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8
14 de febrero de 2019
14 de febrero de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con ese diálogo, de esta secuencia bufonescamente divertida. (El epígrafe)
Luego el choque de cocos por el king kong.
Ya merece la pena su visionado.
El padre de Keitel, es uno de los más geniales esperpentos que haya visto jamás.
En su burda humanidad, hasta casi te hace enternecer en su tierna ramplonería.
" Amarillo, el que me lo vendió dice que es crema."
La veneración que siente por su hijo, es mutua, e igual de Deliciosa como la pedrá que tiene el propio Keitel.
En una de sus más completas interpretaciones de su dilatada trayectoria. Llena de matices.
Un Freaky simpático, ingenioso y que al igual que su padre, inevitable que te caigan simpáticos.
La trama es de lo más sencilla y ahí radica parte de su encanto.
Su guión lleno de giros inesperados, situaciones grotescas te mantienen con la sonrisa intrigada.
Muy bien filmada, con algunos planos de gran belleza.
Lo más destacado el sobresaliente uso de la elipsis. Lo que da ritmo constante.
Creo que es de esos casos ilustrativos de Subrayar:
El cómo se cuenta algo, y no tanto lo que se cuenta en la historia.
Lo que la hace ágil, original, divertida, imprevisible, fresca.
No sé si la pelirroja chiflada tiene algún parentesco con Mia Farrow, no sólo, por el apellido, si no por el físico.
La música da clímax.
Montaje excelente con el ya mencionado uso de la elipsis.
Y algunos estrambóticos personajes que dan juego y la hacen peculiar.
Si pillas el humor la disfrutaras. Si no dirás que jiñada.
Por último llama la atención la química que se establece entre padre e hijo a nivel actoral.
Y felicitar por su sobresaliente Crítica, al compañero Peter Gabriel77.
Luego el choque de cocos por el king kong.
Ya merece la pena su visionado.
El padre de Keitel, es uno de los más geniales esperpentos que haya visto jamás.
En su burda humanidad, hasta casi te hace enternecer en su tierna ramplonería.
" Amarillo, el que me lo vendió dice que es crema."
La veneración que siente por su hijo, es mutua, e igual de Deliciosa como la pedrá que tiene el propio Keitel.
En una de sus más completas interpretaciones de su dilatada trayectoria. Llena de matices.
Un Freaky simpático, ingenioso y que al igual que su padre, inevitable que te caigan simpáticos.
La trama es de lo más sencilla y ahí radica parte de su encanto.
Su guión lleno de giros inesperados, situaciones grotescas te mantienen con la sonrisa intrigada.
Muy bien filmada, con algunos planos de gran belleza.
Lo más destacado el sobresaliente uso de la elipsis. Lo que da ritmo constante.
Creo que es de esos casos ilustrativos de Subrayar:
El cómo se cuenta algo, y no tanto lo que se cuenta en la historia.
Lo que la hace ágil, original, divertida, imprevisible, fresca.
No sé si la pelirroja chiflada tiene algún parentesco con Mia Farrow, no sólo, por el apellido, si no por el físico.
La música da clímax.
Montaje excelente con el ya mencionado uso de la elipsis.
Y algunos estrambóticos personajes que dan juego y la hacen peculiar.
Si pillas el humor la disfrutaras. Si no dirás que jiñada.
Por último llama la atención la química que se establece entre padre e hijo a nivel actoral.
Y felicitar por su sobresaliente Crítica, al compañero Peter Gabriel77.

6,8
287
8
26 de mayo de 2019
26 de mayo de 2019
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable descubrimiento de una joyita, desconocida a partes iguales que excelente.
Mención especial para su protagonista:
Richard Farnsworth. Cada plano suyo, llena la pantalla, esa mirada de profunda nobleza e insondable valentía y honor.
Lo recordarán por otro papel de gran calado humano: " Una historia verdadera " de David Lynch.
Está inspirada en hechos reales y su esmerada ambientación de época, como su sobria fotografía ayudan a dotarla de verosimilitud.
Hay un par de secuencias de lluvia, sobrecogedoras, se te calan hasta los huesos, viéndolas.
La escena de los caballos trotando alrededor del ferrocarril, de una poética y belleza sobrecogedoras.
Quizá una metáfora de la película, los salvajes y libres viejos tiempos que nunca regresaran, no se podrán enlatar ni mejorar por una máquina echa humo y ruidosa, la Frescura de la naturaleza contra el artificio de la máquina.
El ritmo es preciso y va al grano, nada de circunloquios, rodada con gran austeridad, sin artificios.
Curiosa la escena, con un toque de humor, cuando la fotógrafa juega al golf mientras escucha ópera.
Los personajes son de carne, hueso, sangre, tripas, nada de superhombres matones e invencibles.
Mención especial para su protagonista:
Richard Farnsworth. Cada plano suyo, llena la pantalla, esa mirada de profunda nobleza e insondable valentía y honor.
Lo recordarán por otro papel de gran calado humano: " Una historia verdadera " de David Lynch.
Está inspirada en hechos reales y su esmerada ambientación de época, como su sobria fotografía ayudan a dotarla de verosimilitud.
Hay un par de secuencias de lluvia, sobrecogedoras, se te calan hasta los huesos, viéndolas.
La escena de los caballos trotando alrededor del ferrocarril, de una poética y belleza sobrecogedoras.
Quizá una metáfora de la película, los salvajes y libres viejos tiempos que nunca regresaran, no se podrán enlatar ni mejorar por una máquina echa humo y ruidosa, la Frescura de la naturaleza contra el artificio de la máquina.
El ritmo es preciso y va al grano, nada de circunloquios, rodada con gran austeridad, sin artificios.
Curiosa la escena, con un toque de humor, cuando la fotógrafa juega al golf mientras escucha ópera.
Los personajes son de carne, hueso, sangre, tripas, nada de superhombres matones e invencibles.
3 de agosto de 2017
3 de agosto de 2017
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa adaptación de la novela de Carson McCullers, escrita cuando sólo contaba veintitrés años y que la catapulto a la fama.
La historia capta ese aire sureño de racismo e ignorancia de lo mío es lo mejor.
Los personajes que siempre interesaron a la McCullers, son los inadaptados.
En este caso dos amigos sordomudos; el símil no es casual con el racismo.
La alienación que sufren día a día, discriminación, rechazo, querer comunicarse y no poder, esa enorme impotencia.
Hace una clara alegoría de la terrible soledad en la que viven.
Cómo es llamado el personaje de Alan Arkin. Tarado; "Mamá un tarado ha venido a ver la habitación".
Sólo porque es sordomudo. Muestra con detalles así la ignorante crueldad de los sureños.
Si de algo habla por encima de todo es de 'la soledad' y 'aislamiento' que sufren.
Singer, es el irónico nombre escogido para este personaje que allí dónde va hace buenas acciones.
Cómo le dice Stacey Keach. " Tú eres el único de este pueblo que me ha escuchado ".
Para mi gusto la subtrama del médico negro que se niega a curar a los blancos es demasiado larga y la historia de su hija y su marido me sobran.
El ritmo de la cinta no está dosificado por este motivo, alarga algunas tramas que en realidad no aportan nada a la historia.
Pero el conjunto es destacable por su honestidad.
La escena de la fiesta de la adolescente es a todas luces la parte más superflua de la historia y un buen tijeretazo hubiera aligerado y dado ritmo a la historia.
Como curiosidad mencionar el papel secundario de Cicely Tyson, la que fuera mujer de uno de los mayores creadores de la historia de la música, Miles Davis.
Stacey Keach está fantástico en su papel de borracho inadaptado, le da credibilidad y su escena en el bar es brillante.
También mencionar la jovencísima Sondra Locke, aquí esta creíble en su rol de adolescente.
Años más tarde se convertiría en la esposa y musa de Clint Eastwood, no pasó de una más que mediocre carrera al lado del duro director.
La película tiene el mérito de captar ese halo de la América profunda de los años 40'.
Peliagudo equilibrio entre realismo, humanidad, crudeza, espiritualidad, sordidez, candor, amargura, alegría. Sobresaliente la creación de Alan Arkin en la piel del sordomudo, Singer.
McCullers quería que el papel lo interpretase Montgomery Clift, el cuál, también lo habría bordado, pocos actores tan capacitados como él para personajes atormentados. Y la hubiese dirigido el maestro Sidney Lumet. Fantaseáremos con lo que podía haber salido de esa unión...
El final hace que la historia tenga sentido.
También son de agradecer algunos toques de humor, sobre todo al inicio.
Maravilloso arranque con el gordito tragon de Argus, los 6 primeros minutos sin un sólo diálogo, nada más sonidos y ruidos de fondo, delicioso.
Resaltar la sobrecogedora creación en las escasas cuatro escenas que sale.
Piensas, de donde han sacado a este tipo, ni hecho a medida como un traje hubieran encontado un actor más apropiado para el papel:
La cara que pone en el hospital, cuando ve a su amigo no tiene palabras.
Un buen montaje, hubiera convertido la película en algo mucho más solido, así como unos retoques en el guión, la habrían hecho envejecer infinitamente mejor, pero esto es lo que hay.
Recomendable por sus dosis de ternura y manifiesta humanidad.
No quiero olvidarme de la hermosa metáfora de música y comunicación que propone.
P.D
Si te gusta la película y te interesa la temática, la novela de Carson McCullers es soberbia, un delicatessen de la literatura.
La historia capta ese aire sureño de racismo e ignorancia de lo mío es lo mejor.
Los personajes que siempre interesaron a la McCullers, son los inadaptados.
En este caso dos amigos sordomudos; el símil no es casual con el racismo.
La alienación que sufren día a día, discriminación, rechazo, querer comunicarse y no poder, esa enorme impotencia.
Hace una clara alegoría de la terrible soledad en la que viven.
Cómo es llamado el personaje de Alan Arkin. Tarado; "Mamá un tarado ha venido a ver la habitación".
Sólo porque es sordomudo. Muestra con detalles así la ignorante crueldad de los sureños.
Si de algo habla por encima de todo es de 'la soledad' y 'aislamiento' que sufren.
Singer, es el irónico nombre escogido para este personaje que allí dónde va hace buenas acciones.
Cómo le dice Stacey Keach. " Tú eres el único de este pueblo que me ha escuchado ".
Para mi gusto la subtrama del médico negro que se niega a curar a los blancos es demasiado larga y la historia de su hija y su marido me sobran.
El ritmo de la cinta no está dosificado por este motivo, alarga algunas tramas que en realidad no aportan nada a la historia.
Pero el conjunto es destacable por su honestidad.
La escena de la fiesta de la adolescente es a todas luces la parte más superflua de la historia y un buen tijeretazo hubiera aligerado y dado ritmo a la historia.
Como curiosidad mencionar el papel secundario de Cicely Tyson, la que fuera mujer de uno de los mayores creadores de la historia de la música, Miles Davis.
Stacey Keach está fantástico en su papel de borracho inadaptado, le da credibilidad y su escena en el bar es brillante.
También mencionar la jovencísima Sondra Locke, aquí esta creíble en su rol de adolescente.
Años más tarde se convertiría en la esposa y musa de Clint Eastwood, no pasó de una más que mediocre carrera al lado del duro director.
La película tiene el mérito de captar ese halo de la América profunda de los años 40'.
Peliagudo equilibrio entre realismo, humanidad, crudeza, espiritualidad, sordidez, candor, amargura, alegría. Sobresaliente la creación de Alan Arkin en la piel del sordomudo, Singer.
McCullers quería que el papel lo interpretase Montgomery Clift, el cuál, también lo habría bordado, pocos actores tan capacitados como él para personajes atormentados. Y la hubiese dirigido el maestro Sidney Lumet. Fantaseáremos con lo que podía haber salido de esa unión...
El final hace que la historia tenga sentido.
También son de agradecer algunos toques de humor, sobre todo al inicio.
Maravilloso arranque con el gordito tragon de Argus, los 6 primeros minutos sin un sólo diálogo, nada más sonidos y ruidos de fondo, delicioso.
Resaltar la sobrecogedora creación en las escasas cuatro escenas que sale.
Piensas, de donde han sacado a este tipo, ni hecho a medida como un traje hubieran encontado un actor más apropiado para el papel:
La cara que pone en el hospital, cuando ve a su amigo no tiene palabras.
Un buen montaje, hubiera convertido la película en algo mucho más solido, así como unos retoques en el guión, la habrían hecho envejecer infinitamente mejor, pero esto es lo que hay.
Recomendable por sus dosis de ternura y manifiesta humanidad.
No quiero olvidarme de la hermosa metáfora de música y comunicación que propone.
P.D
Si te gusta la película y te interesa la temática, la novela de Carson McCullers es soberbia, un delicatessen de la literatura.

7,5
36.209
3
11 de septiembre de 2016
11 de septiembre de 2016
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me sorprende que la crítica ponga por las nubes esta película.
Por mucha atmósfera que parece que tiene, que no es más que un gran presupuesto y grandes técnicos de iluminación, etc.
El guión es malo de solemnidad y ni algún momento brillante puede convertirla en soporífera.
Plagada de tópicos, cliches, arquetipos y una moral de cristiano redimido ante la maldad del mundo.
Grandes actores y grandes interpretaciones para este cuento de hadas.
La única escena que salvaría es la del monólogo frente al espejo " fuck you".
Y encajada luego en la historia hasta me rechina, cuando vuelve a recurrir a ella para hacer la moralina.
Escenas alargadas hasta el tedio más absoluto, como la de la fiesta.
O cuando va a decirle a su gran amigo, que esta noche es la fiesta, no puedes fallar y se mete con el perro en el instituto.
Una grandilocuencia para algo tan sencillo.
El argumento no es que sea simplón que lo es, hay algo más grave, la forma en que decide contarlo y alargar algo que no daría para un cortometraje de ocho minutos y lo convierte en más de dos horas de no se sabe que.
Por mucha atmósfera que parece que tiene, que no es más que un gran presupuesto y grandes técnicos de iluminación, etc.
El guión es malo de solemnidad y ni algún momento brillante puede convertirla en soporífera.
Plagada de tópicos, cliches, arquetipos y una moral de cristiano redimido ante la maldad del mundo.
Grandes actores y grandes interpretaciones para este cuento de hadas.
La única escena que salvaría es la del monólogo frente al espejo " fuck you".
Y encajada luego en la historia hasta me rechina, cuando vuelve a recurrir a ella para hacer la moralina.
Escenas alargadas hasta el tedio más absoluto, como la de la fiesta.
O cuando va a decirle a su gran amigo, que esta noche es la fiesta, no puedes fallar y se mete con el perro en el instituto.
Una grandilocuencia para algo tan sencillo.
El argumento no es que sea simplón que lo es, hay algo más grave, la forma en que decide contarlo y alargar algo que no daría para un cortometraje de ocho minutos y lo convierte en más de dos horas de no se sabe que.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hombre bueno es traicionado y que mala suerte tiene el pobrecito.
Encima por sus mejores amigos.
Un héroe con mal karma.
Encima por sus mejores amigos.
Un héroe con mal karma.

6,5
208
8
18 de julio de 2023
18 de julio de 2023
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contundente ópera prima, su argumento es extrapolable a otros países.
Se centra en tres soldados que estuvieron en la guerra en Afganistán:
Un árabe, un francés sin padres, un chico con sueños e irrealidades.
La temática es las heridas incurables de la guerra y la supuesta adaptación a la vida civil.
Muestra la incapacidad de integrarse a una forma de vivir tras la guerra.
Por extensión incide en algo sabido, que los perros de la guerra suelen ser personas con muy pocos recursos que son utilizados como carne de cañón para los fines de los gobiernos.
Este tema está tocado con profundidad y ves la sucia manipulación que hay detrás.
Qué no te vendan el heroísmo y oscuras mentiras similares, no hay de eso en ninguna guerra.
Aquí lo expresa con lúcidez y hay que saber ver lo que hay más allá, lo expone con mérito.
Todas las interpretaciones son elogiosas aunque me impresionó sobremanera la de su protagonista, Niels Schneider, sin él, la película no resonaría con tamaña fuerza, transmite una humanidad fuera de lo común.
(Es curioso que salga en tercer orden en los créditos de F.A.) Un error de la ficha técnica.
Carga su personaje de una humanidad, dolor, desgarro, frustración, sueños, incapacidad de hacer nada fuera del ejército, que en muchas ocasiones te despedaza por su hondo sufrimiento y honesta búsqueda de supervivencia y
entender que ocurrió, un personaje tan genuinamente atormentado que desgarra e impacta.
La historia empieza con unas elipsis de gran calidad, enseguida ves que no es una película más sobre el tema.
El ritmo es brutal, de una rabia por contar los hechos que te llama inmediatamente y lacera, un auténtico tour de fuerza de las sangrantes marcas y sórdidas manipulaciones de los ejércitos.
Me atrevo a calificarla de valioso filme antibélico.
Además gustará a amantes de la acción, las escenas de este género están filmadas con crudo realismo y eficacia veraz.
Está repleta de diálogos creíbles, algunos brillantes en su sangrante crudeza.
Muy recomendable y con un transfondo que te hará pensar, no cae en el maniqueísmo.
Toda ella está henchida de algo muy humano, esos errores torcidos que somos muchas veces.
Se centra en tres soldados que estuvieron en la guerra en Afganistán:
Un árabe, un francés sin padres, un chico con sueños e irrealidades.
La temática es las heridas incurables de la guerra y la supuesta adaptación a la vida civil.
Muestra la incapacidad de integrarse a una forma de vivir tras la guerra.
Por extensión incide en algo sabido, que los perros de la guerra suelen ser personas con muy pocos recursos que son utilizados como carne de cañón para los fines de los gobiernos.
Este tema está tocado con profundidad y ves la sucia manipulación que hay detrás.
Qué no te vendan el heroísmo y oscuras mentiras similares, no hay de eso en ninguna guerra.
Aquí lo expresa con lúcidez y hay que saber ver lo que hay más allá, lo expone con mérito.
Todas las interpretaciones son elogiosas aunque me impresionó sobremanera la de su protagonista, Niels Schneider, sin él, la película no resonaría con tamaña fuerza, transmite una humanidad fuera de lo común.
(Es curioso que salga en tercer orden en los créditos de F.A.) Un error de la ficha técnica.
Carga su personaje de una humanidad, dolor, desgarro, frustración, sueños, incapacidad de hacer nada fuera del ejército, que en muchas ocasiones te despedaza por su hondo sufrimiento y honesta búsqueda de supervivencia y
entender que ocurrió, un personaje tan genuinamente atormentado que desgarra e impacta.
La historia empieza con unas elipsis de gran calidad, enseguida ves que no es una película más sobre el tema.
El ritmo es brutal, de una rabia por contar los hechos que te llama inmediatamente y lacera, un auténtico tour de fuerza de las sangrantes marcas y sórdidas manipulaciones de los ejércitos.
Me atrevo a calificarla de valioso filme antibélico.
Además gustará a amantes de la acción, las escenas de este género están filmadas con crudo realismo y eficacia veraz.
Está repleta de diálogos creíbles, algunos brillantes en su sangrante crudeza.
Muy recomendable y con un transfondo que te hará pensar, no cae en el maniqueísmo.
Toda ella está henchida de algo muy humano, esos errores torcidos que somos muchas veces.
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