¿Qué puedo deciros de una de las mejores películas del año sin crearos demasiado hype y estropearos así una de las mejores experiencias fílmicas que podréis vivir? Fue la que machacó este año a Almodóvar y Tarantino en Cannes, y eso es ya decir mucho.
Estoy casi seguro que será la ganadora del Oscar a la mejor película extranjera.
Vedla y después hablamos.
Aunque no es tan perfecta como quieren hacernos creer.
Más en la zona spoiler.

Buenísima!!!

Me ha descolocado totalmente. Iba esperando una cosa y ha sido todo lo contrario.

A medida que se acercaba el final ya me iba oliendo que harían eso, pero pensaba “no, no, que va… ahora, ahora…”

Me ha recordado muchísimo muchísimo a una de mis pelis favoritas de Tito Clint. Cuando la veáis ya sabréis a cuál me refiero. No os lo digo para no reventárosla.

Ah, no veáis el trailer porque es lo más engañoso que he visto en mi vida. Ni tampoco leáis sinopsis porque idem de lo mismo que el trailer.

Es china y clausuró por todo lo alto la Mostra de Venecia de 2015. También estuvo en Sitges.

No es una historia crepuscular más de un género megaexplotado, sino una lección de libro de cómo contar bien una historia simple y hacerlo además de una forma inteligente y llena de mordacidad. Lo fácil hubiera sido llenar la película de escenas de acción, pero en este caso eligen el suspense, elevando la tensión dramática en algunas escenas hasta límites inesperados. Es casi un thriller, pero lleno de decadencia y fatalidad, donde la bondad de algunos personajes y lo patético de otros nos hace emocionarnos con sus acciones, encaminadas en todo momento a buscar su propia justicia en un mundo de delincuentes, en el que para el protagonista y sus amigos lo importante es el honor, el respeto y la educación. Incluso entre delincuentes existen unas reglas y las mismas están para ser respetadas.

No os digo más. Vedla. La tenéis en Netflix en su versión original en chino mandarín, subtitulada al español.

Una película interesante, de la que no sabía mucho.
Tenía una ligera idea de qué iba, pero no sabía muy bien lo que me encontraría.
La primera hora me tuvo totalmente enganchado, sobretodo una especie de prólogo bastante largo que hay antes de los créditos, en el que la tensión se eleva hasta límites desasosegantes.
Después la historia empieza a caracolear por ciertas situaciones, muchas de ellas inverosímiles, y empieza a caerse un poco.
Si, como me comentó el amigo con el que fui, hubieran elegido darle un punto más humorístico a todo, quizás hubiera funcionado mejor.
Con esto no queremos decir que deberían haber hecho una comedieta de tres al cuarto, sino humor del estilo hermanos Cohen; ya que algunas de las cosas que les pasan a los protagonistas, y algunos de los personajes secundarios con los que se encuentran, son tan surrealistas que quizás hubiera dado mucho más juego darle un punto mucho más ácido, irónico y sarcástico a todo.
Pero bueno, que tampoco está tan mal así y la peli merece la pena su visionado, aunque vaya de más a menos.

Pues no me ha gustado “Ad Astra”. Se me ha hecho larga y tediosa.
Que sí, vale, que tiene unos planos preciosos y una fotografía bellísima, pero qué peli de hoy en día con pasta detrás no los tiene.
Cuando voy al cine quiero algo más, y me refiero a emocionarme con una historia que me llene y unos personajes que me interesen, y eso, por desgracia, para mí no lo tiene esta película.
El colega con el que he ido a verla, que a él sí le ha gustado, dice que es como “El corazón de las tinieblas” pero en el espacio, y yo añadiría que sin el horror y el olor a napalm, que son las cosas divertidas de la maravillosa adaptación que sobre esa misma historia hizo Coppola y que ya mismo tendremos la oportunidad de disfrutar en un último Final Cut remasterizado y restaurado a formato 4K con motivo de su 40 aniversario.
“Ad Astra” es una mezcla de “2001”, con un poco del peor Malick (esas impostadas voces en off intentando crear poesía donde no la hay, como le pasaba en mi opinión a “La delgada línea roja”, no por dios, uf), además de una pizca de “Interstellar”, y algo de “Gravity”.
Aunque me gusten las pelis de James Gray (“Two lovers” me parece magnífica) y me encante oír cualquier composición de Max Richter (soy súperfan de su música en “The Leftovers”), aquí no han conseguido arrastrarme al caudal de emociones que pretendían.
Lo siento pero no.

Como buen fan que soy de todo lo que hace Rian Johnson, estaba frito por ver su nueva deconstrucción de un género (en este caso las típicas pelis, series y novelas “whodunit”), y de momento sólo puedo decir que sí me ha gustado. Mucho? Bastante? Suficiente? Perdonad la imprecisión en mi valoración, pero aún la estoy procesando... Sé que volveré a verla, porque la sobrecarga de información a la que me estaban sometiendo me tenía abrumado a mitad del visionado, y no conseguí relajarme hasta el casi último cuarto de peli, que es cuando ya toda la trama empieza a replegarse sobre sí misma una y otra vez haciendo que esos números circenses del “más difícil todavía” se queden en un juego de niños. También pienso que en la parte final es cuando empezamos a ver la verdadera personalidad de todos y cada uno de los muchos personajes que pueblan la historia y es cuando tomamos partido a favor y en contra de unos y otros. Hasta entonces, prácticamente todos nos habían parecido sospechosos, y lógicamente nos era difícil identificarnos emocionalmente con alguno de ellos. Es decir, todos me resultaban antipáticos. Al final, todo encaja y cuadra. Es un mecanismo de relojería perfectamente engrasado. Lo dicho, la volveré a ver y creo que incluso la disfrutaré más. Ah, una aclaración: lo que hace Johnson no es una deconstrucción, sino una pelihomenaje monumental al género, con referencias a cascoporro, desde las novelas de Agatha Christie hasta la serie de “Se ha escrito un crimen”, pasando por Colombo, el clásico del séptimo arte “La huella”, la peli y el juego de el “Cluedo”, etc., etc., etc...