El espectador tendrá que tener paciencia. Normalmente, y aunque no hayamos leído ni el género de la película ni la sinopsis, pronto el espectador sabe en qué género encasillar la cinta que está viendo. No le pasará eso en el caso de "El extraño", ya que tendrá que esperar al desarrollo de los acontecimientos para intuir si estamos ante una historia de intriga, de misterio, policíaca, costumbrista o, incluso, si es una historia de amor.
La trama está ambientada en Bretaña y el director nos consigue meternos tanto en el paisaje como en los personajes cerrados de una sociedad endogámica. Una historia muy recomendable que no debemos perdernos. Emotiva. Humana. Grande.

La película nuevamente nos muestra el éxito de un buen guión frente a un alto presupuesto. La historia nos muestra con crudeza la creciente desesperación del protagonista en una ciudad hostil, muy alejada del glamour que ve el turista, en la que se desenvuelve en una soledad inquietante y muy realista. Con muchos planos largos, la trama discurre despacio pero sin perder ritmo en ningún momento y metiéndonos dentro de la película como si fuéramos un amigo más del protagonista. Gran idea, gran guión y gran interpretación de Antonio Resines, de las mejores de su carrera. Por cierto, la música de Manzanita es acertadísima porque precisamente provoca un choque cultural con el entorno que le da fuerza y la realza como no podíamos haber imaginado.

La película está filmada de tal manera que consigue que permanezcas sentado a la butaca hasta el último plano, sin tener ni idea de cuáles van a ser los pasos que dan los protagonistas. La trama está plagada de situaciones inesperadas que enriquecen la cinta. Las interpretaciones, amén de la colosal de Tosar, están muy logradas. Los actores han conseguido crear unos personajes, quizá algo esteriotipados, pero muy creíbles. Sobre sale también la de Xan Cejudo, que en Paz Descanse. Una película muy recomendable. Una buena película de cine español.

"Sal gorda" es una de las mejores comedias españolas de los años 80, con un guión sencillo plagado de situaciones absurdas, muy trabajadas, con personajes extraños (el quiosquero, el "negro", el afinador de pianos) que dotan a la película de mucha comicidad y de momentos impactantes. Es un gusto volver a ver a grandes actores ya fallecidos, como Narciso Ibáñez Menta, Luis Ciges o el inmortal Paco Rabal. Y la música. Es una de las pocas películas españolas con una canción que ha perdurado en el tiempo y que acompañará siempre el recuerdo de esta película: "Entra en mi cuerpo, sal de mi vida", de Nacho Cano.

La película es sorprendente de principio a fin. En primer lugar, es muy inusual que en el cine tengamos un narrador omnisciente que nos vaya poniendo en situación durante toda la historia, como sucede en Jules y Jim. Me gusta mucho la experiencia. Las personalidades de los tres protagonistas centrales están muy bien llevadas a la pantalla, en especial la de Oskar Werner y, por supuesto y por encima de todas, la de Jeanne Moreau, auténtico eje sobre el que bascula toda la trama. Me encanta la transformación que van experimentando los personajes y cómo se desemboca en un final impactante que provocará que te levantes bruscamente del asiento.