Como película de acción deja algo que desear, ya que tiene bastantes momentos de inactividad.

Un mundo en el que no hay guerras, pero hay armas. Un mundo en el que no se siente, pero se mata. Un mundo en el que se cambia la historia, pero no aparece nada del gran hermano hasta el final. Un mundo en el que, para no sentir, todo es blanco o negro y no hay perfumes (excepto el sudor, me imagino). Lo único logrado es que esperan colas, se chocan unos con otros, y no se inmutan.

En cuanto a la acción, que no hay tanta, falla por un motivo básico: Sólo los estúpidos USA son capaces de poner dos tiradores enfrente uno del otro y dispararse entre sí (sin dar al individiuo que tienen entre medias, claro).

En resúmen, hay muchas más películas sobre este tipo de mundos mucho mejor hechas, sin tantos tópicos y con más peleas.

Esta nueva moda de los ¿malos? actores americanos de susurrar constantemente en lugar de hablar quizás lo utilicen para ocultar un problema de entonación.
El caso es que tanto murmullo al final consiguió que entrara el sueño, y como todas las escenas son oscuras, incluso las pocas donde debería haber luz, tampoco ayudaron. Ese no es el Batman que yo recuerdo de los comics.

Sigue un planteamiento muy similar a "After the Dark (The Philosophers)", pero con más personajes y más tópicos estadounidenses.

Más en el spoiler.

No creo que les guste cómo han vapuleado sus increíbles cómics (Frank Miller con The Dark Knight Returns y Dan Jurgens con la saga DoomsDay y The Death of Superman) que he tenido la suerte de poder leer en papel, y que le dan muchas vueltas a este largo batiburrillo de película donde, además, se intenta imitar al Caballero Oscuro de Nolan sin lograrlo.

Incluso el Superman de Lego (al que no le dibujan muy avispado) parece más listo que el de esta película.

Esta película creo que es la cumbre del uso de cables en las películas de artes marciales. Se notan demasiado.

Pero por otro lado enseña la lección más importante de las artes marciales, y posiblemente de la vida:
No intentes parar a tu oponente, utiliza su fuerza en su contra.