You must be a loged user to know your affinity with barbara12
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,2
517
7
28 de marzo de 2011
28 de marzo de 2011
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Visceral cuadro emanado de la brillante "Rashomon", en un visionado dirigido por Martin Ritt que deja la simplicidad a un lado, y que pone una gran complejidad a un relato de por sí enredado y difícil de descifrar. Y es que "Cuatro confesiones" tiene en ese nudo precisamente su razón de ser.
Ante todo debo decir que esta película la vi en ese período junto con otras dos de Paul Newman, "El Cáliz de plata" de 1954 y dirigida por Victor Saville y "Desde la terraza" de Mark Robson en la que sale junto a Joanne Woodward e Ina Balin. Hace tres interpretaciones tan distintas en todas ellas que me puso de relieve la clase de actor que es. Newman si tiene algo es que se olvida quien es y se convierte en su personaje radicalmente. Aquí hace de el terrible bandolero que mete a la pareja protagonista en un lío, cuya trama y desenlace según las distintas versiones de los implicados cambia completamente. Claire Bloom está muy guapa en esta cinta, y además ofrece una representación desgarrada y a la vez perdida de su personaje. Laurence Harvey está en su línea, como siempre y el resto cumplen con su función, te lo crees. Además a Newman siempre lo vi en pantalla convertido en un caballero, aquí es que lo flipas, lo ves convertido en un malo-malísimo-macarrilla que no deja en paz a la Bloom que a la vez alucina tanto que parece que no sabe donde está el norte ni el sur. Y al final, únicamente al final te das cuenta de que tu tampoco lo sabes, y estás igual de perdido que al principio en una trama hilarante que Ritt aprovecha para mostrar las maneras tan distintas de ver las cosas que tenemos las personas. La recomiendo, es una película muy buena, cuenta un suceso enredado, pero con un aire de intelectualidad, poco vista.
Ante todo debo decir que esta película la vi en ese período junto con otras dos de Paul Newman, "El Cáliz de plata" de 1954 y dirigida por Victor Saville y "Desde la terraza" de Mark Robson en la que sale junto a Joanne Woodward e Ina Balin. Hace tres interpretaciones tan distintas en todas ellas que me puso de relieve la clase de actor que es. Newman si tiene algo es que se olvida quien es y se convierte en su personaje radicalmente. Aquí hace de el terrible bandolero que mete a la pareja protagonista en un lío, cuya trama y desenlace según las distintas versiones de los implicados cambia completamente. Claire Bloom está muy guapa en esta cinta, y además ofrece una representación desgarrada y a la vez perdida de su personaje. Laurence Harvey está en su línea, como siempre y el resto cumplen con su función, te lo crees. Además a Newman siempre lo vi en pantalla convertido en un caballero, aquí es que lo flipas, lo ves convertido en un malo-malísimo-macarrilla que no deja en paz a la Bloom que a la vez alucina tanto que parece que no sabe donde está el norte ni el sur. Y al final, únicamente al final te das cuenta de que tu tampoco lo sabes, y estás igual de perdido que al principio en una trama hilarante que Ritt aprovecha para mostrar las maneras tan distintas de ver las cosas que tenemos las personas. La recomiendo, es una película muy buena, cuenta un suceso enredado, pero con un aire de intelectualidad, poco vista.

6,1
3.816
7
23 de septiembre de 2017
23 de septiembre de 2017
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película intimista, abrigadamente intimista y romántica, idealizada por momentos, pero encantadora y sobretodo lírica de ritmo lento que va conduciendo desde una pasión encantadora hacia un derroche irrefrenable del que somos conscientes en todo momento que parecede dedicado casi para una minoría culta.
Recuerda por momentos a Mongkut y Ana Leonowens.
Ese es el toque de Frears, ese "carpe diem" es lo que hace que la reina Victoria ya en su ancianidad quiera disfrutar de la compañia del joven hindú Abdul, al que retiene a su lado luchando con todas sus fuerzas de reina contra su servicio personal e incluso su propio hijo, dejando en esta batalla de sentimientos y respeto con su autoridad el aire racista y prepotente de aquellos que la rodean.
La hipocresía de todos sus seres más cercanos es expuesta por Frears magistralmente. Desde que Abdul es nombrado "Munshi" de la reina, los sentimientos, las conversaciones, todo cuanto les unirá no hará sino crecer. Esta parte de la vida de la reina Victoria, tan escondida como fascinante ha sido llevada al cine por fin, pues era un episodio inesperado e insólito que todos sabían pero también pretendían incluso silenciar o callar.
Abdul, el último gran amor de la romántica y momificada Victoria, interpretado por un casi desconocido Ali Fazal, visto en la película séptima de "Fast and Furious" es una figura discreta, pero que sabe leer en lo más hondo del corazón de una reina que volvió durante sus últimos quince años a la vida gracias a él. Las interpretaciones son más que destacables, destancando Eddie Izzard como Bertie, el heredero de Victoria hace un papel llevando su cruel racismo hasta el límite y sus no escondidas ansias de poder.
Su relación sin catalogar, la belleza y la pureza de su amistad y sus misteriosos encuentros son fielmente vistos por los ojos del que los ve, por eso es tan especial.
Recuerda por momentos a Mongkut y Ana Leonowens.
Ese es el toque de Frears, ese "carpe diem" es lo que hace que la reina Victoria ya en su ancianidad quiera disfrutar de la compañia del joven hindú Abdul, al que retiene a su lado luchando con todas sus fuerzas de reina contra su servicio personal e incluso su propio hijo, dejando en esta batalla de sentimientos y respeto con su autoridad el aire racista y prepotente de aquellos que la rodean.
La hipocresía de todos sus seres más cercanos es expuesta por Frears magistralmente. Desde que Abdul es nombrado "Munshi" de la reina, los sentimientos, las conversaciones, todo cuanto les unirá no hará sino crecer. Esta parte de la vida de la reina Victoria, tan escondida como fascinante ha sido llevada al cine por fin, pues era un episodio inesperado e insólito que todos sabían pero también pretendían incluso silenciar o callar.
Abdul, el último gran amor de la romántica y momificada Victoria, interpretado por un casi desconocido Ali Fazal, visto en la película séptima de "Fast and Furious" es una figura discreta, pero que sabe leer en lo más hondo del corazón de una reina que volvió durante sus últimos quince años a la vida gracias a él. Las interpretaciones son más que destacables, destancando Eddie Izzard como Bertie, el heredero de Victoria hace un papel llevando su cruel racismo hasta el límite y sus no escondidas ansias de poder.
Su relación sin catalogar, la belleza y la pureza de su amistad y sus misteriosos encuentros son fielmente vistos por los ojos del que los ve, por eso es tan especial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En resumen, Abdul supo despertar el anhelo dentro del cuerpo de Victoria otra vez.
Pero no ese anhelo sexual del que todos sus contemporáneos detractores se burlaban, sino el de la mente, el del corazón, el cual siempre fue el más cercano e importante para una mujer como Victoria.
Viuda, fue Abdul el que vertió en su oído las palabras adecuadas cuando ya nadie lo hacía desde que el príncipe Alberto hubiera muerto. También fue Abdul el que la distrajo y le enseñó la otra cara de su reinado, y le mostró la rica cultura india y su historia y costumbres.
Según muestra esta película la relación entre Abdul y Victoria fue una relación especial, de esas que no se pueden catalogar, que por momentos hacen a la reina volar hacia la felicidad más sincera de nuevo, como si fuera joven, con cosas tan simples como un mango, un pequeño teatro o unas palabras escritas en hindi.
Realmente aunque a sus contemporáneos no les gustara afortunadamente la reina era Victoria, y su fiel amigo y sirviente estuvo con ella hasta el final.
Seguro que él no fue el amor de la vida de ella, pero no sé si ella lo fue el de él, y no precisamente en el romántico sino entre muchos aspectos, eso es lo que Frears pretende mostrar y muestra.
La escena final es demoledora, con Abdul besando los pies de su emperatriz y mejor amiga. Todo un símbolo del respeto.
Pero no ese anhelo sexual del que todos sus contemporáneos detractores se burlaban, sino el de la mente, el del corazón, el cual siempre fue el más cercano e importante para una mujer como Victoria.
Viuda, fue Abdul el que vertió en su oído las palabras adecuadas cuando ya nadie lo hacía desde que el príncipe Alberto hubiera muerto. También fue Abdul el que la distrajo y le enseñó la otra cara de su reinado, y le mostró la rica cultura india y su historia y costumbres.
Según muestra esta película la relación entre Abdul y Victoria fue una relación especial, de esas que no se pueden catalogar, que por momentos hacen a la reina volar hacia la felicidad más sincera de nuevo, como si fuera joven, con cosas tan simples como un mango, un pequeño teatro o unas palabras escritas en hindi.
Realmente aunque a sus contemporáneos no les gustara afortunadamente la reina era Victoria, y su fiel amigo y sirviente estuvo con ella hasta el final.
Seguro que él no fue el amor de la vida de ella, pero no sé si ella lo fue el de él, y no precisamente en el romántico sino entre muchos aspectos, eso es lo que Frears pretende mostrar y muestra.
La escena final es demoledora, con Abdul besando los pies de su emperatriz y mejor amiga. Todo un símbolo del respeto.
7
11 de octubre de 2015
11 de octubre de 2015
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie original basada en los cuentos clásicos de los Hermanos Grimm, y no de Grimm a veces, que cuenta la vida del policía de Portland Nick Burkhardt, quien ha heredado de sus antepasados , un don para intuir donde están algunas criaturas sobrenaturales que están basadas en los personajes de los cuentos.
El protagonista es un Ken, con una supernovia de estas perfectas: la tía es veterinaria, habla tropecientos idiomas, se supone (porque para mí, nada que ver) que es físicamente preciosa, una supermujer...en toda regla, tiene buen corazón...y los mejores amigos del prota también desempeñan una gran labor, Hank, Monroe, su amigo Wesen, etc.
Decididamente cuando se estrenó en el 2011 me encantó . Era algo tan distinto, tan nuevo...pero poco a poco fue perdiendo fuelle, para ir recuperándolo al final de la tercera temporada.
Porque Grimm es de esas series en las que al igual que las adaptaciones hoollywodienses de "Thor", el villano brilla y tiene más carisma que el héroe ( Thor nada que ver con Loki, a simple vista ya se ve) . Grimm cuenta con algunos de los mejores secundarios en plan de villanos de muchas de las series que he conocido: malos, carismáticos, ambiguos, como Renard or la guapa Adalind (Claire Coffee parece Venus, y es la mala, ay que fastidiarse)...ni siquiera el protagonista puede superarles en nada. David Giuntoli es un tío que cae bien a golpe de primera vista, pero su personaje está dotado de una debilidad que mata a la serie por momentos. Va creciendo. Pero el reparto es muy bueno en líneas generales, y los efectos si bien no son "Avatar" son también decentes, la música no funciona, ni tampoco el almibarado romance, pero sí la Pandilla Scooby y sus métodos. Innovaciones en la trama y nuevas historias modernas basadas en los cuentos componen una nueva manera de luchar y de crecer con las historias.
El protagonista es un Ken, con una supernovia de estas perfectas: la tía es veterinaria, habla tropecientos idiomas, se supone (porque para mí, nada que ver) que es físicamente preciosa, una supermujer...en toda regla, tiene buen corazón...y los mejores amigos del prota también desempeñan una gran labor, Hank, Monroe, su amigo Wesen, etc.
Decididamente cuando se estrenó en el 2011 me encantó . Era algo tan distinto, tan nuevo...pero poco a poco fue perdiendo fuelle, para ir recuperándolo al final de la tercera temporada.
Porque Grimm es de esas series en las que al igual que las adaptaciones hoollywodienses de "Thor", el villano brilla y tiene más carisma que el héroe ( Thor nada que ver con Loki, a simple vista ya se ve) . Grimm cuenta con algunos de los mejores secundarios en plan de villanos de muchas de las series que he conocido: malos, carismáticos, ambiguos, como Renard or la guapa Adalind (Claire Coffee parece Venus, y es la mala, ay que fastidiarse)...ni siquiera el protagonista puede superarles en nada. David Giuntoli es un tío que cae bien a golpe de primera vista, pero su personaje está dotado de una debilidad que mata a la serie por momentos. Va creciendo. Pero el reparto es muy bueno en líneas generales, y los efectos si bien no son "Avatar" son también decentes, la música no funciona, ni tampoco el almibarado romance, pero sí la Pandilla Scooby y sus métodos. Innovaciones en la trama y nuevas historias modernas basadas en los cuentos componen una nueva manera de luchar y de crecer con las historias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Debo decir que la primera temporada es la mejor, y también la cuarta, capicúa. Dentro de poco en USA se estrenará la quinta, y promete ser la mejor de todas.
Para empezar porque el protagonista finalmente se ha vuelto "un hombre". Odio las series en las que el héroe es tan honrado que está haciéndose la nenaza años y años, como aquí, Nick. Quiere quedar bien con todo el mundo, ser el mayor Grimm y también ser feliz. Y todo claro está no se puede tener.
Su almibarada novia, Juliette, que mira tú que casualidad, es su pareja también en la vida real, es un personaje hueco y estúpido, de esos de relleno, seguramente conseguido a golpe de enchufe, que mata la serie. La segunda temporada, claramente centrada en ella, daba bostezos,y es que su química cero con el héroe mata uno de los "barcos" principales y uno de los mayores reclamos de la cinta, pero se aguanta. No obstante incluso este personaje ha ido ganando más altura y ha madurado, dejado a un lado la historia de reducción de "Cursilandia" a la que forzaba al protagonista, para dejarle ser un hombre, y no un perro faldero.
El resto de los personajes, son luchadores, ambiguos, buenos o malos, pero dan mucho juego. Pero, no deberían los escritores en demorar tanto para hacer que el héroe sea eso, un héroe.
Muy buena trama con la idea del compedio Grimm, lugar en el que buscar a cada criatura.
Para empezar porque el protagonista finalmente se ha vuelto "un hombre". Odio las series en las que el héroe es tan honrado que está haciéndose la nenaza años y años, como aquí, Nick. Quiere quedar bien con todo el mundo, ser el mayor Grimm y también ser feliz. Y todo claro está no se puede tener.
Su almibarada novia, Juliette, que mira tú que casualidad, es su pareja también en la vida real, es un personaje hueco y estúpido, de esos de relleno, seguramente conseguido a golpe de enchufe, que mata la serie. La segunda temporada, claramente centrada en ella, daba bostezos,y es que su química cero con el héroe mata uno de los "barcos" principales y uno de los mayores reclamos de la cinta, pero se aguanta. No obstante incluso este personaje ha ido ganando más altura y ha madurado, dejado a un lado la historia de reducción de "Cursilandia" a la que forzaba al protagonista, para dejarle ser un hombre, y no un perro faldero.
El resto de los personajes, son luchadores, ambiguos, buenos o malos, pero dan mucho juego. Pero, no deberían los escritores en demorar tanto para hacer que el héroe sea eso, un héroe.
Muy buena trama con la idea del compedio Grimm, lugar en el que buscar a cada criatura.

7,0
1.018
8
2 de abril de 2012
2 de abril de 2012
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he dado cuenta recientemente el gran material que sin darme cuenta he recopilado en el que sale esta gran actriz Jean Simmons de la época aquellas de los sesenta y los cincuenta. Junto con Elizabeth Taylor, y Glenda Jackson ya tengo mi trío la-la-la. Jean Simmons y Elizabeth Taylor pugnan en mi corazón cinéfilo clásico por el primer puesto. Esta película es muy siniestra y a a vez entretenida. La gran Varinia, aquí hace de criada que se entera de los chanchullos que lleva haciendo el señor de la casa, Stewart Granger, aquel que fuera su pareja en verdad. Con un reparto acertado, la soporífera tarde en que se pueda ver pasa a ser una atmósfera entretenida. Tiene un buen contexto victoriano y un buen vestuario. Jean Simmons está mejor que nunca.
TV

5,7
162
8
4 de junio de 2011
4 de junio de 2011
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de los años ochenta sobre la novela "Ivanhoe", de Sir W. Scott. Es distinta a la de R. Tylor & E. Tylor. Dirigida por Douglas Camfield aquí el protagonista es Anthony Andrews, actor que ha encarnado tanto a personajes buenos, como malos, para la gran y la pequeña pantalla. Es versátil. Su Ivanhoe es más humano que el de Tylor, no es tan robotizado, aunque la esencia de la historia es la misma. Las dos rivales por el amor del caballero son aquí la guapa Olivia Hussey, brillante en "Romeo y Julieta" y Lysette Anthony, a esta última la podéis ver en "Krull". Este Ivanhoe inclinado totalmente por Rebeca, es una película menos conocida pero que tiene buenas escenas de acción y un reparto notable. Salen Sam Neill, y el veterano ya por entonces J. Mason. Tiene muy buen vestuario y comienza como ya se sabe cuando Wilfred de Ivanhoe viene de las Cruzadas para recuperar su título y a su novia Rowena. Fiel al relato engrosa esta cinta el cine de aventuras al estilo de los años cincuenta, uniéndose a la anterior versión e incorporándole nuevos elementos que sólo al verla son evidentes. Remake ochentero que merece la pena, a todos aquellos amates de las novelas de caballerías, quizá os llevareis una sorpresa. Gran química entre Andrews y Hussey, ahí queda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El plano final es demoledor, es cuando verdaderamente sabes que Ivanhoe de la que está enamorado es de Rebeca.
Más sobre barbara12
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here