajes de Danny Huston y Terence Stamp desaparecen casi por completo cuando podrían haber aportado bastante más; Amy Adams está como siempre, bastante bien; el que está realmente pasado de rosca es Christoph Waltz, haciendo un retrato de sainete de su personaje, lo que es una pena porque es un personaje bastante profundo e inquietante y, contra todo pronóstico, el austriaco no da con la tecla a la hora de su interpretación. Al igual que el resto de la película.
Uno puede tener sus malas rachas, es normal. Los más grandes las han tenido. Pero lo peor, lo más lamentable, lo más doloroso es que no se encuentran por ningún lado en este film ninguno de los rasgos que han caracterizado a lo largo de los años el cine de Tim Burton. Es que no llego a entender los motivos que han podido llevar al director americano a aceptar una película que se separa tantísimo de su idiosincrasia, que se aleja tanto de su forma de entender el cine. Incluso en sus películas menos afortunadas, como “El planeta de los simios” o “Sombras tenebrosas” se encontraban las constantes de su cine, se dejaba ver su estética, pero en esta ocasión, sólo se ha podido adivinar al autor que firma la película en el colorido de algunos escenarios (el supermercado, el estudio de radio, la casa de los protagonistas que recordaban muy lejanamente al vecindario de “Eduardo Manostijeras” y en la partitura de Danny Elfman). Es que parece que ha filmado el film sin ninguna gana y con poca motivación. Así, sospecho que se trata de un trabajo alimenticio, realizado únicamente para ganarse el pan. Ni rastro del genio que alguna vez nos deslumbró y nos emocionó. Una auténtica lástima.
En cuanto al reparto, está lleno de caras conocidas que no aportan mucho a la trama. De hecho los personajes de Danny Huston y Terence Stamp desaparecen casi por completo cuando podrían haber aportado bastante más; Amy Adams está como siempre, bastante bien; el que está realmente pasado de rosca es Christoph Waltz, haciendo un retrato de sainete de su personaje, lo que es una pena porque es un personaje bastante profundo e inquietante y, contra todo pronóstico, el austriaco no da con la tecla a la hora de su interpretación. Al igual que el resto de la película.

5,9
34.532
5
3 de junio de 2015
3 de junio de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A rebufo de los últimos éxitos de adaptaciones de sagas juveniles (“Harry Potter” o “Crepúsculo”), se han estrenado una cantidad ingente de películas basadas en este tipo de literatura y pocas han conseguido el éxito esperado. Que si “Cazadores de sombras”, “La brújula dorada” o “Corazón de tinta”. Todos truños bastante considerables, no nos engañemos.
En esta ocasión, el fracaso es más doloroso, porque la saga en la que se basa el filme es una de las más adoradas y veneradas por los aficionados a la ciencia ficción. Yo no soy un entendido en el mundo de Ender pero lo que sí tengo claro es que los libros no son, ni de lejos, tan aburridos como la película. Ése es el principal escollo del film, pero no es el único, por desgracia. La lectura pacifista e incluso existencialista de la novela, se pasa de puntillas, fijando más la atención en el entrenamiento militar, haciendo que se parezca más a una película del tipo de “El sargento de hierro” pasada por el tamiz de los “Harry Potter” con el rollo del elegido. La película se pierde en demasiados vaivenes, en idas y venidas que hacen que perdamos el interés en vez de centrarse en el conflicto interior del protagonista que está lleno de matices y de miedos, ya que Ender se debate entre la violencia innata y su conciencia.
Eso pasa por poner al mando a un director que ya nos aburrió con su adaptación de Lobezno y que no es capaz de sacar partido ni al carisma de Harrison Ford, aunque está en sus horas más bajas. Asa Butterflied cumple.
En esta ocasión, el fracaso es más doloroso, porque la saga en la que se basa el filme es una de las más adoradas y veneradas por los aficionados a la ciencia ficción. Yo no soy un entendido en el mundo de Ender pero lo que sí tengo claro es que los libros no son, ni de lejos, tan aburridos como la película. Ése es el principal escollo del film, pero no es el único, por desgracia. La lectura pacifista e incluso existencialista de la novela, se pasa de puntillas, fijando más la atención en el entrenamiento militar, haciendo que se parezca más a una película del tipo de “El sargento de hierro” pasada por el tamiz de los “Harry Potter” con el rollo del elegido. La película se pierde en demasiados vaivenes, en idas y venidas que hacen que perdamos el interés en vez de centrarse en el conflicto interior del protagonista que está lleno de matices y de miedos, ya que Ender se debate entre la violencia innata y su conciencia.
Eso pasa por poner al mando a un director que ya nos aburrió con su adaptación de Lobezno y que no es capaz de sacar partido ni al carisma de Harrison Ford, aunque está en sus horas más bajas. Asa Butterflied cumple.
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