Media votos
7,0
Votos
3.568
Críticas
1.381
Listas
20
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Sinhué:
7
7,1
2.547
7 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desconocido cine portugués tiene para nosotros, sus vecinos ibéricos, un interesante referente en Miguel Gomes; porque estámos lo suficientemente cerca para compartir retazos de vida y recuerdos, momentos soñados y espacios comunes; aunque en este caso parte de la historia transcurra en términos coloniales y exóticas vegetaciones africanas en blanco y negro.
Es curioso como puedes encontrar nexos cuasi familiares extraídos de una especie de extraño folletín romántico, con adherencias patrias y aproximaciones más que evidentes a la obra de Murnau del 1931. Deduzco que es por la manera de contar, por las puestas de sol parecidas (las extremeñas y lisboetas), por las siestas repegajosas que nos hermanan o por la saudade que empapa, sobre todo, el oeste de la película ibérica.
Lo prohibido (tabú) está muy cerca de la transgresión y de eso, entre otras licencias que se toma el director, trata esta película: de lo que se hace, aunque desmedidamente; de lo que no se lleva a cabo, domeñando los deseos y del resultado final en que confluyen ambas actitudes, cuando el paso del tiempo convierte todo en paja seca que arde ante la paliativa presencia de una copa de aguardiente.
Es curioso como puedes encontrar nexos cuasi familiares extraídos de una especie de extraño folletín romántico, con adherencias patrias y aproximaciones más que evidentes a la obra de Murnau del 1931. Deduzco que es por la manera de contar, por las puestas de sol parecidas (las extremeñas y lisboetas), por las siestas repegajosas que nos hermanan o por la saudade que empapa, sobre todo, el oeste de la película ibérica.
Lo prohibido (tabú) está muy cerca de la transgresión y de eso, entre otras licencias que se toma el director, trata esta película: de lo que se hace, aunque desmedidamente; de lo que no se lleva a cabo, domeñando los deseos y del resultado final en que confluyen ambas actitudes, cuando el paso del tiempo convierte todo en paja seca que arde ante la paliativa presencia de una copa de aguardiente.