Esta película está basada en un libro de 1946 y me da la impresión de que a pesar de su duración más bien larga (dos horas y media) se podría haber beneficiado de media hora más, especialmente para desarrollar mejor la relación entre el protagonista Bradley Cooper y la femme fatale Cate Blanchett.

Quizás es porque me ha encantado ella y quería más. En verdad os digo que mis tres instrumentos musicales favoritos son (sin orden particular) el piano, el violoncello y la voz de Cate Blanchett. Quizás Todd Haynes me malacostumbró a esperar cosas celestiales cuando Rooney Mara y ella cruzan sus caminos. En cualquier caso, me parecen extrañas las críticas que dicen que la peli es demasiado larga. Si se recorta más, se entenderá menos.

He suplido la ligera desorientación que me embargaba dirigiendo la atención al festival de arte, producción y vestuario que se presentaba ante mis ojos. También a fijarme en los dos colores que primaban en cada situación. Me falta vocabulario cromático, serían algo como verdeazulados/anaranjados en las escenas de pobreza-feria y anegrados/amarronados en las escenas de riqueza-ciudad. Dejando el rojo ocasional para el personaje virtuoso (el único) de Rooney Mara. He leído que hay versión en blanco y negro que debe ser interesante de ver porque la película básicamente es cine negro, aunque con protagonista de tonos más malvados que lo habitual en el género.

Gustará a: pirómanos, Indiana Jones, psicoanalistas
No gustará a: espiritistas, Gollum, jueces