Esta película es como un documental de la naturaleza salvaje pero ambientado en la ciudad y los sujetos en vez de animales son personas que habitan en el ecosistema de prostitución/drogas/enfermedad/indigencia. El protagonista se hace querer por su actitud completamente honesta, intensa y generosa. No sabemos nada de su pasado, así que bien podría tratarse de un ser canino transformado en humano. Que nadie se moleste con esta comparación ya que el carácter de los perros es bastante superior al de los seres humanos. Y el mismo título lo sugiere.

La película tiene algunos altibajos de ritmo que salva el actor Félix Maritaud dándolo todo en cada escena. Pinta a futuro prometedor, aunque quizás en este papel se le ve en demasiada buena forma física para el calvario que está sufriendo el personaje. Su interpretación y el realismo y justicia (no todo es sórdido) con el que se examina su entorno hacen de esta película una opción recomendable. Esperemos que no se queda con la etiqueta de cine queer y llegue a amplio público.

Gustará a: médicos aficionados, Rousseau, jubilados de Benidorm
No gustará a: José Tojeiro, pianistas, hombres inseguros