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Críticas 55
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
Perfect Blue
Japón1997
7,5
16.501
Animación
9
30 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
La dulzura infantil de un grupo musical adolescente es el principio de nuestra historia y el final de una etapa para nuestra protagonista. Mima, que cansada de no alcanzar anhelado éxito, decide abandonar el grupo y comenzar una nueva vida como actriz, donde descubrirá el mundo adulto, real y perverso que en realidad se esconde tras sus infantiles números musicales que nublaban la vida real.

Una historia que nos habla de la envidia, de las ansias de madurez, del sacrificio, de la deshonestidad hacia una misma, de la ficción y de la realidad, y de cómo fácilmente se confunden. Mima decide adentrarse en el mundo televisivo para demostrar que es una artista volátil y madura, en una realidad más adulta, pero infantiloide e insegura en otra, ellas se entremezclan y funden en la mente del espectador sin poder discernir, como vive su protagonista, en qué es soñado, qué rodado y qué real. La premisa de la madurez como justificación de perversión de la misma es paradójico cuanto menos, una joven que para demostrar ser alguien nuevo, tiene que enseñar su otro extremo radical, donde su interpretación pueda ser aplaudida pero las consecuencias tremendamente peligrosas. Comienza así una serie de misteriosos asesinatos que la rodean y donde se sumergen en la ficción para así despistar.

El mundo onírico donde jugamos es terreno sin vedar, abrupto y malicioso, tramposo en sus formas, pero honesto en su fondo, pues metafóricamente, disfrazado de terror se muestran las pistas que a veces distraen tanto a la protagonista como al espectador. La fusión del onirismo con el rodaje nos plantea cómo la ficción televisiva y cinematográfica son hermanas, la realidad, que no deja de ser una visión subjetiva de unos hechos, que posiblemente la mente haya podido inventar, y como resultado tenemos la tríada. ¿Cómo así descubrimos la resolución del enigma? Cualquier forma será maleable y confusa ante el intento de visión objetiva cuando la mente ronda por la debilidad, la presión y la ilusión, embadurnada de nueva y perversa madurez. Si para desvelar los entresijos de una serie de asesinatos dependemos de las trampas que nos juega la mente, el laberinto se complica, de forma turbia y obnubilada por aquella enredada mezcla de ficción, realidad y sueño.

Mima no se conforma con ser víctima de un acoso y misterio que la persigue en su entorno más próximo sino que decide, ante la invasión de su vida privada a través de internet, encontrar por sí misma la respuesta con la continua tergiversación de la realidad que sufre día a día. La insistente manera de mantener ciertos ídolos inamovibles, en la imagen virginal y pura, es mancillada a través de actos sexuales, siempre perpetuados por adultos y deformar el significado del sexo. Pero Mima es de las que está dispuesta a pagar el precio de la reinvención artística, aunque susodicho precio sea ser vista como persona non grata.

La innovadora narrativa en el mundo anime del señor Kon ha dejado una huella en el cine de carne y hueso y del anime, heredando planos grabados en la memoria entre reputados directores como Aronofsky. 'Perfect blue' es un thriller para adultos amantes de las buenas historias, de las que hoy día podemos ver influencia en 'Vals con Bashir' o 'El congreso'.

Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
22 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Hubo un tiempo en el que nacían directores promesa de un gran cine, tanto independiente como de autor. Soderbergh es uno de esos casos, y también de cómo degenerar gracias a la abducción hollywoodiense para hacer del cine puro marketing y consumo vacuo.

El sexo, las mentiras y el morbo de grabar en vídeo fetiches y confesiones varias fue un tabú roto en este medio gracias a un prometedor jovenzuelo de Georgia que con sólo 26 años ganó la Palma de Oro en Cannes con este reflejo independiente y realista de las relaciones humanas. Sus protagonistas se balancean entre la monogamia y el poliamor cual elefante sobre la telaraña, este último término tan tergiversado hoy día por las nuevas y promiscuas generaciones. Cuando Graham aparece en la vida de Ann, Cinthia y John, con su cámara para que diversas mujeres le cuenten sus fantasías y experiencias sexuales para después poder fantasear, parece comenzar el desmorone de ciertos secretos. El fatuo John, tan moralista y conservador para unos asuntos y liberal para otros, termina siendo objeto de venganza y escarmiento por parte del empoderamiento femenino promovido por otro macho alfa, mucho más atractivo e interesante, que lo desenmascarará como el macho posesivo y celoso, lo que hoy llamaríamos el machirulo de manual.

Si Cinthia y Ann son dos tipologías opuestas, una descarada y la otra recatada, bien demuestran que ambas deciden de adueñarse de su sexualidad, de sus fantasías, aunque perder el control sobre sus emociones pueda ser el precio a pagar, no sin antes pegarse el gustazo a lo carpe diem. Si Soderbergh es capaz de crear fijación a la pantalla con un guion escrito en cinco días y rodado poco más de cinco semanas y triunfar, es que el talento no es obra del dinero, más bien de la honestidad del artista.

El explosivo final donde Ann sorprende a John, a Graham, incluso a un público absorto ante las suculentas fantasías de la recatada ama de casa obsesionada con el orden y la limpieza, implosionan ante la pantalla para salpicarnos de verdad, amor y liberación, para así orgasmar junto al cine más underground de los americanos años ochenta, una época de filmación amplia y abarcable en cualquier filosofía, estética o producción. Marcó una época, una tendencia, y una capacidad de demostrar que el arte nace del corazón y del sexo (creatividad) y no sólo de bolsillos de ricos millonetis.

Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
13 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Mulholland Dr. es una peligrosa carretera llena de curvas cerradas en la montaña de Hollywood. Es en esa misma carretera donde se estrella el sueño más adorado de nuestra protagonista, una impecable como siempre, Naomi Watts, interpretando a Betty. Ese sueño es, en una de sus dos historias, la misteriosa Rita, y en la otra, su sueño de actriz.

David Lynch hace sucumbir a la lógica racional en el mundo onírico para hablarnos del poder de la imaginación y del deseo. De cómo el cine es un reflejo de esa imaginación y al mismo tiempo, de cómo éste es propulsado por conspiraciones mafiosas tras fragmentos de cristal, colocando intérpretes a dedo para entronizarlos sin saber para qué. La gran industria del cine hollywoodiense está tan podrida como la realidad de Diane, alter ego de Betty. Tanto que necesita crear un submundo en una vida extrañamente exitosa. El accidente de Rita sirve a Betty para ser la salvadora de su amada, confusa y desorientada que no recuerda quién es ni adónde se dirigía. Según avanza, la trama se complica hasta dejar al espectador tan desorientado como la misma Rita. La caja azul, con la llave, la mujer de pelo azul del teatro Silencio, Lynch utiliza el color azul el cual simboliza la libertad, lealtad, seriedad y verdad. Esa caja azul es la puerta de un mundo de lealtad y libertad hacia el mundo de la seriedad y la verdad, donde Betty es Diane y también una fracasada, laboral y amorosamente hablando. La puerta dimensional entre el mundo onírico y el mundo real, pero... ¿Cuál es cuál? ¿Realmente sabemos la diferencia entre sueño y realidad? La vida muchas veces puede llegar a ser tan surrealista como los sueños y ese es el camino de confusión que Lynch nos enturbia para hacernos perder en su prodigiosa mente. Es tal su coherencia interna que uno se intriga por desgranar cada pista para darle una razón de existencia. Lynch nos hace ver la necesidad del ser humano para entenderlo todo, y muchas veces, muchas, la vida no es más que un sentir, que la mente crea pero el corazón fluye, y es ahí donde la protagonista se divide, como el yin y el yang, el éxito y el fracaso, en un mundo binario que nos atrapa y nos divide a nosotros mismos y que luchamos por integrar, pero que al tener una mente tan sesgada bajo el adoctrinamiento, no podemos evitar caer en el mundo imaginario donde todo es del color que nosotros queremos. La mente, la mentirosa y tramposa mente.

Su montaje y su iluminación de juegos de color, la convierten en una película de un placer visual completo y complejo, una historia aparentemente indescifrable que uno quiere volver a ver, y eso ocurre cada vez menos en el cine. Si David Lynch es capaz de crear un film así, de los restos de un desechado capítulo piloto para una serie de televisión, es que es sin lugar a dudas merecedor de un gran puesto en el Olimpo del cine y digno de estudio. Además de ser el referente surrealista superando al gran Buñuel, con permiso de sus idólatras.

Más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
8 de febrero de 2025 1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo muchas puntuaciones muy bajas por parte de los usuarios a este film y me parece que se confunden, ya que lo que están puntuando es el trabajo de un corresponsal de guerra, ese morboso sensacionalismo que tan genialmente dirige Garland, sin duda, su director e intérpretes son lo mejor de esta película.

Padres sabios viviendo en granjas eludiendo lo que sucede, es decir, no participando en la guerra, me parece la opción más pacífica, saludable y coherente, si no estás de acuerdo, no sumes a eso que no te agrada. Igual que ese poblado burbuja que pareciera atemporal. Me llama la atención que se les dibuje ligeramente con la crítica, cuando son ellos mismos los que están entrando en el juego del militarismo.

La guerra y todo lo que la envuelve es cruel, y se ve reflejado en el morboso trabajo de un periodista en estas situaciones, donde las emociones deben quedar relegadas a un tercer plano casi anularlas, sólo aferrándose a la adrenalina de sentirse vivo en una situación extrema.

Es una buena película porque muestra de manera más que buena lo que quiere contar, me chirrían tal vez un par de momentos donde la música no me acompañaba con las imágenes, ha querido hacerse el Coppola y en ese sentido le ha quedado mal, por todo lo demás, felicito a su director, si así decide cerrar su filmografía, ha sido un buen trabajo.
13 de enero de 2025 1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ir al grano... No me ha gustado NADA:
- Que bajo la excusa de "homenajear" a los clásicos se plagien coreografías y puestas en escena constantemente, a mi ver, me parece excusa para esconder la falta de originalidad de Hollywood.
- Habiendo tremendas actrices y actores formadas/os en teatro musical se decide entrenar a estrellas del star system... Antes ocurría que podías ver a Liza Minnelli, Tim Curry, Bette Midler o la última que recuerdo Zeta-Jones. Ahora no, ahora hagamos musicales con Beyoncé, Christina Aguilera y actores que tienen que aprender desde cero para condecorar algo ya visto.
- Que la gente le ponga un diez... vamos a ver... aunque me cueste de comprender, respeto que haya gente a quien le haya gustado esta estafa, pero de ahí a ponerle un diez es tener un criterio nulo.
- Le reconozco la dirección y fotografía, pero ni el guión, ni la música me llega ni a rozar la piel.

Me ha ENCANTADO:
Que el Oscar lo ganara Moonlight
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