Genial exploración de una las figuras más relevantes del deporte británico, un personaje rico y complejo y magistralmente interpretado por Michael Sheen.

Puede que en ciertos aspectos la historia podría parecer típica, pero el montaje y guión se encargan de no darnos la cara bonita de Brian Clough, sino todo el espectro de sus emociones, de sus mejores y peores momentos en la vida.

Es genial cómo es capaz de hacerse interesante incluso para aquellos que no se sienten atraídos por este.

Todo un disfrute.