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Voto de Sinhué:
7
6,8
57.399
Comedia
Un periodista y un misterioso abogado que viajan en un descapotable rojo se dirigen, a través del desierto, a Las Vegas. El maletero del coche es una auténtica farmacia: dos bolsas de marihuana, 75 pastillas de mescalina, 5 hojas de ácidos y muchas otras drogas. (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un viaje, un periodista y su abogado, un maletero más alucinante que una farmacia, un lugar superpoblado en medio del desierto y las circunvalaciones mentales de los protagonistas colapsadas por ondas indomables, son los componentes imprescindibles para echar a rodar esta historia que basada en la novela de Hunter S. Thompson nos habla de las drogas, la distorsión que provocan y los posibles nuevos mundos que descubren.
Bien realizada técnicamente se ve que tanto Terry Gilliam como los buenos actores que utiliza se dedican a la búsqueda interpretativa que facilite el acercamiento de las sensaciones extracorpóreas producidas por cócteles de drogas capaces de tumbar a un elefante.
Al margen del interés, relativo, que pueda tener para quienes viven alejados de las experiencias toxicológicas, ha de reconocerse un verismo, tan crudo, que en ningún momento anima a dar el salto a la categoría de gourmet de estupefacientes.
Notable la inserción de conciencia hippie, y salvable la apreciación de que aunque todo salió mal en aquel final de los sesenta y el mundo posteriormente se convirtió en una mierda, fue bonito mientras duró y mereció la pena intentarlo.
Bien realizada técnicamente se ve que tanto Terry Gilliam como los buenos actores que utiliza se dedican a la búsqueda interpretativa que facilite el acercamiento de las sensaciones extracorpóreas producidas por cócteles de drogas capaces de tumbar a un elefante.
Al margen del interés, relativo, que pueda tener para quienes viven alejados de las experiencias toxicológicas, ha de reconocerse un verismo, tan crudo, que en ningún momento anima a dar el salto a la categoría de gourmet de estupefacientes.
Notable la inserción de conciencia hippie, y salvable la apreciación de que aunque todo salió mal en aquel final de los sesenta y el mundo posteriormente se convirtió en una mierda, fue bonito mientras duró y mereció la pena intentarlo.