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España España · Barcelona
Voto de alex:
7
Drama Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin ... [+]
6 de septiembre de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy aquí en la terraza, pillando internet del hotel vecino (uno que trabaja allí me ha pasado la clave), y de pronto, justo antes de apagarse de sopetón el ordenador por aquello del reajuste de Windows o algo así, he visto mi cara reflejada en la pantalla y he pensado: este tío feo de mediana edad ¿quién es? A lo mejor a Eastwood le ocurre lo mismo y con más razón, porque de aquel chavalote que se paseaba por Almería a este venerable y admirado anciano hay un mundo que ni él mismo podía haber imaginado que franquearía, y ya ves lo que hace el tiempo, el puto tiempo. Pero, bueno, la película. Torino, el Gran Torino. ¿Qué decir de ella? La verdad es que no se me ocurre gran cosa. Si acaso que es "buena", que toca tema importante y tal, pero, qué quieres que te diga, me ha dado la sensación de haber visto una de esas pelis especialmente hechas para la televisión, tipo Estrenos TV, con una estética más bien vulgar pero que toca un tema esforzadamente comprometido e "importante ". Yo creo que lo que le pasa a Eastwood es que le deben llegar los mejores y más "trascendentes" guiones que circulan por Hollywood, y como el tío es un impaciente y le queda poco, pues se pone a rodar deprisa y corriendo, y puesto que tiene el tema dominado le salen cosas correctas que los críticos se apresuran a cubrir de babas. Pero para hacer una peli realmente buena como "Sin perdón" hace falta, tal vez, que suene la flauta, o yo que sé lo que hace falta. El caso es que en esta ocasión no ha sonado. Se me ocurre que a esta película le falta ambiguedad, mala leche, y le sobra cierto convencionalismo bienintencionado; pero a lo mejor es que me vuelto un tarado que solo es capaz de apreciar las perversidades de un Hanecke. En fin, hoy estoy espesito, me voy a tomar una cerveza.
alex
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