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7,0
12.599
5
17 de noviembre de 2013
17 de noviembre de 2013
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un niño de 10 años es sacado súbitamente de la escuela. El niño solo piensa en quedar más tarde con su amigo para jugar mientras la madre tiembla mientras ve que se acerca un control policial. Él no lo sabe, pero su familia y amigos son activistas contra la dictadura (porque lo dice la sinopsis, por las fechas te lo imaginas pero tampoco profundizan en el tema) y se van a ir a vivir y a esconderse a una casa de campo. El planteamiento no está nada mal, pero la película no ofrece nada que realmente te cale hondo. Salvando las distancias en la comparativa, el niño de La vida es bella vivía en su mundo pero tu estabas con el corazón en un puño en todo momento porque la película con lo que te narraba y su atmósfera te creaba real angustia. Aquí salvo esa escena inicial, no te da en ningún momento la sensación de que corran peligro y no maneja bien el contraste entre la inocencia infantil y la seriedad de la situación.
Los momentos de "drama" son puntuales por no decir inexistentes (una mirada de Héctor Alterio dice mucho más que el resto de sucesos en toda la película) y el idilio, los momentos de bailes, abrazos y cánticos son excesivos. La premisa y lo que pasa es claro, tampoco hace falta que te den un simposio explicativo pero contar algo más del marco histórico igual hubiera ayudado a meterte más en la película, de la cual entiendo lo que quiere transmitir pero no lo ha conseguido. Además con lo de Houdini y constantes proyecciones de los invasores quieren darle una "sutil profundidad" que no cuaja. Se salva de un descalabro mayor porque mala no es y por la participación de algunos de los mejores actores del cine argentino, que con su mera presencia la sustentan.
Un 4'5
Los momentos de "drama" son puntuales por no decir inexistentes (una mirada de Héctor Alterio dice mucho más que el resto de sucesos en toda la película) y el idilio, los momentos de bailes, abrazos y cánticos son excesivos. La premisa y lo que pasa es claro, tampoco hace falta que te den un simposio explicativo pero contar algo más del marco histórico igual hubiera ayudado a meterte más en la película, de la cual entiendo lo que quiere transmitir pero no lo ha conseguido. Además con lo de Houdini y constantes proyecciones de los invasores quieren darle una "sutil profundidad" que no cuaja. Se salva de un descalabro mayor porque mala no es y por la participación de algunos de los mejores actores del cine argentino, que con su mera presencia la sustentan.
Un 4'5

6,3
2.208
6
8 de julio de 2012
8 de julio de 2012
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente una de las películas más bizarras, extrañas y surrealistas que haya visto nunca. Si se juntaran Lars Von Trier y los chicos de Muchachada Nui (con más toque de los segundos que del primero) y se pusieran a tope de peyote les saldría algo así. Porque lo que está claro esque el autor (que además encarna al protagonista) está zumbado o va puesto de todo. Imaginación no le falta.
Partiendo del acertado planteamiento de la sinopsis que pongo (por lo no hace falta repetirlo) tenemos por un lado la lucha por escapar de la celda del protagonista (desmedida sobreactuación quizá pero en consonancia a lo demás por lo que no queda mal) y la interacción con los objetos en plan aventura gráfica y por otro la historia de la familia mexicana del padre boxeador y la intriga de como narices van a hilar ambas cosas al final y saber si quiera si lo van a hacer.
El puteo de los querubines y la propia habitación tiene puntazos muy buenos, yo hace tiempo que no me reia tanto como con algunas escenas de este film, pero a veces se hace muy pesado y hay escenas muy largas de pulsar una "protuberancia" cien veces seguidas mientras cae el mismo objetoel verle como se come tropecientos trozos de arroz envueltos mientras asiente por la cabeza, ect
También hay veces que lo surrealista se convierte en absurdo y hay secuencias que uno no puede impedir el llevarse las manos a la cabeza y pensar "dios mio, que estoy viendo? que es esto??!!"
Y la parte final en plan profundo y darle un sentido a todo no se si es la sobrada más grande del film o para ponerse a aplaudir presa del éxtasis, dejandose contagiar por el estado psicotrópico de los creadores.
Una cinta que en si misma resulta una experiencia metafísica tal como probar los tripis. Recomendable para cinéfagos sin miedo a nada, pero no me atrevería a animar al público en general a que la vea. No tengo claro si es una mierda o una obra maestra, me dan puntazos de darle de un 3 para abajo y otros de darle un 9 y como no soy capaz de decidirme lo dejaré en un término medio. Un 6
Partiendo del acertado planteamiento de la sinopsis que pongo (por lo no hace falta repetirlo) tenemos por un lado la lucha por escapar de la celda del protagonista (desmedida sobreactuación quizá pero en consonancia a lo demás por lo que no queda mal) y la interacción con los objetos en plan aventura gráfica y por otro la historia de la familia mexicana del padre boxeador y la intriga de como narices van a hilar ambas cosas al final y saber si quiera si lo van a hacer.
El puteo de los querubines y la propia habitación tiene puntazos muy buenos, yo hace tiempo que no me reia tanto como con algunas escenas de este film, pero a veces se hace muy pesado y hay escenas muy largas de pulsar una "protuberancia" cien veces seguidas mientras cae el mismo objetoel verle como se come tropecientos trozos de arroz envueltos mientras asiente por la cabeza, ect
También hay veces que lo surrealista se convierte en absurdo y hay secuencias que uno no puede impedir el llevarse las manos a la cabeza y pensar "dios mio, que estoy viendo? que es esto??!!"
Y la parte final en plan profundo y darle un sentido a todo no se si es la sobrada más grande del film o para ponerse a aplaudir presa del éxtasis, dejandose contagiar por el estado psicotrópico de los creadores.
Una cinta que en si misma resulta una experiencia metafísica tal como probar los tripis. Recomendable para cinéfagos sin miedo a nada, pero no me atrevería a animar al público en general a que la vea. No tengo claro si es una mierda o una obra maestra, me dan puntazos de darle de un 3 para abajo y otros de darle un 9 y como no soy capaz de decidirme lo dejaré en un término medio. Un 6

6,4
6.184
7
12 de julio de 2016
12 de julio de 2016
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que sea sensación mía, pero me da la impresión que el "indie" llegó significando para muchos "el nuevo cine", algo novedoso que iba a salvar a la industria o al espectador de lo anodino, de la poca imaginación instalada en los grandes estudios, las grandes producciones. No mucho tiempo después, ya hay discusiones de que si esto es indie pero en realidad no, que si el indie ya se ha acomodado y va a piloto automático y en resumen, de que el calificativo indie, de esperanzador o piropo, ha pasado a cliché o descalificación. Este rollo lo suelto sorprendido por algunas críticas profesionales enzarzadas en bucle sobre este tema y que se adentran poco a hablar de la película en sí, un film, que personalmente me ha sorprendido gratamente.
Y es que, olvidándonos del indie o no indie, viendo el planteamiento y/o el trailer, el argumento parecía bastante claro, predecible, a camino entre el típico melodrama con clichés y el juego entre la pena y el discurso de superación / impacto emocional. Un padre que perdió a su hijo hace pocos años y que sigue marcado por ello de repente se hace cuidador de una persona discapacitada que no sale de casa. Queda claro que ambos se iban a adentrar en una aventura de crecimiento personal, pero faltaba ver si se llevaba de forma amena o "estomagántemente" insoportable. Evidentemente no escapa a clichés ni predecibilidad, pero muchas veces el cine ya no es lo que te cuenta, sino cómo te lo cuenta y además en estos casos, la química entre los personajes. Por suerte para el espectador, todo cumple a las mil maravillas, no resulta empalagosa, ni recargada de azúcar, todo es muy natural y cercano, incluido su sentido del humor, muy bien usado.
Además, servidor que padece una distrofia muscular, mira más con lupa películas que hablan de ello, no porque me ofenda fácil, sino todo lo contrario y este tipo de films me ganan o me pierden, en los detalles. Y me ha alegrado ver que el protagonista no es un cliché con ruedas. No sale de casa por motivos X que te justifican y además te dicen que no es lo habitual, que los discapacitados (pese a la creencia general) salen y llevan vidas normales, me gusta la actuación de Craig Roberts, los trabajados momentos de humor más allá de "soy un tullido que va de gracioso", la parte (sea más o menos creíble ya a criterio personal) romántica, que lleven sin caer en el morbo pero con total naturalidad y sin tabúes los temas más íntimos y delicados y que aunque tonteen con ello con un por momentos delicioso humor negro, no caigan en el melodrama o impacto lacrimal, por mucho que el final de la enfermedad, más pronto que más tarde, hoy en día, es el que es.
Nota: 7'2
Y es que, olvidándonos del indie o no indie, viendo el planteamiento y/o el trailer, el argumento parecía bastante claro, predecible, a camino entre el típico melodrama con clichés y el juego entre la pena y el discurso de superación / impacto emocional. Un padre que perdió a su hijo hace pocos años y que sigue marcado por ello de repente se hace cuidador de una persona discapacitada que no sale de casa. Queda claro que ambos se iban a adentrar en una aventura de crecimiento personal, pero faltaba ver si se llevaba de forma amena o "estomagántemente" insoportable. Evidentemente no escapa a clichés ni predecibilidad, pero muchas veces el cine ya no es lo que te cuenta, sino cómo te lo cuenta y además en estos casos, la química entre los personajes. Por suerte para el espectador, todo cumple a las mil maravillas, no resulta empalagosa, ni recargada de azúcar, todo es muy natural y cercano, incluido su sentido del humor, muy bien usado.
Además, servidor que padece una distrofia muscular, mira más con lupa películas que hablan de ello, no porque me ofenda fácil, sino todo lo contrario y este tipo de films me ganan o me pierden, en los detalles. Y me ha alegrado ver que el protagonista no es un cliché con ruedas. No sale de casa por motivos X que te justifican y además te dicen que no es lo habitual, que los discapacitados (pese a la creencia general) salen y llevan vidas normales, me gusta la actuación de Craig Roberts, los trabajados momentos de humor más allá de "soy un tullido que va de gracioso", la parte (sea más o menos creíble ya a criterio personal) romántica, que lleven sin caer en el morbo pero con total naturalidad y sin tabúes los temas más íntimos y delicados y que aunque tonteen con ello con un por momentos delicioso humor negro, no caigan en el melodrama o impacto lacrimal, por mucho que el final de la enfermedad, más pronto que más tarde, hoy en día, es el que es.
Nota: 7'2

7,2
73.563
8
23 de enero de 2015
23 de enero de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iba a empezar la crítica reflexionando sobre el cine español, sobre esas coletillas que siguen sonando de "que buena es para ser española", "no parece española" y similares. Luego me doy cuenta que es caduco, aburrido e inútil hablar de ello, porque hace ya muchos años que savia nueva viene rompiendo esquemas, tirando por tierra tópicos y que el que siga perdiendo oportunidades de grandes obras por sus prejuicios, allá él. Otro tema es que la propia industria los respete, valore y haga hueco por encima de los bodrios que acaban recibiendo más promoción y resonando en las cabezas mencionadas como "la española que han estrenado".
Yendo a lo que importa, Alberto Rodríguez lleva tiempo apuntando maneras, con obras más que correctas, incluso diría buenas con factores notables, como "7 vírgenes" y "Grupo 7". Cambia la numerología por las marismas andaluzas para rodar "La isla mínima", la que sin duda es, hasta el momento, su obra cumbre. Con una factura técnica impecable, desde su exquisita fotografía, a su notable BSO y todo lo demás, incluyendo una cuidada atmósfera, una exquisita recreación de cada detalle de la época en la que transcurre y unos planos que no están exentos de detalles y no dejan absolutamente nada al azar, igual que su trabajado y cuidadísimo guión.
Hablando de cosas a destacar, hacerlo también por un lado a secuencias sublimes como la persecución en caminos de tierra o toda la secuencia final con lluvia. Por supuesto también las actuaciones, con en general un gran casting, encabezado por Javier Gutierrez que de los dos protagonistas es el que más destaca ya no por Raúl Arévalo tener un papel más comedido y contemplativo, sino por los matices y profundidad que tiene su personaje, siendo uno de los ejes del film de forma paralela a la trama principal, una investigación bien llevada que redondea un thriller de muchos quilates que podría competir ya no sólo en los Goya sino con cualquiera a nivel mundial y resultando un referente del género. Si bien se le sacan muchas comparativas, referencias o inspiraciones para su realización, servidor pensaba que el recuerdo hacia True Detective sería por un factor de simple moda, pero es inevitable hacerlo. Atmósfera, algunos personajes, modo de contarla, los tipos de crímenes investigados y los culpables de lo mismo, junto a escenarios e incluso algunos objetos.
En resumen: Un exquisito y cuidado thriller, de lo mejor que se ha estrenado este año, ya no a nivel nacional sino en general, con una interesantísima trama y un acercamiento al momento de supuesto cambio en España tras la muerte de Franco. Servidor se la ha visto 2 veces en a penas dos días, ejercicio interesante para apreciar y disfrutar de cada detalle y cada plano que tanto se ha trabajado su autor sin las grandes expectativas que llevaba por un lado y sin el ansia de que se resuelva el caso por otro. En ningún caso porque sea una película que deje dudas en el aire ni juegue al giro final, aunque su última escena parece haber confundido a algunos, todo queda claro. Hablando de ello en Spoiler:
Yendo a lo que importa, Alberto Rodríguez lleva tiempo apuntando maneras, con obras más que correctas, incluso diría buenas con factores notables, como "7 vírgenes" y "Grupo 7". Cambia la numerología por las marismas andaluzas para rodar "La isla mínima", la que sin duda es, hasta el momento, su obra cumbre. Con una factura técnica impecable, desde su exquisita fotografía, a su notable BSO y todo lo demás, incluyendo una cuidada atmósfera, una exquisita recreación de cada detalle de la época en la que transcurre y unos planos que no están exentos de detalles y no dejan absolutamente nada al azar, igual que su trabajado y cuidadísimo guión.
Hablando de cosas a destacar, hacerlo también por un lado a secuencias sublimes como la persecución en caminos de tierra o toda la secuencia final con lluvia. Por supuesto también las actuaciones, con en general un gran casting, encabezado por Javier Gutierrez que de los dos protagonistas es el que más destaca ya no por Raúl Arévalo tener un papel más comedido y contemplativo, sino por los matices y profundidad que tiene su personaje, siendo uno de los ejes del film de forma paralela a la trama principal, una investigación bien llevada que redondea un thriller de muchos quilates que podría competir ya no sólo en los Goya sino con cualquiera a nivel mundial y resultando un referente del género. Si bien se le sacan muchas comparativas, referencias o inspiraciones para su realización, servidor pensaba que el recuerdo hacia True Detective sería por un factor de simple moda, pero es inevitable hacerlo. Atmósfera, algunos personajes, modo de contarla, los tipos de crímenes investigados y los culpables de lo mismo, junto a escenarios e incluso algunos objetos.
En resumen: Un exquisito y cuidado thriller, de lo mejor que se ha estrenado este año, ya no a nivel nacional sino en general, con una interesantísima trama y un acercamiento al momento de supuesto cambio en España tras la muerte de Franco. Servidor se la ha visto 2 veces en a penas dos días, ejercicio interesante para apreciar y disfrutar de cada detalle y cada plano que tanto se ha trabajado su autor sin las grandes expectativas que llevaba por un lado y sin el ansia de que se resuelva el caso por otro. En ningún caso porque sea una película que deje dudas en el aire ni juegue al giro final, aunque su última escena parece haber confundido a algunos, todo queda claro. Hablando de ello en Spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por un lado está la trama de los asesinatos. Los tres culpables están claros. Por un lado Sebastián, el que trabaja en la casa, que aprovecha el tener del hotel donde trabajaba panfletos, algunos contratos y alguna cosa más (que acaba ayudando a atar cabos en la investigación, como los regalos de pegatinas y mini tv de Málaga) para engatusar a las niñas y hacerles creer que las puede conseguir trabajo y sacarlas del pueblo, bien para llevárselas al cortijo con este pretexto y matarlas o bien para, una vez usadas, repetir más veces y no matarlas a la primera, teniéndolas comiendo de la mano entre la promesa de trabajo y las amenazas de distribuir las fotos hechas. El gancho para llevárselas era el joven Quini y por último el jefe de la trama es el cacique, el que da trabajo al pueblo y por ello algunos saben algo pero callan, cubren o ignoran. "Tú no sabes como funcionan las cosas aquí" dicen muchos, incluidos policías y el juez. Al final Sebastián muerto, el chaval a la cárcel y el cacique libre.
¿Puede que el policía bajito sea el malo que no se ve en la foto? ¿Qué quiere decir ese momento final? A la primera pregunta, absolutamente no, sería absurdo todo lo demás (partiendo del hecho de que los crímenes se suceden hace años y él estaba en otro sitio con otras cosas) y la película por todos los detalles (ropa, reloj, lo de las manos suaves y el perfume que dicen las niñas y que el policía nota) te muestra y confirma que este era el cacique e incluso ambos intentan ir a por él y es cuando se chocan con el "aquí las cosas funcionan así, si no tenéis pruebas claras, no hago nada".
La interesante trama del policía y su carácter va paralela. Por un lado nos ejemplifican las dos Españas. El policía joven, con ganas de cambio, contra el régimen en un país que se resiste a ello. Como contrapunto el trabajado personaje de Javier Gutiérrez, un torturador del franquismo, que incluso mató en una manifestación y que se libra del castigo y se adapta a su nuevo puesto, manteniendo el perfil bajo. No quiere ser un héroe ni salir en los papeles, deja todos los méritos a su joven compañero al que aunque parezca mentira, admira. Admira su espíritu inocente, su alma sin manchar. Desea que no cambie, que recuerde lo que hizo en ese pueblo y se lo cuente y enseñe a su hijo, mientras él en su vida poco tiene de que sentise orgulloso y tampoco nadie a quien enseñárselo. Prefiere pasar sus días bebiendo y con mujeres.
Aún con un carácter violento presente, tiene claras muestras de arrepentimiento de lo que hizo en el pasado, centrándose en querer compensar en la balanza sus crímenes, encontrando sin descansar en el intento, a los salvajes que secuestran niñas y salvarlas. La mirada de terror al decirle "los muertos te están esperando, pronto" lo dice todo e intenta hacer las paces consigo mismo y seguramente con el miedo a que le espera en el más allá si este existe, viendo que no le queda mucho (mear sangre nunca es buena señal).
Ese "¿Todo bien no?" que le dedica a su compañero al final no es porque estuviera en el ajo, de hecho precisamente por la ayuda en el caso, por el que le haya salvado la vida y porque no quiera meterse en más jaleos denunciando a ese pobre diablo, rompe las fotos de cuando mata a la manifestante y hace la vista gorda, aunque le dedique una mirada de odio y desaprobación ante de que los créditos finales aparezcan.
¿Puede que el policía bajito sea el malo que no se ve en la foto? ¿Qué quiere decir ese momento final? A la primera pregunta, absolutamente no, sería absurdo todo lo demás (partiendo del hecho de que los crímenes se suceden hace años y él estaba en otro sitio con otras cosas) y la película por todos los detalles (ropa, reloj, lo de las manos suaves y el perfume que dicen las niñas y que el policía nota) te muestra y confirma que este era el cacique e incluso ambos intentan ir a por él y es cuando se chocan con el "aquí las cosas funcionan así, si no tenéis pruebas claras, no hago nada".
La interesante trama del policía y su carácter va paralela. Por un lado nos ejemplifican las dos Españas. El policía joven, con ganas de cambio, contra el régimen en un país que se resiste a ello. Como contrapunto el trabajado personaje de Javier Gutiérrez, un torturador del franquismo, que incluso mató en una manifestación y que se libra del castigo y se adapta a su nuevo puesto, manteniendo el perfil bajo. No quiere ser un héroe ni salir en los papeles, deja todos los méritos a su joven compañero al que aunque parezca mentira, admira. Admira su espíritu inocente, su alma sin manchar. Desea que no cambie, que recuerde lo que hizo en ese pueblo y se lo cuente y enseñe a su hijo, mientras él en su vida poco tiene de que sentise orgulloso y tampoco nadie a quien enseñárselo. Prefiere pasar sus días bebiendo y con mujeres.
Aún con un carácter violento presente, tiene claras muestras de arrepentimiento de lo que hizo en el pasado, centrándose en querer compensar en la balanza sus crímenes, encontrando sin descansar en el intento, a los salvajes que secuestran niñas y salvarlas. La mirada de terror al decirle "los muertos te están esperando, pronto" lo dice todo e intenta hacer las paces consigo mismo y seguramente con el miedo a que le espera en el más allá si este existe, viendo que no le queda mucho (mear sangre nunca es buena señal).
Ese "¿Todo bien no?" que le dedica a su compañero al final no es porque estuviera en el ajo, de hecho precisamente por la ayuda en el caso, por el que le haya salvado la vida y porque no quiera meterse en más jaleos denunciando a ese pobre diablo, rompe las fotos de cuando mata a la manifestante y hace la vista gorda, aunque le dedique una mirada de odio y desaprobación ante de que los créditos finales aparezcan.
4
8 de abril de 2014
8 de abril de 2014
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras un "ciber-calentamiento" previo vía webcam, una pareja gay queda con un chico para hacer un trío. En poco más se puede resumir una película de la cual se puede rescatar que está bien rodada pero sobretodo la química en escena de sus personajes y el realismo y naturalidad con la que se vive el encuentro en persona y cómo estas cualidades siguen presentes en el "momento cama". Poco o ningún interés más allá de eso con unos personajes de limitado vocabulario y claras intenciones, en los que nos se profundiza por más que haya algún intento de relatos personales inducidos por el consumo de vino. Pero bueno, tampoco pretende más y su sencillez y furtividad pasional junto a alguna cualidad ya mencionada, le dan algo de encanto o al menos la libran de una peor impresión.
Nota: 4'5
Nota: 4'5
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