You must be a loged user to know your affinity with charliewoodhead
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
4
5 de mayo de 2012
5 de mayo de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Marvel nos trae otra introducción de uno de sus superhéroes que sirve como previa para "Los vengadores". "Capitán América" cuenta la historia de un joven de Brooklyn que es seleccionado para un experimento del ejército, la Operación Renacimiento. Gracias al "Suero Super-Soldado", nuestro querido protagonista se convierte en el Capitán América, el primer vengador.
Supongo que en contra de la opinión mayoritaria, para mí "Capitán América" es la mejor película protagonizada por uno de los miembros de los vengadores. O la menos mala. El motivo es simple, es la que más me ha entretenido. O la que menos me ha aburrido. Y, para mi sorpresa, la introducción me ha gustado, mientras que las partes de acción no tanto. Otra cosa que no me esperaba es el papel de Hayley Atwell, posiblemente la mujer florero menos florero que he visto a corto plazo.
Pero la verdad es que hay varios elementos que me han disgustado lo suficiente como para no darle un aprobado. En primer lugar, el abuso de CGI. Todo está hecho por ordenador. Esa estética tan artificial no me convence para un film ambientado en la Segunda Guerra Mundial. En general, parece un videojuego. Si cada vez aborrezco más ese ocio, pues imagina cuando una película es más o menos lo mismo...
También parece un videojuego por su guión: tutorial, fase 1, fase 2, fase final. Pero bueno, esto no lo tengo muy en cuenta. Otra cosa que no me ha gustado es el papel de Natalie Dormer, creo que esa actriz se merece algo más. Y lo del Heil Hydra es una risa. Por último, mención especial a la escena final (ver spoiler).
Mala mala no es. Si te gusta el género no creo que te arrepientas de verla. En caso contrario, mejor vete a jugar a la consola, aunque eso sí, "Capitán América" no resulta tan aburrida como otras de su estilo.
Supongo que en contra de la opinión mayoritaria, para mí "Capitán América" es la mejor película protagonizada por uno de los miembros de los vengadores. O la menos mala. El motivo es simple, es la que más me ha entretenido. O la que menos me ha aburrido. Y, para mi sorpresa, la introducción me ha gustado, mientras que las partes de acción no tanto. Otra cosa que no me esperaba es el papel de Hayley Atwell, posiblemente la mujer florero menos florero que he visto a corto plazo.
Pero la verdad es que hay varios elementos que me han disgustado lo suficiente como para no darle un aprobado. En primer lugar, el abuso de CGI. Todo está hecho por ordenador. Esa estética tan artificial no me convence para un film ambientado en la Segunda Guerra Mundial. En general, parece un videojuego. Si cada vez aborrezco más ese ocio, pues imagina cuando una película es más o menos lo mismo...
También parece un videojuego por su guión: tutorial, fase 1, fase 2, fase final. Pero bueno, esto no lo tengo muy en cuenta. Otra cosa que no me ha gustado es el papel de Natalie Dormer, creo que esa actriz se merece algo más. Y lo del Heil Hydra es una risa. Por último, mención especial a la escena final (ver spoiler).
Mala mala no es. Si te gusta el género no creo que te arrepientas de verla. En caso contrario, mejor vete a jugar a la consola, aunque eso sí, "Capitán América" no resulta tan aburrida como otras de su estilo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras 70 años "durmiendo", el capi despierta y lo primero que dice tras el shock inicial y enterarse de que su novia ya no está es: "me parece que llego tarde a una cita". Yo creo que ese gag está fuera de lugar...

8,2
150.716
9
14 de enero de 2017
14 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me preguntan por mi género favorito siempre digo que no tengo ninguno predilecto. Tampoco le hago ascos a ninguno, ni a la comedia por infravalorada que esté. En cambio, sí que considero que hay uno con un potencial especial, no voy a decir superior, pero sí el más interesante. Hablo del cine de terror, cuyo medio -el miedo- no solo sirve para horrorizarnos, sino también para transmitirnos mensajes e historias. Como cualquier otro género desde luego, pero por desgracia nunca se ha sacado suficiente provecho. Las películas de terror buscan el susto (que no el miedo) y crear monstruos con el peor aspecto posible. Cuando dan importancia a la narrativa, se centran en pobres giros argumentales y poco más. Lo triste es el vacío hacia el género, relegado a producciones más comerciales que solo ofrecen carruseles de tópicos, quedando en el olvido las posibilidades de una buena película de terror. Por suerte siempre hay, o hubo, quien quiso probar la experiencia, explorar los mecanismos del género. Ese alguien fue Stanley Kubrick, quien a pesar de su corta filmografía, no cesó en su empeño de experimentar con cualquier género.
Jack Torrance viaja con su mujer e hijo al hotel Overlook de Colorado, para ocuparse del mantenimiento de las instalaciones durante el cierre invernal. Se dedica también a ocuparse de su novela, gracias a la tranquilidad que le ofrece el hotel cerrado y la única compañía de su familia. Pero entonces llega la noche, se apagan las luces y suceden cosas paranorm… No, espera. Aquí no se apagan las luces, ni los personajes caminan por un pasillo a oscuras a la espera de un susto que nos levante de la butaca. El escenario permanece constantemente iluminado, incluso muchas escenas se desarrollan por el día. Kubrick comienza mostrándote rutinas de los personajes, para ir a poco a poco alterando esas acciones cotidianas con sucesos paranormales. Algunos tan sutiles como diseñar decorados imposibles a imágenes más explícitas como enseñar a gente que no debería estar allí. Pero incluso en las escenas más directas, Kubrick no recurre al susto fácil. Normaliza la aparición del fantasma, de esa persona que había estado en el hotel hace décadas. Nada sale por sorpresa de armarios, ni hay efectos sonoros estridentes que corten la acción.
El Resplandor es una película que nos hace sentir vulnerables. Sabemos que algo ocurre. Kubrick juega sabiamente con ello, puede que no demos ni un solo sobresalto, pero la tensión es constante. La clásica perfección del director no solo está presente en la elección de los planos, en la fotografía o el montaje: también en cómo presentar la historia y los personajes. Al inicio se insiste en la naturalidad, en acciones mundanas del día a día, para provocar un mayor contraste con la trama surrealista que posteriormente se desarrolla. Intentamos empatizar con Jack, porque él es el protagonista, el héroe que desvelará los misterios del hotel y quien sufre, al igual que nosotros, el terror del hotel. Pero después él también forma parte de esa locura, haciéndonos sentir completamente indefensos. Este punto es clave, porque es una sensación que muchas películas persiguen. El terror psicológico incide en ponernos en la piel de un protagonista cada vez más aislado, oprimido, vives su lucha como la tuya y sufres con él. Aquí no, encarnamos a Jack Torrance, contemplamos horrorizados los primeros fenómenos paranormales, investigamos con él qué demonios está ocurriendo en ese hotel y… cuando nos queremos dar cuenta, es él quien de verdad nos produce el miedo y nos encontramos solos.
Kubrick era conocido por su perfeccionismo, por cuidar hasta el más mínimo detalle de un plano. Su metodología de trabajo hace pensar que es imposible que dejase al azar múltiples errores de raccord o de que la televisión de la habitación funcione sin cables. La máquina de escribir de Jack cambia de color de una escena a otra y la alfombra de los pasillos es diferente al hacer contraplanos. Todo esto está muy bien y ayudan a construir el surrealismo del hotel. Pero, ¿y qué hay del mensaje? ¿Qué quería contar Kubrick en esta película?
Precisamente el hermetismo de la película, sus nulas explicaciones acerca de lo que sucede -ni siquiera el final se detiene a arrojar algún tipo de detalle o resolución sobre lo sucedido, más bien muestra más misterios- contribuyen a hacer de El resplandor una cinta misteriosa, esotérica y sobre todo, terrorífica. Porque esa sensación de vulnerabilidad se consigue ocultando en lugar de enseñar, generando nuevos enigmas en lugar de ofrecer respuestas. Incluso el significado de sus símbolos, de su mensaje, está oculto, a la espera de que los espectadores desarrollen sus propias teorías. El documental Room 237 funciona como un capítulo de Cuarto Milenio en el que se destripa un mito de terror, derivando es más suspense y miedo. Allí, críticos, historiadores y escritores relacionan las imágenes de El Resplandor con el Holocausto, el genocidio indio de los americanos e incluso la divertida teoría de que Stanley Kubrick rodó el montaje de la llegada del hombre a la luna.
El Resplandor es una gran película que sacude los cimientos de su género y consigue atraparnos de mil formas diferentes. Kubrick no quiso limitarse a contar una historieta de fantasmas por mucho que a Stephen King le doliese, sino construir una pesadilla irrepetible y explorar los medios del cine para conseguirlo.
Jack Torrance viaja con su mujer e hijo al hotel Overlook de Colorado, para ocuparse del mantenimiento de las instalaciones durante el cierre invernal. Se dedica también a ocuparse de su novela, gracias a la tranquilidad que le ofrece el hotel cerrado y la única compañía de su familia. Pero entonces llega la noche, se apagan las luces y suceden cosas paranorm… No, espera. Aquí no se apagan las luces, ni los personajes caminan por un pasillo a oscuras a la espera de un susto que nos levante de la butaca. El escenario permanece constantemente iluminado, incluso muchas escenas se desarrollan por el día. Kubrick comienza mostrándote rutinas de los personajes, para ir a poco a poco alterando esas acciones cotidianas con sucesos paranormales. Algunos tan sutiles como diseñar decorados imposibles a imágenes más explícitas como enseñar a gente que no debería estar allí. Pero incluso en las escenas más directas, Kubrick no recurre al susto fácil. Normaliza la aparición del fantasma, de esa persona que había estado en el hotel hace décadas. Nada sale por sorpresa de armarios, ni hay efectos sonoros estridentes que corten la acción.
El Resplandor es una película que nos hace sentir vulnerables. Sabemos que algo ocurre. Kubrick juega sabiamente con ello, puede que no demos ni un solo sobresalto, pero la tensión es constante. La clásica perfección del director no solo está presente en la elección de los planos, en la fotografía o el montaje: también en cómo presentar la historia y los personajes. Al inicio se insiste en la naturalidad, en acciones mundanas del día a día, para provocar un mayor contraste con la trama surrealista que posteriormente se desarrolla. Intentamos empatizar con Jack, porque él es el protagonista, el héroe que desvelará los misterios del hotel y quien sufre, al igual que nosotros, el terror del hotel. Pero después él también forma parte de esa locura, haciéndonos sentir completamente indefensos. Este punto es clave, porque es una sensación que muchas películas persiguen. El terror psicológico incide en ponernos en la piel de un protagonista cada vez más aislado, oprimido, vives su lucha como la tuya y sufres con él. Aquí no, encarnamos a Jack Torrance, contemplamos horrorizados los primeros fenómenos paranormales, investigamos con él qué demonios está ocurriendo en ese hotel y… cuando nos queremos dar cuenta, es él quien de verdad nos produce el miedo y nos encontramos solos.
Kubrick era conocido por su perfeccionismo, por cuidar hasta el más mínimo detalle de un plano. Su metodología de trabajo hace pensar que es imposible que dejase al azar múltiples errores de raccord o de que la televisión de la habitación funcione sin cables. La máquina de escribir de Jack cambia de color de una escena a otra y la alfombra de los pasillos es diferente al hacer contraplanos. Todo esto está muy bien y ayudan a construir el surrealismo del hotel. Pero, ¿y qué hay del mensaje? ¿Qué quería contar Kubrick en esta película?
Precisamente el hermetismo de la película, sus nulas explicaciones acerca de lo que sucede -ni siquiera el final se detiene a arrojar algún tipo de detalle o resolución sobre lo sucedido, más bien muestra más misterios- contribuyen a hacer de El resplandor una cinta misteriosa, esotérica y sobre todo, terrorífica. Porque esa sensación de vulnerabilidad se consigue ocultando en lugar de enseñar, generando nuevos enigmas en lugar de ofrecer respuestas. Incluso el significado de sus símbolos, de su mensaje, está oculto, a la espera de que los espectadores desarrollen sus propias teorías. El documental Room 237 funciona como un capítulo de Cuarto Milenio en el que se destripa un mito de terror, derivando es más suspense y miedo. Allí, críticos, historiadores y escritores relacionan las imágenes de El Resplandor con el Holocausto, el genocidio indio de los americanos e incluso la divertida teoría de que Stanley Kubrick rodó el montaje de la llegada del hombre a la luna.
El Resplandor es una gran película que sacude los cimientos de su género y consigue atraparnos de mil formas diferentes. Kubrick no quiso limitarse a contar una historieta de fantasmas por mucho que a Stephen King le doliese, sino construir una pesadilla irrepetible y explorar los medios del cine para conseguirlo.

4,9
8.454
7
23 de noviembre de 2013
23 de noviembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos resumen el cine de Sofia Coppola en historias sobre pijos que se aburren. A grandes rasgos, es cierto que las películas que dirige la hijísima no escapan de ese concepto. Es cosa de cada uno interesarse (o no) por las vidas vacuas de esos personajes de clase alta, en unos filmes donde ni se alaba ese estilo de vida ni se llega al extremo de regocijarse en la moralina fácil de "el dinero no es lo importante".
"The Bling Ring" muestra cómo un grupo de jóvenes en L.A. se dedicaron a entrar en casas de celebrities como Paris Hilton, Orlando Bloom o Rachel Bilson, para robar todo tipo de objetos de lujo. El valor de sus robos ascendió a más 3 millones de dólares. Coppola se basa en esta historia basada en hechos reales para ofrecer su particular retrato de la juventud actual.
Los personajes viven atrapados en un mundo de apariencias, donde la imagen prima sobre todo lo demás. Hacerse fotos y subirlas al Facebook se convierte en un elemento imprescindible, se busca conocer gente para tener más amigos en las redes sociales, no para socializar. Su mayor preocupación es elegir qué ponerse, en una desesperada búsqueda no sólo de la aceptación de la gente, sino que además te idolatren. Las celebridades de Hollywood y del mundo de la moda se convierten en Dioses a seguir, son un ejemplo de vida, una religión. La película no desarrolla a los personajes, son planos e incluso no nos resultarán carismáticos. La intención es clara: no se puede profundizar en una generación de jóvenes que se revuelca en la vacuidad.
Los protagonistas pertenecen a familias acomodadas, de clase alta incluso. Nunca les falta de nada. ¿Qué les lleva a robar? El anhelo por las apariencias se convierte en obsesión: no les basta con lucir sus posesiones y sus fotos en las redes sociales, desean pertenecer al mundo de las personas a quienes idolatran, quieren entrar en esa élite. Dedican su tiempo a hablar de vestidos que jamás van a poder llevar, de esas personas que en el fondo son como cualquiera de nosotros, pero la magia de la industria nos lleva a pensar justo lo contrario. El capitalismo nos vende que seremos como Nicole Kidman por comprar Chanel nº5, pero nuestros protagonistas van más allá: soy como Miranda Kerr porque llevo puestas sus joyas y sus zapatos. Han cruzado la línea, ahora llevan esos vestidos inalcanzables y se creen los más listos por ello.
Nunca piensan en las consecuencias. Son detenidos por conducir ebrios y drogados pero gracias a la sobreprotección de los padres no ocurre nada y por supuesto, ni hay escarmiento ni reflexión. Los robos salen a la luz y la primera reacción es sonreír ante el considerable aumento de la popularidad, que se traduce en cientos de solicitudes de amistad en Facebook.
El guión peca de repetitivo y sus personajes planos no ayudan a la hora de buscar trascendencia en su argumento, pero al igual que ocurría con "Spring Breakers", se trata de una historia vacía que habla sobre una juventud vacía.
"The Bling Ring" muestra cómo un grupo de jóvenes en L.A. se dedicaron a entrar en casas de celebrities como Paris Hilton, Orlando Bloom o Rachel Bilson, para robar todo tipo de objetos de lujo. El valor de sus robos ascendió a más 3 millones de dólares. Coppola se basa en esta historia basada en hechos reales para ofrecer su particular retrato de la juventud actual.
Los personajes viven atrapados en un mundo de apariencias, donde la imagen prima sobre todo lo demás. Hacerse fotos y subirlas al Facebook se convierte en un elemento imprescindible, se busca conocer gente para tener más amigos en las redes sociales, no para socializar. Su mayor preocupación es elegir qué ponerse, en una desesperada búsqueda no sólo de la aceptación de la gente, sino que además te idolatren. Las celebridades de Hollywood y del mundo de la moda se convierten en Dioses a seguir, son un ejemplo de vida, una religión. La película no desarrolla a los personajes, son planos e incluso no nos resultarán carismáticos. La intención es clara: no se puede profundizar en una generación de jóvenes que se revuelca en la vacuidad.
Los protagonistas pertenecen a familias acomodadas, de clase alta incluso. Nunca les falta de nada. ¿Qué les lleva a robar? El anhelo por las apariencias se convierte en obsesión: no les basta con lucir sus posesiones y sus fotos en las redes sociales, desean pertenecer al mundo de las personas a quienes idolatran, quieren entrar en esa élite. Dedican su tiempo a hablar de vestidos que jamás van a poder llevar, de esas personas que en el fondo son como cualquiera de nosotros, pero la magia de la industria nos lleva a pensar justo lo contrario. El capitalismo nos vende que seremos como Nicole Kidman por comprar Chanel nº5, pero nuestros protagonistas van más allá: soy como Miranda Kerr porque llevo puestas sus joyas y sus zapatos. Han cruzado la línea, ahora llevan esos vestidos inalcanzables y se creen los más listos por ello.
Nunca piensan en las consecuencias. Son detenidos por conducir ebrios y drogados pero gracias a la sobreprotección de los padres no ocurre nada y por supuesto, ni hay escarmiento ni reflexión. Los robos salen a la luz y la primera reacción es sonreír ante el considerable aumento de la popularidad, que se traduce en cientos de solicitudes de amistad en Facebook.
El guión peca de repetitivo y sus personajes planos no ayudan a la hora de buscar trascendencia en su argumento, pero al igual que ocurría con "Spring Breakers", se trata de una historia vacía que habla sobre una juventud vacía.

6,6
16.183
8
26 de diciembre de 2012
26 de diciembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama romántico que tiene como protagonista a Leonard (Joaquin Phoenix), un joven -que supera la treintena- psicológicamente inestable, afectado por el fracaso de su relación con su ex-prometida. Cuando llega un punto en el que se codea con el suicidio, aparecen en su vida dos mujeres: Sandra (Vinessa Shaw), hija de un socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina de la que Leonard se enamora de inmediato.
Nuestro protagonista se ve inmerso en un dilema amoroso. Sandra es una chica buena y guapa que desea formar una familia, los padres de ambos están deseando verles juntos y el padre de ella le ofrece a Leonard un trabajo estable de por vida. La relación con Sandra le "solucionaría" la vida y pondría fin a su crisis sentimental. Un golpe de suerte que significa estabilidad en la vida de un joven que hasta ahora pecaba de desequilibrado. Por otro lado, Leonard está perdidamente enamorado de Michelle, desvía toda su atención hacia ella y está dispuesto a echar todo lo demás por la borda.
En el film de James Gray se comprueba que por amor nos desentendemos de cualquier actitud o comportamiento lógico y racional. No importa cuanto hayamos sufrido anteriormente, si se presenta una nueva oportunidad ahí vamos a estar otra vez, como Leonard, haciendo "tonterías", algunas pequeñas, otras más grandes.
Las interpretaciones son magníficas (destacando a un inmenso Joaquin Phoenix), con unas miradas y gestos llenos de significado. Se trata de una película más sugerente de lo que parece, que en contra de lo que teníamos previsto, nos deja desolados y melancólicos en lugar de sacarnos la lágrima fácil.
Y cuando esto sucede, es que la película está bien hecha.
Nuestro protagonista se ve inmerso en un dilema amoroso. Sandra es una chica buena y guapa que desea formar una familia, los padres de ambos están deseando verles juntos y el padre de ella le ofrece a Leonard un trabajo estable de por vida. La relación con Sandra le "solucionaría" la vida y pondría fin a su crisis sentimental. Un golpe de suerte que significa estabilidad en la vida de un joven que hasta ahora pecaba de desequilibrado. Por otro lado, Leonard está perdidamente enamorado de Michelle, desvía toda su atención hacia ella y está dispuesto a echar todo lo demás por la borda.
En el film de James Gray se comprueba que por amor nos desentendemos de cualquier actitud o comportamiento lógico y racional. No importa cuanto hayamos sufrido anteriormente, si se presenta una nueva oportunidad ahí vamos a estar otra vez, como Leonard, haciendo "tonterías", algunas pequeñas, otras más grandes.
Las interpretaciones son magníficas (destacando a un inmenso Joaquin Phoenix), con unas miradas y gestos llenos de significado. Se trata de una película más sugerente de lo que parece, que en contra de lo que teníamos previsto, nos deja desolados y melancólicos en lugar de sacarnos la lágrima fácil.
Y cuando esto sucede, es que la película está bien hecha.
6
13 de octubre de 2012
13 de octubre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Princess” demuestra que, por si aún no había quedado suficientemente claro, dentro de la animación se pueden hacer propuestas bastante interesantes para adultos que nada tienen que ver con las películas infantiles a las que a priori acostumbra este tipo de cine. Además, como historia de venganza deja en pañales a filmes "en carne y hueso" con tramas similares, tanto por la temática que trata como por las imágenes que se muestran.
Eso sí, si bien utilizar de vez en cuando secuencias reales puede parecer un buen recurso, no me convence la sensación de que, de no ser por esas imágenes, la película perdería fuerza.
En general la película no está mal, recomendable si buscas una historia de venganza, exagerada, con un trasfondo interesante y "llamativa" por el tema de la animación. No me termina de agradar que sea algo “facilona”, quizás si fuese menos exagerada y más sugestiva me he habría gustado más. Y el epílogo me sobra...
Donde no se le puede replicar nada es en lo que a entretenimiento se refiere, se pasa volando.
Eso sí, si bien utilizar de vez en cuando secuencias reales puede parecer un buen recurso, no me convence la sensación de que, de no ser por esas imágenes, la película perdería fuerza.
En general la película no está mal, recomendable si buscas una historia de venganza, exagerada, con un trasfondo interesante y "llamativa" por el tema de la animación. No me termina de agradar que sea algo “facilona”, quizás si fuese menos exagerada y más sugestiva me he habría gustado más. Y el epílogo me sobra...
Donde no se le puede replicar nada es en lo que a entretenimiento se refiere, se pasa volando.
Más sobre charliewoodhead
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here