Estamos ante la típica película rodada con cuadro duros, pero no da vergüenza ajena como otras (que me encantan, por cierto). No tiene buenos efectos especiales y los extraterrestres son menos creíbles que un billete de tres euros, pero es imposible hacer más con menos dinero... porque se nota en cada escena que el presupuesto debía ser más corto que las mangas de un chaleco.

Conforme avanza la película y se van viendo mejor las criaturas se nota más esa falta de recursos, pero se agradece esa valentía y sinceridad al rodarla. Mejor así que limitarse a mostrar ruidos y objetos moviéndose solos, por supuesto siempre a oscuras, como hacen muchísimas películas, incluidas algunas de presupuesto astronómico.

"No hay plazos que no se cumplan, ni deudas que no se paguen nunca". Bajo esta premisa se desarrolla una historia en la que nada es lo que parece.

El argumento central es bien sencillo: dos tipos no pagan la carrera a un taxista, que se enfada bastante y empieza a perseguirlos llevándose por delante a quien haga falta ¿Será ese el único motivo por el que los persigue?

Pero al final todo cobra cierto sentido, un sentido algo raro, vale, pero lo tiene.

Le doy un 1, pero con cariño porque es una película tan mala que pasa a ser "buena".

"¿Qué crees que es esto? ¿una película barata de ciencia ficción?" le dice un científico a un robot en lo que es una frase premonitoria de lo que estamos a punto de presenciar.

Científicos que se distinguen del resto de personas porque llevan bata, malos malísimos exagerados, muertes de las peores que se pueden rodar... todo es un despropósito en ROTOR (Robotic Officer Tactical Operations Research).

Esta versión barata de Robocop con bigote se levanta un día con la directriz "poner multas de tráfico" y la empieza a liar parda. Entre diálogos absurdos a la par que divertidos, persecuciones de andar por casa y efectos especiales hechos por un niño de 4 años pasamos una hora y media sin poder pestañear.

Las comparaciones son tan odiosas como inevitables en algunas ocasiones. Aquí el argumento inicial es muy parecido al de la película de Joel Schumacher en 1993, salvo que el padre de familia Michael Douglas es sustituido por un joven que vive con sus padres.

Irascible con todos, empieza a maquinar su venganza contra el mundo y de paso cambiar su vida. Y esa es la diferencia con 'Un día de furia', que arranca con Douglas en un atasco y abandona su coche para descargar su ira contra todo aquel que le lleve la contraria. En 'Rampage' es todo premeditado y con armas y bombas, ya que el protagonista va acumulando todo lo que va a necesitar y hasta se fabrica una armadura antes de liarse a tiros.

Otra diferencia es que en Rampage se dispara sin parar a todo lo que se mueve, todos son enemigos del protagonista, que regala tiros y bombas a todo el que pase por delante.

NOTA: No vi venir el giro final.

No soporto a la gente que viene aquí a infravalorar este tipo de películas. No se puede ver un engendro llamado Poseidon Rex y hacer una crítica como si valorases El Padrino.

Aquí estamos ante una película que se ríe de sí misma, es mala y lo sabe. Los actores son de andar por casa, los efectos son tan lamentables que te tienes que reír, pero es que son así a posta.

El argumento es bien simple. Un buceador llega demasiado abajo en un una fosa marina y despierta a una especie de dinosaurio prehistórico que además tiene huevos a punto de eclosionar. Se lía parda y no faltan los tíos cachas y las mujeres espectaculares para adornar la historia.